Luego de un enfrentamiento entre militares e integrantes del crimen organizado en Culiacán, Sinaloa, el pasado 30 de septiembre, las autoridades aseguran que se logró la detención de cinco personas implicadas en la agresión, así como el aseguramiento de un par de vehículos, armas y droga. Además, de acuerdo con el Secretario General de Gobierno del Estado, la balacera duró alrededor de ocho minutos. Sin embargo, de acuerdo con el testimonio de los vecinos de la zona, la balacera se habría extendido hasta por 40 minutos.
Ciudad de México, 8 de octubre (SinEmbargo).- El gabinete de Seguridad Pública del Gobierno del Estado de Sonora dirigió este día una conferencia de prensa para detallar los hechos ocurridos en Culiacán durante la madrugada del viernes 30 de septiembre, cuando un convoy militar fue emboscado por un grupo del crimen organizado y del que resultaron cinco militares muertos y 10 heridos.
De acuerdo con el periódico Noroeste, pasado el mediodía, el Procurador Marco Antonio Higuera Gómez y el director de la Policía Ministerial, Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, ambos presentes en la conferencia, confirmaron que tras la reacción policial y militar se logró la detención de cinco personas implicadas en la agresión. También confirmaron el aseguramiento de un par de vehículos, armas y droga.
Por su parte, Gerardo Vargas Landeros, Secretario General de Gobierno, aseguró que el enfrentamiento entre militares y miembros del crimen organizado no duró más de ocho minutos.
“Los expertos como el General Melo, General de División Retirado y que está muy acoplado en esas circunstancias, él dice que no pudo haber pasado de 7, 8 minutos, así lo platicamos también con los miembros del Ejército que están aquí en la Zona Militar y la Región Militar y coinciden que no pudo haber sido más de ese tiempo”, expresó Vargas Landeros según Noroeste.
Asimismo, basándose en una videocámara ubicada a la altura del puente La Presita, expuso la cronología de los hechos ocurridos durante la madrugada del 30 de septiembre.
Al respecto mencionó que cerca de las 3:22 horas pasaron el primer y segundo Hummer en el que viajaban los militares, siendo cuatro minutos después cuando se avista la ambulancia en el que transportaban a un detenido herido.
Pasadas las 3:25 horas, comenta, la operadora del Centro de Respuesta Inmediata municipal (Ceri) recibió una llamada de auxilio por parte de los militares y dio parte a diversas dependencias de Seguridad Pública, entre las que figuran la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Policía Estatal y la Preventiva, así como la de Tránsito Municipal, Ministerial, Municipal y Federal.
Entre las 3:38 y las 3:40 horas, elementos de las policías Ministerial y Municipal arribaron al lugar de los hechos. Momentos más tarde, refiere el medio citado, llega el General Melo García, primer alto mando, quien dio las instrucciones para el traslado de los muertos y heridos.
De acuerdo con Vargas Landeros, para las 4:00 horas de ese día, los heridos ya habían llegado al Hospital Civil, mostrando como evidencia un documento del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) que expone que de no haberse dado la atención en los primeros 40 minutos, los militares lesionados hubieran muerto.
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LA VERSIÓN DE LOS VECINOS
Una semana después de la balacera que ocurrió a escasos metros de sus hogares, los vecinos de la privada ubicada en la salida norte aún no olvidan ese miedo que sentían cuando escuchaban las detonaciones de bala a altas horas de la madrugada, refiere Noroeste. Según ellos, no fueron ocho minutos de enfrentamiento, más bien duró cerca de 40 minutos.
Uno de los padres de familia entrevistados por el medio local fue muy claro en cuanto a las declaraciones dadas por el Gobierno estatal sobre el tiempo que duró la balacera esa noche.
«Sabríamos distinguir si el ataque fue de ocho o cuarenta minutos, no estamos p…, ellos van a decir que duró muy poco, pero la verdad es que es mucho tiempo de diferencia entre ocho a cuarenta minutos», aseveró el padre de familia.
La madre del hogar fue tajante al igual que los comentarios de su esposo.
«Ellos dicen que fueron ocho minutos, ojalá hubieran sido esos ocho minutos que dicen, si Malova hubiera estado aquí conmigo y mis hijos debajo de la cama no anduviera diciendo esas cosas», señaló.
La familia aún tiene las balas que entraron en su vivienda. Aseguran que fueron cerca de 50 los impactos que los despertaron a altas horas de la madrugada.
A una cuadra del enfrentamiento otra madre de familia comentó que nunca había vivido un episodio como el que pasó el viernes en la madrugada.
«Se escuchaban bien feo los balazos; les gritaban cosas, muy feo todo… ya que se calmó todo y llegaron los refuerzos, escuchábamos cómo gritaban los militares cuando eran atendidos, pobrecitos», lamentó.
Para ella, el ataque duró lo mismo que narran sus vecinos, entre 30 y 40 minutos. Sin embargo, su hija señaló un tiempo distinto.
«No mamá, no duró tanto, yo creo que fueron como diez minutos, los balazos me despertaron, al menos yo no creo que haya durado tiempo», explicó.
«Es que tú estabas dormida», replicó su madre.
La joven estudiante señaló que ya que se calmó la balacera, habló a los bomberos, esto es, alrededor de las 4:07 horas.
El 30 de septiembre, un grupo armado esperaba a los elementos del Ejército a la entrada norte de Culiacán, Sinaloa, en la carretera México 15, a la altura del Espacios Barcelona.
Ahí fue recogido “El Heavy”, quien era trasladado a Culiacán para que recibiera atención médica. Sin embargo, fueron emboscados cuando regresaba del pueblo de Huixiopa y custodiaban la ambulancia en la que trasladaban al detenido que había resultado herido.
El comando incendió dos vehículos castrenses y se llevó al detenido, cuya identidad se desconoce, en la ambulancia.
Los delincuentes dispararon con rifles Barret y AK 47 y granadas.
En el lugar del enfrentamiento quedaron los cuerpos de los militares y los heridos fueron llevados a diferentes hospitales de la ciudad.
Los vehículos militares quedaron completamente en llamas en una calle de las afueras de la capital. Mientras que en redes sociales ya circulan videos en los que se presuntamente se observan las camionetas consumiéndose.
Sinaloa es la cuna del Cártel de Sinaloa, pero este tipo de ataques contra efectivos del ejército no son habituales y menos en la capital.
De hecho, este es el peor ataque contra militares desde 2015, cuando miembros del crimen organizado del vecino estado de Jalisco derribaron un helicóptero con un lanzacohetes y mataron a diez personas.
-Con información de Antonio Olazábal, Claudia Beltrán y Belizario Reyes, periódico Noroeste
