La organización señala que las condiciones extremas en las que viven millones de gallinas provocan que un alto porcentaje de estos animales enfermen y agonicen dentro de pequeñas jaulas metálicas, conocidas como “de batería” en donde las aves pueden vivir hasta dos años.
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Ciudad de México, 7 de octubre (SinEmbargo).– Las granjas industriales de gallinas en México han convertido a estos animales en máquinas de producir huevo modificando su vida natural al encerrarlas en pequeñas jaulas de metal, sometiéndolas a una mala alimentación y sin ningún tipo de cuidado médico, así lo demuestra una investigación realizada por la Organización Internacional Igualdad Animal.
En un video difundido en redes sociales la organización muestra las malas condiciones en las que viven las gallinas ponedoras de las granjas del estado de Jalisco, entidad que destaca por ser la principal región productora de huevo en México.
La organización señala que las condiciones extremas en las que viven millones de gallinas provocan que un alto porcentaje de estos animales enfermen y agonicen dentro de pequeñas jaulas metálicas, conocidas como “de batería” en donde las aves pueden vivir hasta dos años.
Dentro de cada pajarera, que tiene una medida equivalente al de una hoja tamaño carta de papel, pueden vivir hasta cinco gallinas, situación que les impide extender sus alas.
La falta de espacio provoca que las aves pasen unas por encima de otras provocando que cientos mueran aplastadas. Además, las jaulas no cuentan con ningún tipo de superficie en donde las gallinas pueden apoyar de manera firme sus patas lo que genera que sus garras se atoren de manera constante en el alambre.
La Organización Internacional Igualdad Animal señala que la pelecha o muda forzada, la cual consiste en retirar el agua y comida a las gallinas por un periodo de tres días con el objetivo de acelerar su ciclo de postura, es una práctica bastante común dentro de las jaulas industriales.
La muda forzada provoca que las gallinas comienzan a perder sus plumas y su peso disminuye en más del 20 por ciento, situación que provoca la muerte de cientos de aves que no soportan este proceso.
Lanzó una petición para que las granjas industriales dejen de utilizar las jaulas de batería y así se pueda garantizar una vida más digna para las gallinas productoras de huevo.
