Para Edgardo Buscaglia, el problema en diversos estados de la República Mexicana como Veracruz, Tamaulipas, Baja California y Chiapas, se originó desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, a principios de los años 90. “La pobreza se desató. El tejido social se fracturó. Diferentes grupos, legales o ilegales, comenzaron a disputarse la venta de servicios básicos como la justicia, el agua, la educación, salud pública, entre otros, desatando la violencia y más corrupción”, asegura.
Veracruz/Ciudad de México, 6 de Octubre (SinEmbargo/BlogExpediente).- “En Veracruz tenemos gobernadores títeres, ya sea Duarte o Yunes o el Pato Donald, quien sea. Que comienzan a ocupar esas sillas y simplemente gestionan un ámbito en donde las redes criminales se disputan los diferentes negocios que emanan del estado, cada vez más debilitado y moribundo”, dijo Edgardo Buscaglia.
El Investigador Principal en Derecho y Economía en la Universidad de Columbia, Estados Unidos, participó en la conferencia inaugural del coloquio Cuerpos, violencia y vulnerabilidad en espacios de riesgo, organizado por catedráticos del Instituto de Investigaciones Histórico Social, de la Universidad Veracruzana.
El también presidente del Instituto de Acción Ciudadana en México opina que en el actual Gobierno de Javier Duarte de Ochoa “cualquier grupo criminal que viene a Veracruz se encuentra con un parque de diversiones donde la justicia es la prostituta de los diferentes grupos políticos económicos, al igual que en el resto de México”.
Para Buscaglia, el problema en diversos estados de la República Mexicana como Veracruz, Tamaulipas, Baja California y Chiapas, en los futuros años, se originó desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, a principios de los años 90.
“Hasta ese momento, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) gestionaba a los carteles; les convidaba el tráfico de alcohol, de armas, de drogas y los criminales se comportaban dócilmente, llámese Cártel de Sinaloa, del Golfo o Jalisco Nueva Generación”.
Sin embargo, dijo Buscaglia, “el Estado se transformó en un motín de guerra, una vez que dejó de ser un generador de bienes y servicios públicos y comenzó a repartirlos como queso gruyer, entre diferentes cortesanos de Estados, disfrazados de empresarios o de políticos que comienzan a hacer negocios con ello”.
De manera consecuente, la pobreza se desató, el tejido social se fracturó. “Diferentes grupos, legales o ilegales, como pirañas comenzaron a disputarse la venta de servicios básicos como la justicia, el agua, la educación, salud pública, entre otros, desatando la violencia y más corrupción”, dijo.
“En ese contexto dantesco, como en Somalia, Afganistán, en Colombia de hace 20 años, tenemos más de 26 mil desapariciones en México, donde el 99 por ciento de las desapariciones forzadas, donde participa el Estado, permanecen en la impunidad. Hoy quien desaparece una persona ni se preocupa”, abundó el autor del libro Vacíos de poder en México.
“QUIEN ESCRIBE CONTRA ABUSOS DESAPARECEN”
ADEMÁS:
Edgardo Buscaglia destacó la lista de los 19 informadores asesinados y tres más desaparecidos en Veracruz. Dijo que cualquier ser humano que escriba sobre los negocios turbios se convierte en desaparecido, comparando dicho escenario con el de la república de Colombia en la década de los 80″.
Para el conferencista, la dificultad para documentar en Veracruz se debe a que «estas personas tienen a sus abogados parados en los juzgados de la Suprema Corte, en las las puertas de los presidentes de los tribunales de Justicia, esos presidentes que se refieren al gobernador, como mi señor gobernador. Yo lo he escuchado», dijo.
Aseguró a los presentes que países como Italia, indonesia y Colombia, han comenzado a controlar lo que nombró como el infierno. Donde las élites del poder, cuando la violencia llegó a las escalinatas de los poderosos, aplicaros políticas públicas como solución.
La mala noticia para Veracruz, sentenció, «es que a la elite todavía les está yendo muy bien en este sistema político mafioso, en donde la mayoría de la población está sufriendo encarnizadamente masacres diariamente, fosas clandestinas, secuestros, extorsiones y todo lo que se vive en Veracruz. Hasta que no les llegue este tsunami de sangre, van a considerar las políticas públicas internacionales».