Esta es la primera vez que Obama sufre durante su mandato la decisión del Congreso de anular su veto, un revés político que experimentó en cuatro ocasiones durante su mandato el republicano George W. Bush (2001-2009) y que experimentó dos veces el demócrata Bill Clinton (1993-2001), El Gobierno todavía está evaluando qué significa la decisión del Congreso.
Washington, 28 septiembre (EFE).- El Congreso de EU propinó hoy un fuerte revés al presidente, Barack Obama, al anular por primera vez uno de sus vetos sobre una ley que permite a los estadounidenses demandar al Gobierno de Arabia Saudí por su supuesto papel en los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11S).
Republicanos y demócratas, entre los que se encuentran fieros defensores de Obama en el Congreso, reunieron hoy en el Senado y en la Cámara de Representantes la mayoría necesaria de dos tercios en cada cámara para revocar el veto del mandatario, un fenómeno inusual y que Obama no había sufrido aún.
Con esta invalidación del veto, entra en vigor automáticamente y sin la firma de Obama la conocida como «Ley de Justicia contra Promotores del Terrorismo», que permite a los familiares de víctimas del 11S demandar al Gobierno saudí por su supuesto apoyo a los terroristas que perpetraron los atentados.
En concreto, la iniciativa, aprobada por las dos cámaras del Congreso a principios de año y vetada por Obama el pasado viernes, permite a jueces de EE.UU. en casos de terrorismo obviar el principio de «inmunidad soberana» por el que un país está exento de responder a demandas interpuestas en los tribunales de una nación extranjera.
De esta forma, se abren las puertas a las demandas que durante años han tratado de impulsar víctimas del 11 de septiembre que afirman que líderes de Arabia Saudí están implicados en los ataques.
Entre los 19 terroristas que perpetraron los atentados, 15 eran ciudadanos saudíes, lo que ha alimentado durante años las especulaciones sobre un supuesto apoyo de Arabia Saudí al terrorismo internacional y a la red Al Qaeda.
De hecho, una mayoría de los legisladores, tanto demócratas como republicanos, considera que hay pruebas de que Arabia Saudí está implicada en la red de financiación de los atentados del 11S, en los que murieron cerca de 3.000 personas, y que, por tanto, las víctimas tienen derecho a demandas colectivas contra Riad.
Frente a ello, la Casa Blanca argumenta que esta legislación pone en peligro las relaciones entre EE.UU. y Arabia Saudi y sienta un peligroso precedente porque, con la excusa de la reciprocidad, podría invitar a otras naciones a demandar en cortes extranjeras a diplomáticos y militares estadounidenses.
En ese sentido, Obama calificó de «error» y «peligroso precedente» la decisión del Congreso, pues «si eliminamos esta noción de inmunidad soberana, entonces nuestros hombres y mujeres de uniforme en todo del mundo podríamos empezar a vernos sujetos a leyes recíprocas».
«La preocupación que tengo no tiene nada que ver con Arabia Saudí en concreto, o mi compasión por las familias del 11 de septiembre. Tiene que ver con que no quiero una situación en la que de manera súbita nos veamos expuestos a responsabilidades por el trabajo que hacemos en todo el mundo», subrayó Obama.
Por su parte, en un rueda de prensa, uno de los portavoces del Departamento de Estado, Mark Toner, detalló que el Gobierno todavía está evaluando qué significa la decisión del Congreso.
Esto es así porque, a pesar de que el Congreso ha anulado el veto, los legisladores que apoyan a Obama están presionando para minimizar los efectos de la ley y han prometido que tratarán de volver a abrir el debate si la nueva legislación tiene consecuencias negativas para la política exterior de Estados Unidos.
«Anular un veto presidencial es algo que no nos tomamos a la ligera, pero era importante para que las familias (de las víctimas) de los ataques del 11 de septiembre pudieran buscar justicia, incluso si esa búsqueda causa algunas molestias diplomáticas», consideró en un comunicado el senador Charles E. Schumer, uno de los impulsores de la medida.
En la Cámara Baja la iniciativa para anular el veto de Obama recibió el respaldo de 348 legisladores y el voto en contra de 77, mientras que en el Senado hubo un voto casi unánime contra el mandatario, con el único voto a favor del mantener el veto del líder de la minoría demócrata, Harry Reid.
«Él siempre le ha guardado las espaldas al presidente», dijo el portavoz del senador, Adam Jentleson.
El Gobierno saudí niega tener lazos con los responsables de los ataques y ha hecho un enorme esfuerzo de presión en Washington para tratar de que la ley no saliera adelante.
La iniciativa nace del deseo de algunos sectores de EU de reexaminar la alianza con Arabia Saudí, que por décadas ha sido la piedra angular de la política estadounidense en Oriente Próximo.
Esta es la primera vez que Obama sufre durante su mandato la decisión del Congreso de anular su veto, un revés político que experimentó en cuatro ocasiones durante su mandato el republicano George W. Bush (2001-2009) y que experimentó dos veces el demócrata Bill Clinton (1993-2001).