La cada vez menos remota posibilidad de que Trump llegue a la Casa Blanca obliga a conceder mayor seriedad a las amenazas con las que el candidato republicano ha saturado su campaña, especialmente aquellas que ha lanzado contra México, que incluyen la posibilidad de una intervención militar.
Ciudad de México, 18 de septiembre (SinEmbargo).- Donald Trump parece decidido a dejar en ridículo a quienes nunca le dieron ni la más remota posibilidad de ganar la presidencia de Estados Unidos.
Una encuesta de Ipsos/Reuters adelanta que Trump ganará el decisivo estado de Florida y que la elección tendrá un final de fotografía en el Colegio Electoral, el cuerpo de notables que realmente, al final, elegirá al sucesor de Barack Obama.
El ‘momentum’ de Trump es real. A principios de agosto su contrincante demócrata Hillary Clinton le sacaba una ventaja de ocho puntos en el promedio de las encuestas nacionales que publica Real Clear Politics, el prestigiado sitio de análisis de medios.
Otra encuesta, ésta de CBS News y The New York Times publicada el viernes, da a Clinton una ventaja de sólo dos puntos que, tomando en cuenta el margen de error, los pone en empate técnico. Un sondeo más de la cadena de televisión conservadora Fox News le da a Trump un punto de ventaja sobre la ex Primera Dama.
La cada vez menos remota posibilidad de que Trump llegue a la Casa Blanca, alimentada por una cada vez más desangelada campaña de su contrincante, obliga a conceder mayor seriedad a las amenazas con las que el candidato republicano ha saturado su discurso, especialmente aquellas que ha lanzado contra México y los mexicanos.
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De entre todas, la advertencia que más relevancia cobra hoy es la que lanzó hace meses el empresario sobre una posible intervención militar de Estados Unidos contra México, en caso de que el gobierno de Enrique Peña Nieto se negara a pagar el muro fronterizo que Trump hizo estandarte de su campaña.
Bob Woodward es columnista de The Washington Post y uno de los dos periodistas que destaparon la cloaca del Watergate, el escándalo que le costó la presidencia a Richard Nixon en 1974.
El célebre reportero entrevistó a Trump (evasivo al principio, pero categórico al final) para la cadena MSNBC en marzo pasado.
Woodward recordó a Trump que el gobierno mexicano había asegurado que no pagaría ninguna valla. El candidato republicano comenzó entonces una prédica desordenada que tomaba rumbos variados sin previo aviso:
“México no va a construir el muro, nosotros lo vamos a construir. No va a ser un muro de juguete como el que tenemos ahora, por el que pasan carros y camiones cargados con drogas… luego ellos venden las drogas en Estados Unidos y regresan a México. Nosotros conseguimos las drogas y ellos consiguen el efectivo y eso no va a pasar.
“México va a pagar por el muro y la manera en la que pagará por él es que hoy tenemos un déficit comercial con México de 58 mil millones de dólares. La barda va a costar 10 mil millones de dólares, será una pared poderosa. Cuando estás perdiendo 58 mil millones de dólares en comercio (con México), y además estamos dándole subsidios, créeme, tengo todas las cartas. ¿Un político podría hacerlo?, no, porque ellos no saben es negociar….
En ese momento Woodward interrumpió el cantinfleo: “Pero, ¿cómo harás que una nación soberana que dice que no va a pagar el muro al final lo pague?”.
Sigue Trump: “Hay cinco formas en las que podemos hacerlo. Una es que no le demos los subsidios que le damos a México, es ridículo… hay muchas formas en las que México saca dinero de nosotros….
Woodward: Déjame insistir, cómo obtendrías ese dinero si ellos dicen ‘no’.
En ese momento, el periodista introduce la posibilidad de que, ante la negativa mexicana de pagar la barda, un Trump ya presidente le declare la guerra a su vecino del sur.
Y Trump confirma la teoría: “Créeme Bob, cuando rejuvenezca a nuestro ejército, México no jugará a la guerra con nosotros, eso te lo puedo asegurar”.
AMENAZAS VELADAS
Trump insinuó nuevamente su disposición a someter por la vía militar a México para imponer su voluntad a penas en julio pasado.
La noche del día 10, Trump se reunió en privado con el grupo Friends of Abe, que aglutina a los personajes más conservadores de Hollywood.
El semanario alternativo L.A. Weekly reportó que en el encuentro Trump criticó la decisión del gobierno de Estados Unidos de invadir Irak y destronar a Sadam Hussein en 2011. Sugirió que otro debió ser el blanco de la ocupación. “En lugar de Irak debimos haber invadido a Mexico”, dijo a sus interlocutores, que rompieron en aplausos.
Entre los asistentes, según la fuente citada por el semanario, se encontraban Lou Ferrigno, protagonista original de la saga Hulk; Paul Sorvino, quien participó en la cinta «Goodfellas», y la periodista y activista conservadora Ann Coulter.
Apenas unos días antes, el jueves 30 de junio, Trump había hecho otro comentario que nutría su idea de la amenaza mexicana. Durante un discurso de campaña sobre la necesidad de renegociar el Tratado de Libre Comercio con México y Canadá, en la plaza principal de Manchester, New Hampshire, un avión comercial que volaba por el lugar interrumpió al candidato.
El aspirante republicano volteó al cielo de inmediato y dijo: “Ese podría ser un avión mexicano, ellos se están preparando para atacar”.
Las provocaciones y amenazas del magnate inmobiliario motivaron una respuesta de Enrique Krauze en julio. En las páginas de Letras Libres, la revista cultural que fundó y dirige, el historiador mexicano escribió que, si el republicano ganaba, “por increíble que nos parezca, los mexicanos estaremos al borde de una nueva guerra con Estados Unidos”.
Krauze recordó que en 1846 Estados Unidos declaró la guerra a México por primera vez. Fue la guerra más “perversa jamás librada”, habría dicho Ulysses S. Grant, quien participó en los combates y tiempo después sería el vencedor de la Guerra Civil en EU.
Esa primera confrontación le costó a México más de la mitad de su territorio, básicamente la región que hoy abarca los estados de California, Arizona y Nuevo México.
A 170 años de distancia, ese pasado, dijo Krauze, vuelve en forma de pesadilla.
El historiador mexicano matizó asegurando que, de ocurrir, la nueva guerra no sería militar, sino comercial, económica o diplomática. Sin embargo, algunos no están tan seguros de que Trump no tenga en mente una acción militar.
El ex presidente mexicano Vicente Fox, quien se ha enfrascado en una batalla declarativa con el aspirante republicano, dijo que Trump representaba una amenaza para el mundo y que, de ser electo, podría provocar la III Guerra Mundial.
Fox dijo eso a la prensa en Washington, durante un evento de la National Hispanic Foundation of the Arts.
La idea de una operación militar contra México que Trump ha insinuado en varias ocasiones podría encontrar terreno fértil en Estados Unidos.
“La industria militar está tratando de militarizar la frontera y tratarla como un problema o una amenaza de seguridad que tiene una solución de tipo militar”, dijo recientemente Beto O’Rourke, el representante demócrata por El Paso, Texas, miembro del Comité de Servicios Armados del Congreso de EU.
O’Rourke lleva meses denunciando el embate de empresas de armamento que intentan transformar la frontera en una zona de guerra.
“Información de cabilderos indican que la empresa General Atomics, una de las empresas más importantes en la manufactura de drones, con sede en San Diego, y que construye el Predator y otros drones no tripulados que se han convertido en un elemento básico del arsenal del Pentágono, está intensificando esfuerzos para convencer a los políticos en Washington para aumentar el uso de estos aparatos en la frontera”, denunció el legislador.
Las propuestas de esas empresas podrían ser música para los oídos de un Trump presidente.
LA AMENAZA ES GLOBAL
A principios de agosto pasado, un incidente aparentemente menor dejó al descubierto la ligereza con la que Trump puede llegar a abordar temas de la mayor importancia.
Joe Scarborough, conductor de la cadena NBC, dijo que en un encuentro privado con un especialista en política exterior Trump preguntó –varias veces- para qué tenía Estados Unidos armas nucleares si no las utilizaba.
La reiterada pregunta de Trump, de acuerdo con Vox.com, genera preguntas llenas de temor sobre su buen juicio. “(Las preguntas que hace) Sugieren que no conoce la forma en la que se supone deben funcionar las armas nucleares –disuadiendo ataques contra Estados Unidos– y podría ser el primer presidente desde Harry Truman que ordene el uso de armas atómicas”.
“La pregunta natural es, entonces, si podría hacerlo. La respuesta es engañosamente simple: Sí, puede hacerlo. Sin importar nada”, agrega el texto de Vox.com.
Un texto firmado por Johnny Punish en el influyente sitio Veterans Today, que suele presentar la postura de los veteranos del ejército estadounidense, hace un recuento sobre las serias implicaciones que tendría para su país una guerra contra México.
“Nadie en el mundo quiere invadir a México. No es redituable. Pero, aun así, ahí está Trump. Y él no hace sentido. ¿Saben lo que ocurre con los presidentes de Estados Unidos que no son redituables? Si Trump no se alinea con la realidad global, las elites poderosas lo van a maltratar. Así de sencillo”.
El problemas es que hasta ahora, las elites a las que se refiere el texto de Veterans Today no han podido frenar el galopante paso del candidato republicano.
Trump parece decidido a dejar en ridículo a quienes nunca le dieron ni la más remota posibilidad de ganar la presidencia. El 8 de noviembre está cerca, pronto sabremos si las amenazas sus amenazas se quedaron en eso… o no.