Al menos 29 heridos dejó una explosión la noche del sábado en el barrio de Manhattan. La Policía neoyorquina localizó un segundo artefacto en Nueva York, al parecer una olla a presión, a apenas unas manzanas de donde se produjo la primera detonación. El Alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, aseguró que se trata de un «acto deliberado» y un «incidente muy grave».
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RT— Poncho Muñoz (@PonchoMunoz) 18 de septiembre de 2016
NUEVA YORK, 18 de septiembre (EFE/AP) — Una explosión golpeó el sábado por la noche un concurrido barrio de Manhattan y dejó 29 heridos. Poco después, las autoridades descubrieron un dispositivo sospechoso a unas manzanas del lugar de la explosión y retiraron el artefacto de forma segura en la madrugada del domingo. El Alcalde, Bill de Blasio descartó que hubiera relación con el terrorismo pero describió el suceso como «un acto deliberado».
«La ciudad de Nueva York sufrió un incidente muy malo esta noche», dijo De Blasio en una rueda de prensa cerca del lugar de la detonación. «En este momento no tenemos una amenaza creíble y específica».
De Blasio dijo que la explosión había sido «un acto deliberado» e intentó calmar cualquier temor entre los nerviosos neoyorquinos, indicando que no había relación con el terrorismo y el suceso no estaba vinculado con la explosión de una bomba de tubo registrada antes el sábado en New Jersey que obligó a cancelar una carrera benéfica.
«Ahora, quiero ser claro: Sea cual sea la causa, sea cual sea la intención aquí, los neoyorquinos no se verán intimidados», dijo el Alcalde. «No vamos a dejar que nadie cambie cómo somos o cómo vivimos nuestras vidas».
No estaba claro quién estaba detrás de la explosión y cuál era su motivación.
El segundo artefacto explosivo que encontraron las autoridades a varias manzanas de distancia parecía ser una olla a presión conectada a cables y un celular, indicó a Associated Press una fuente de las fuerzas de seguridad.
La fuente, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a hablar sobre una investigación en curso, dijo que el dispositivo se había encontrado en una bolsa de plástico en la calle 27 oeste. El dispositivo fue retirado con un robot y trasladado al campo de tiro de la policía en el Bronx.
La explosión registrada antes parecía proceder de un contenedor con herramientas para obras situado frente a un edificio, añadió la fuente. Imágenes del lugar mostraban una caja negra de metal destrozada y retorcida.
La detonación en la calle 23 oeste se produjo ante una residencia para invidentes, en una zona concurrida con muchos restaurantes y un supermercado Trader Joe’s. Los testigos dijeron que la explosión, en torno a las 20:30, rompió los cristales de los negocios cercanos y dejó el lugar salpicado de escombros. Las autoridades indicaron que no era necesario organizar evacuaciones.
Varias personas fueron trasladadas al hospital con heridas, dijo el comisario de bomberos, Daniel Nigro. Una de ellas sufrió una herida punzante y se la consideraba grave. Las lesiones de los demás afectados se describieron como golpes y rozaduras.
Varias líneas del metro de la ciudad se vieron afectadas por la explosión, que conmocionó a algunos neoyorquinos apenas unas semanas después del 15to aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Chris Gonzalez, quien visitaba la ciudad procedente de Dallas, cenaba con sus amigos en un restaurante de la zona.
«La sentimos, la escuchamos y el restaurante se quedó en silencio», dijo Gonzalez, de 26 años. «No hubo pánico, solo todos nos quedamos en silencio».
Rudy Alcide, portero en el club nocturno Vanity, en la calle 21 a la altura de la Sexta Avenida, dijo que al principio pensó que se había caído algo grande.
«Fue un ruido extremadamente fuerte, todo temblaba, las ventanas vibraban, fue una locura», comentó. «Fue extremadamente fuerte, casi como un trueno, pero más fuerte».
Al lugar acudieron agentes del FBI y de Seguridad Nacional, según los testigos. También estaba presente un grupo de artificieros del Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
La fuerza conjunta antiterrorista del FBI acudió al lugar y los investigadores no creen que el incidente se deba a una fuga de gas, indicó una fuente de seguridad, que solicitó anonimato porque no estaba autorizada a comentar una investigación en curso.
El presidente, Barack Obama, estaba siendo informado sobre la explosión en Nueva York, indicó la Casa Blanca.
En St. Cloud, Minnesota, al menos ocho personas resultaron heridas en un ataque con arma blanca en un centro comercial el sábado por la noche. Un sospechoso murió en el lugar, abatido por un policía que estaba fuera de servicio, según la policía.
La noticia se produjo horas más tarde de que estallara una bomba casera en Seaside Park, New Jersey, poco antes de que miles de corredores participaran en una carrera de 5 kilómetros a beneficio de la Marina. No se reportaron lesionados en esa detonación.
Multiple ambulances are now leaving the scene of reported explosion in Manhattan: https://t.co/JabIx9pkZspic.twitter.com/Z0Afo74JSx
— Good Morning America (@GMA) 18 de septiembre de 2016
Por su parte el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo hoy que la explosión del sábado fue un «acto de terrorismo» pero las autoridades aún no tienen pruebas que lo vinculen con el terrorismo internacional.
«Todavía no hay evidencias que lo vinculen con el terrorismo internacional, pero una bomba que explota en Nueva York obviamente que es un acto de terrorismo», dijo Cuomo en rueda de prensa desde el lugar de la explosión.
El gobernador de Nueva York añadió que quienes quiera que hayan sido los responsables de colocar las dos bombas en Manhattan, las autoridades «van a encontrarlos» y serán llevados ante la Justicia para responder por lo ocurrido.
Cuomo advirtió que los neoyorquinos no van a permitir que este tipo de personas y este tipo de amenazas «alteren» sus vidas. «Esto es una democracia, aquí vivimos en libertad, y no les vamos a permitir que nos lo quiten», insistió.
Cuomo afirmó que en esta ocasión hubo «suerte» porque no ha habido que lamentar víctimas mortales y explicó que las 29 personas que resultaron heridas tras la explosión ya han sido dadas de alta en los hospitales.