De acuerdo con la información recabada por ésta y otras organizaciones no gubernamentales, las mujeres suelen ser víctimas de diversas formas de violencia sexual usada como tortura, cuyos actos van «desde los abusos psicológicos, amenazas de violación contra ellas o sus familiares hasta el abuso sexual propiamente dicho».
Ciudad de México, 10 de septiembre (SinEmbargo).- La organización Amnistía Internacional condenó que a un año de la instalación del Mecanismo de Seguimiento de Casos de Tortura Sexual cometida contra Mujeres, se han documentado unos 100 casos de mexicanas que se dijeron víctimas de tortura y malos tratos a manos de miembros de la policía y fuerzas armadas.
En su informe “Sobrevivir a la muerte”, Amnistía Internacional concluyó que en México la violencia sexual usada como tortura parece haberse convertido en parte habitual de los interrogatorios.
De acuerdo con la información recabada por ésta y otras organizaciones no gubernamentales, las mujeres suelen ser víctimas de diversas formas de violencia sexual usada como tortura, cuyos actos van «desde los abusos psicológicos, amenazas de violación contra ellas o sus familiares hasta el abuso sexual propiamente dicho».
Amnistía Internacional recordó el caso de Verónica Razo, detenida el 8 de junio de 2011 en la Ciudad de México sin una orden de detención por aproximadamente siete hombres vestidos de civil portando armas largas, quienes la encañonaron, la esposaron y la subieron a un automóvil sin placas oficiales.
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Verónica estuvo 24 horas incomunicada y bajo la custodia de policías federales. En esas 24 horas fue golpeada en distintas partes del cuerpo, sufrió descargas eléctricas, asfixia, amenazas y violación sexual. A consecuencia de esto, sufrió una arritmia cardiaca y lesiones que ameritaron su traslado a un hospital privado en el que certificaron sus lesiones. La tortura obligó a Verónica a autoinculparse en un secuestro, además de forzarla a reconocer como sus cómplices a otras personas, entre ellas a su hermano.
El caso de Verónica, fue uno de los primeros en presentarse ante el Mecanismo de Seguimiento de Casos de Tortura Sexual. No obstante, a 5 años de su detención arbitraria y tortura, Verónica se encuentra aún en reclusión, pese a que no existen pruebas que comprueben su responsabilidad en el delito que se le acusa, y continúa enfrentando las afectaciones físicas, emocionales y psicológicas de la tortura a la que fue sometida, sin que hasta el momento se haya realizado un seguimiento puntual del caso en el Mecanismo ni emitido un pronunciamiento.
Condenamos que durante un año únicamente se haya realizado una reunión de seguimiento y no se hayan desarrollado acciones efectivas sobre los casos de violencia sexual usada como tortura. Por ello, exigimos al Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, operativizar de inmediato los acuerdos que adquirió el Mecanismo en 2015 ante la CIDH, particularmente se pronuncie sin mayor dilación sobre los casos que tiene en revisión.
Es necesario que el gobierno federal, desde la CONAVIM muestre un verdadero compromiso en la erradicación de esta terrible práctica, reforzando el Mecanismo, asignándole los recursos necesarios y garantizando que todas las instituciones pertenecientes colaboren con él.