El proceso de imposex, generado por contaminantes organoestañosos, presentes en pintura de embarcaciones y otras estructuras portuarias, está complicando el proceso de reproducción de estas especies y, de continuar, puede llevar a su extinción.
Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo).– La investigadora Delia Domínguez Ojeda, adscrita al Departamento Ambiental de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), descubrió que la reproducción en dos especies de caracoles de tinta se complica porque las hembras se están masculinizando. Esto como consecuencia de su exposición directa a contaminantes como el cloruro de tributilestaño (TBTCl), una sustancia presente en la pintura de embarcaciones, estructuras portuarias y otros artefactos.
Entrevistada por la Agencia Informativa Conacyt, la científica explicó que este proceso se llama «imposex» y sucede porque estas sustancia tóxicas dañan el sistema endocrino de los caracoles, al igual que el de otras 256 especies de gasterópodos en todo el mundo, sin embargo, en México apenas se registran dos investigaciones al respecto.
La doctora en ciencias biológico agropecuarias señaló que los caracoles Plicopurpura pansa y Plicopurpura columellaris son utilizados históricamente por comunidades huicholas para el teñido de prendas de algodón y, posteriormente por empresas con el mismo fin, pero de manera desmedida y sin respetar sus épocas reproductivos, por lo que han contribuido a la extinción de las especies.
Domínguez Ojeda propone prohibir los compuestos organoestañosos, así como se ha hecho en algunos países de Europa desde 2008, porque aunque la sustancia permanece unos días en la corriente marítima, puede permanecer en el sedimento hasta por 30 años y, con el tiempo, llevar a estas especies de caracoles de tinta a la extinción total.