Han pasado 50 años del último concierto de Los Beatles, un acontecimiento que se desarrolló entre gritos de euforia y lagrimas. Los 4 integrantes dejaron su alma por última vez arriba de un escenario porque quizá, ellos sabían que era su última presentación ante miles de fans. Hoy en distintas partes del mundo, se abren exposiciones en su honor.
San Francisco, 27 agosto (dpa).- Bruno Coon, un fan de los Beatles, presenció hace 50 años el último concierto del grupo, sin duda un acontecimiento histórico. Pero el californiano, que por aquel entonces tenía solo 12 años, no pudo escucharlo bien pues «cuando los Beatles salieron al escenario se desató la histeria», cuenta a dpa.
«Era puro caos, gritos y más tumulto que concierto». Sin embargo, Coon, que hoy tiene 62 años y ha trabajado como compositor y redactor musical en películas como «Toy Story» y «Monstruos University» (Monsters University en Latinoamérica), se entusiasma al recordarlo y dice de forma nostálgica: «Fue absolutamente emocionante».
El 29 de agosto de 1966 vibraron junto a él otros 25 mil fans que llenaron con sus chillidos el estadio Candlestick Park de San Francisco. Pagaron de cuatro a seis dólares por la entrada para asistir al último concierto que cerraba la tercera gira por Estados Unidos de los Beatles.
Fue un concierto histórico en el que John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison salieron por última vez juntos al escenario ante miles de personas.
No fue una despedida ostentosa. Empezaron con Chuck Berry tocando Rock and Roll Music y unos 33 minutos después acabaron la actuación con su versión de la canción de Little Richard «Long Tall Sally«. Despacharon a la histérica masa con 11 canciones, entre ellas «Yesterday» y «I feel fine».
El grupo tocó en un pequeño escenario en medio del campo de baseball rodeado de un alambrado de dos metros de alto, sin mantener contacto con las adolescentes enloquecidas, algo que habían acordado con el promotor de la gira.
Decenas de policías vigilaban el escenario e impedían que los fans saltasen la valla, a pesar de sus continuos intentos. Y nada más terminar, los músicos se marcharon en una limusina directos al aeropuerto.
«Las chicas gritaban como locas», cuenta Rhonda Northrup, que asistió también al concierto. Coon invitó a la que era su compañera de clase y su padre les acompañó. Northrup, hoy profesora en el estado de Oregón, se acuerda de notar cierta tensión en los artistas. «No parecía que estuvieran del todo cómodos. Ringo Starr se daba la vuelta continuamente como si tuviese miedo de algo».
La última gira de los chicos de Liverpool no estuvo bendecida por la fortuna. En julio se produjo un altercado cuando los Beatles rechazaron la invitación de la mujer del presidente Imelda Marcos. Y en Estdos Unidos John Lennon consiguió consternar a fans y críticos al asegurar que los Beatles eran más conocidos que Jesús. Las desgana en los conciertos, hizo el resto.
Puede que los Beatles supieran que la actuación de San Francisco sería la última, especularon los medios. McCartney grabó en una cinta el concierto y Lennon subió su cámara al escenario e inmortalizó ese histórico momento en varias instantáneas. Los fans fueron los únicos que no vieron venir el final.
«Para mí fue un auténtico shock, no teníamos ni la más mínima idea», dice el músico Roy Loney, de 70 años y cofundador del grupo de rock de los 60 «The Flamin’ Groovies». Él vio a los Beatles en San Francisco en sus tres giras. «No me lo podía perder, cambiaron nuestras vidas. Por ellos decidimos nosotros formar un grupo».
Pero el sonido en el último concierto en el estadio Candlestick fue realmente malo, recuerda Loney, que tenía 20 años por aquel entonces. «Se escuchaba como si la música saliera de una radio al otro lado de la calle».
En el estudio los Beatles retomaron sus planes hasta la despedida oficial de McCarney, que anunció en abril de 1970 que no tocaría más con la banda. Los fans tenían la esperanza de que se volvieran a unir, pero el asesinato de John Lennon en Nueva York el 8 de diciembre de 1980 destrozó toda esperanza.
Dave Seabury, fan de los Beatles de 63 años, aún lamenta no haber estado con 13 años en el último concierto. Sus padres no se lo permitieron. Pero el músico y artista fue recompensado en 1986 en un mercadillo cuando por solo un dólar adquirió unos negativos con 72 fotos en blanco y negro de los Beatles.
«Presentía que eran fotos únicas», cuenta Seabury. Ahora está seguro de que las fotos, hasta ahora no publicadas, fueron realizadas hace 50 años en el último concierto, aunque aún no ha podido descubrir quién era el fotógrafo.
Seabury recaudo 7 mil dólares a través de la plataforma de crowdfunding Kickstarter con los que mejoró los negativos e hizo copias de «estos increíblemente conmovedores retratos». «John es el que mejor aspecto tiene de todos», dice. «Pero veo en muchas fotos cierto cansancio y tensión».
Justo 50 años después del concierto de Candlestick, se inaugurará el lunes 29 de agosto en San Francisco la exposición «Beatles: Lost and Found Photos» («Beatles: fotos perdidas y encontradas»). Y en conmemoración de los «Fab Four», una banda tocará las 11 canciones que tocaron en 1966 por última vez. Seabury no ha escatimado en gastos en la exposición. «Los Beatles nos cambiaron a todos, a la música y al mundo entero».