Científicos rusos han presentado una tecnología que permite a los perros permanecer bajo el agua hasta 500 metros durante media hora, sin consecuencias para el animal.
Por Lara Olmo
Ciudad de México, 22 de agosto (SinEmbargo/Ticbeat).- Un grupo de científicos rusos ha desarrollado una tecnología que permite que los perros puedan respirar hasta 500 metros bajo el agua y durante un máximo de 30 minutos. Una capacidad que les permitiría mejorar sus habilidades de salvamento subacuático de tripulación de submarinos o en hundimientos de barcos.
El encargado de desarrollar esta tecnología ha sido el Instituto Ruso de Investigación Científica de Medicina del Trabajo. El invento consiste en la respiración líquida, es decir, llenando los pulmones de un líquido especial rico en oxígeno disuelto que penetra en la sangre.
Además de abastecer al organismo con oxígeno, este líquido facilita a los submarinistas un ascenso más rápido a la superficie, y les evita la aeroembolia, una enfermedad usual de los buzos que aparece al ascender demasiado rápido desde la profundidad por un descenso brusco de la presión.
Actualmente, los perros pueden permanecer bajo el agua con esta tecnología durante media hora a una profundidad de hasta 500 metros, como ha señalado el subdirector general de la Fundación para Investigaciones del Futuro, organización que ha financiado esta investigación.
Cuando el animal sale del agua lo hace un poco aturdido y lánguido, pero al cabo de unos minutos se recupera totalmente, según relatan las mismas fuentes. Además, los pilotos y astronautas también podrán hacer uso de este líquido.
Han explicado que el proyecto de respiración mediante líquido ya se propuso hace varias décadas, pero entonces no interesesó porque no le encontraron un uso práctico.
En cualquier caso, los investigadores todavía tienen que resolver ciertas cuestiones que aún plantea, como por ejemplo, cómo introducir los componentes del líquido y extraerlos después del organismo, asegurando la salida del dióxido de carbono. Aunque el reto más importante va a ser superar la barrera psicológica que supone respirar bajo el agua, algo así como “ahogarse con líquido voluntariamente“.