Participan Juan Villoro, Enrique Serna y Rosa Beltrán. De perfil es un grito de juventud, agresivo, desenfadado, lleno de ironía pero también de rigor y de esperanza para revolucionar la existencia o enajenarse en ella; en esta obra las palabras son jóvenes: muestran una vitalidad feroz y un propósito firme de revitalizar el arte.
Ciudad de México, 20 de agosto (SinEmbargo).- El escritor mexicano José Agustín está de festejos. Este viernes llegó a los 72 años de vida y mañana, domingo 21, recibirá un homenaje para conmemorar las cinco décadas de publicación de su novela De perfil.
Allí estará acompañado de amigos, familiares y colegas, entre ellos los encargados de hablar sobre la obra que el célebre autor mexicano dio a conocer cuando apenas tenía 22 años en 1966: los escritores Juan Villoro, Enrique Serna y Rosa Beltrán.
De perfil cuenta la historia de un joven que se mantiene anónimo en la narración y habla de su vida entre fiestas con sus mejores amigos; la escuela, a la que le dedica poco tiempo; sus padres y sus nuevas experiencias en el terreno de lo sexual y lo social.
Esta novela de José Agustín “junto con Gazapo, de Gustavo Sainz –, se convirtió en una narración emblemática con cuyos personajes nos identificamos. No sólo fue el uso del lenguaje de los modismos y expresiones propias de cada generación las que leíamos ahí, lo que ya era mucho, sino sobre todo era ese algo inapresable que solemos denominar: el espíritu de la época y vaya que época”, opinó el intelectual Gerardo Estrada.
“José Agustín supo responder con sus historias a un periodo álgido, el de los ‘60, con un espíritu de rebeldía, libertad y juventud, personificado en escenas propias de la época. La clase media mexicana y su modo de hablar característico aparecen renovados en sus relatos, como vistos por primera vez”, dijo Serna en entrevista con el INBA.
“Una parte del ámbito intelectual estaba con la moda de la nouveau roman y creía que José Agustín era un narrador de lo inmediato, una especie de Chava Flores de las letras, condenado a un deslumbrón pasajero, porque además no hay nada más efímero que las costumbres juveniles”, agregó el siempre provocador Serna.
José Agustín se convirtió en un representante de la juventud, de una revuelta contracultural, sobre todo a partir de esa novela, especie de grito de juventud, agresivo, desenfadado, lleno de ironía pero también de rigor y de esperanza para revolucionar la existencia o enajenarse en ella; en esta obra las palabras son jóvenes: muestran una vitalidad feroz y un propósito firme de revitalizar el arte.
José Agustín también es autor de La tumba (1964), Se está haciendo tarde (1973), El rey se acerca a su templo (1977), Ciudades desiertas (1982), Cerca del fuego (1986), Luz interna (1989) y Luz externa (1990).
Nacido en Guadalajara, Jalisco, el 19 de agosto de 1944, conoció el éxito literario a edad temprana, una circunstancia que le dio –según dijo en una entrevista de 2014- libertad para escribir sobre cualquier tema.
Sin embargo, también le dejó la difícil etiqueta de ser sólo un autor para lectores adolescentes y de representar lo que Margo Glantz definió como “literatura de la onda”, una calificación que José Agustín ha rechazado.
“Leí y tuve el gusto de conocer al escritor Carlos Castaneda (autor de Las enseñanzas de don Juan) y una de las ideas que aparecen en sus libros y que me parece algo muy de tomarse en cuenta es que cuando uno borra su historia personal puede ser más libre. Cuando a uno lo conocen mucho lo meten en un cubo, como a mí”, dijo al cumplir 70 años.
Ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011, en el área de Lingüística y Literatura, José Agustín ha integrado un obra narrativa que suma 21 libros, pero además ha escrito ocho guiones cinematográficos, tres obras de teatro, dos libros autobiográficos y tres volúmenes de la serie de Tragicomedia mexicana, donde analiza la política y la sociedad de México entre 1940 y 1994.