Greenpeace
15/08/2016 - 12:04 am
Contaminación del aire: el asesino invisible
Las estadísticas en la Ciudad de México lo muestran con espantosa claridad: conforme aumentan los niveles de contaminación, se incrementan los ingresos hospitalarios por insuficiencia respiratoria y crisis asmáticas, entre otros males.
Por Arely Carreón*
La contaminación del aire ha producido alrededor de 39 mil muertes prematuras en nuestro país en los últimos años. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) estas cifras ubican a México entre los tres países más contaminados del Continente Americano y el segundo país con más muertes por la contaminación del aire. Sus principales víctimas son bebés, niños pequeños, enfermos crónicos y personas vulnerables como adultos mayores.
Las estadísticas en la Ciudad de México lo muestran con espantosa claridad: conforme aumentan los niveles de contaminación, se incrementan los ingresos hospitalarios por insuficiencia respiratoria y crisis asmáticas, entre otros males.
La mala calidad del aire que respiramos es un asesino invisible pero implacable. No existe otro problema más democrático y crítico que éste, pues la vida es inviable sin aire limpio y dadas sus características, es imposible crear barreras eficientes a la contaminación que flota en el aire.
Saberlo con certeza ha servido para presionar a las autoridades de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) a tomar medidas (aún insuficientes y poco eficaces) para tratar de resolver este grave problema. Académicos, investigadores, activistas, médicos, organizaciones civiles e incluso funcionarios públicos han usado esta información como herramienta poderosa para construir opciones y soluciones reales a este asesino invisible, venciendo la incredulidad y resistencia de diferentes actores sociales. Pero ¿qué pasa en el resto de las ciudades mexicanas?
De acuerdo con la Norma mexicana NOM-156-SEMARNAT-2012 todas las ciudades con más de 500 mil habitantes deben contar con sistemas de monitoreo de la calidad del aire para saber qué estamos respirando. Sin embargo, según el Sistema Nacional de Información de Calidad del Aire (SINAICA) de las 29 redes de monitoreo instaladas en México sólo 3 reportan datos confiables. Esto significa que sólo 18% de la población total del país (únicamente los habitantes de la ZMVM) podemos conocer la calidad del aire y actuar para reclamar nuestro derecho a un medio ambiente sano.
¿Por qué el gobierno de la República no cumple con esta obligación? ¿Acaso los ciudadanos de otras zonas metropolitanas son ciudadanos de segunda clase? ¿Acaso sólo la ciudad en donde están los poderes de la Federación merecen un sistema creíble de monitoreo y evaluación de la calidad de aire?
Cumplir con esta obligación requiere de presupuestos adecuados, invertidos de manera inteligente para prevenir muertes y conflictos cuando aún son pequeños y sencillos de manejar. De acuerdo con la CANACOPE-CDMX (1) dos contingencias ambientales y 25 días de Hoy no circula ampliado produjeron pérdidas de 5 mil 400 millones de pesos. Imaginemos que estos escenarios de contingencia lleguen a producirse en las 59 zonas metropolitanas de México ¡Las pérdidas serían incuantificables!
Es inadmisible no invertir en los sistemas de monitoreo para conocer la magnitud del problema y poder intervenir adecuada y oportunamente para reducirlo. Es imposible tomar decisiones técnicamente acertadas, con los escasos recursos disponibles tanto para los gobiernos estatales y municipales sin contar con información precisa. La evaluación y monitoreo son elementos indispensables para saber si las medidas que se toman para reducir la contaminación del aire están resultando. No se puede seguir ignorando el problema, ni tampoco improvisar “soluciones” sobre la base de la buena voluntad y sin sustento. Las autoridades no pueden seguir gobernando con base a encuestas de opinión y previsiones electorales. Se debe medir el problema de forma científica.
Las decisiones difíciles, a veces impopulares, pero necesarias que los gobiernos deben tomar para reducir la contaminación no pueden sostenerse sin cifras creíbles. No tenemos más tiempo que perder, el gobierno federal debe cumplir la NOM-156, para evitar que el asesino de la contaminación del aire siga matando.
(1) http://www.economiahoy.mx/nacional-eAm-mx/noticias/7539006/05/16/Perdida-economica-por-contingencias-ambientales-es-de-5400-mdp.html
* Areli Carreón es consultora de movilidad Greenpeace México.
FB: Greenpeace México
Tw: @greenpeacemx
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