Rita Varela Mayorga
09/08/2016 - 12:00 am
¡Todo al doble! El perjuicio está en ganga
En sus primeros 3 años y 7 meses de operación, el sexenio de Enrique Peña Nieto parece estar en ganga permanente: ¡Todo al doble! Aunque ese “al doble” no sea por beneficios ni más frutos, sino por una serie de perjuicios que han dañado aún más la calidad de vida de los mexicanos. Al doble, […]
En sus primeros 3 años y 7 meses de operación, el sexenio de Enrique Peña Nieto parece estar en ganga permanente: ¡Todo al doble! Aunque ese “al doble” no sea por beneficios ni más frutos, sino por una serie de perjuicios que han dañado aún más la calidad de vida de los mexicanos.
Al doble, sí, porque las cifras negativas en prácticamente todos los rubros se comparan con las cuentas que entregó el panista Felipe Calderón Hinojosa, el hombre que con su guerra contra las drogas detonó una escalada criminal y de violaciones a los derechos humanos que en una década ha costado la vida a decenas de miles de mexicanos, sin contar también los miles que están hoy desaparecidos.
Calderón Hinojosa, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inegi), heredó al menos 121 mil muertes violentas relacionadas con el narcotráfico durante su administración; una cifra escalofriante de una muerte cada 30 minutos en el país.
En el terreno económico, además, la economía mexicana apenas creció 1.9 por ciento en promedio, el más bajo, hasta entonces, en 24 años o desde el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado.
Sin embargo, y pese a las promesas de cambio, de Mover a México, la administración del mexiquense Peña Nieto ha logrado, no en seis sino en 3.7 años, duplicar los números negativos de Calderón Hinojosa, lo cual parecía imposible después del paso por la Presidencia del político “iracundo” –como le llamó en enero de 2015 su ex colaborador, el panista Juan Molinar Horcasitas, quien falleció el 21 de mayo de ese mismo año–, del político “colérico” y “fracasado” –como lo calificó en septiembre de 2012 el también panista Javier Corral Jurado, ahora Gobernador electo de Chihuahua.
Y es que la rapidez con que el Primer Mandatario y su equipo han doblado los números rojos de Calderón –en homicidios, feminicidios, desapariciones forzadas, violaciones a los derechos humanos, pobreza, desigualdad, debilidad económica, levantamientos sociales y corrupción– sorprendieron a los propios priistas y a su líderes. No calcularon, no vieron venir, por soberbia, que las cosas no marchaban desde los primeros meses y nadie, ninguno de sus colaboradores cercanos ni los viejos lobos del PRI, se atrevieron a poner freno a un Gobierno federal que no sólo copió la fórmula calderonista sino que, como han dicho ya politólogos y expertos en pobreza y seguridad, superó el fracaso del panista michoacano.
Ahora, a escasos 5 meses y días de completar su cuarto año de Gobierno, EPN y su equipo están metidos en serios problemas: tienen frente a sí el rechazo social –es el Presidente con los menores niveles de aceptación en la historia– y con ello al país caliente y en protesta continua; encima, hoy los empresarios, el poder económico del país, se les enfrenta, los amenaza, los tiene en la mira.
Los daños materiales, físicos e incluso morales contra los mexicanos se suman en vez de restarse y las consecuencias políticas para el PRI presagian una debacle en 2018.
Pero más allá de quién gane la elección federal de ese año, la previsión –esas sí con pelos y señales– es que la administración peñista será recordada como una de las peores en la historia del país, y como la que deje un México más pobre, desigual y violento.
Es el resumen de 3.7 años: ¡Todo al doble!, comenzando por el sufrimiento de cientos de miles de mexicanos asesinados y desaparecidos, y el de sus familias, que no encuentran justicia y mucho menos consuelo.
¡Buena semana, y nos vemos el próximo martes!
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