La comida es cara en los parques de diversiones, y generalmente no es buena, y los Universal Studios de Florida no son la excepción, donde todo es diversión hasta que llega la hora de comer.
Ciudad de México, 22 de julio (SinEmbargo).– En 2013 los Estudios Universal de Orlando, Florida, inauguraron la zona «Springfield, U.S.A.», en donde replican los establecimientos más representativos de la ciudad natal de la familia Simpson.
Para todo fan -me asumo- es una experiencia inolvidable, tomar una cerveza Duff en la Taberna o comprar una «llamarada Moe» enlatada en el Kwik-E-Mart. Tomarte una foto con Krusty, al lado de la patrulla del Jefe Gorgory, o con el gigante de las donas Lard Lad, y hasta hacer tu propio couch gag. Una maravilla.
En esta posición, me pareció una buena idea empeñarme en comer en Krusty Burger. Error. Como experiencia está bien, para decir «comí una hamburguesa de Krusty, el payaso, y tú no», también, pero la verdad es que son un poco caras (aunque aceptables para el promedio de los parques) y no muy buenas, de hecho, malas.
Cuestan entre 11 y 13 dólares, con sus papas incluidas y sin bebida. Por supuesto que la acompañé de una cerveza Duff, que cuestan entre 8 y 11 dólares, con su variedad light y de barril, ésta última la más conveniente.
Veredicto: Aprobado. La experiencia lo vale, y si eres un fan de Los Simpson mucho más. Si buscas hamburguesas más ricas espera a tu cena. Y, vamos, ¿quién en su sano juicio podría pensar que hay comida rápida de calidad en Springfield?