La paradoja es que, durante los últimos nueve años, su gobierno ha tomado toda una serie de medidas contra las mismas, llegando en numerosas ocasiones a ordenar su censura.
Por: Marcos Merino
Ciudad de México, 17 julio (SinEmbargo/Ticbeat).- Hace ya cinco años, la llamada «Primavera Árabe» fue el primer gran evento político retransmitido globalmente a través de las redes sociales. Las protestas contra Mubarak en Egipto, por ejemplo, fueron difundidas y coordinadas a través de Twitter y Facebook, pese a los múltiples intentos de censura de las redes por parte del régimen. Muchos manifestantes anti-Mubarak se miraban en el espejo de la Turquía de Erdogan, quien entonces llevaba 9 gobernando Turquía y constituía un ejemplo de democratización de un país musulmán tras un largo ciclo de golpes militares.
Sin embargo, en 2013 la Primavera Árabe llegaba a la propia Turquía bajo la forma de las protestas del Parque Gezi, un campaña ecologista que desembocó en un amplio movimiento de manifestaciones ciudadanas contra la política autoritaria de Erdogan: ante la autocensura de los medios tradicionales, los activistas utilizaron las redes sociales para, de nuevo, difundir y coordinar las protestas. Erdogan, auxiliado por una legislación de censura de Internet que ya había servido para cerrar el acceso a Youtube por “insultar a la identidad turca” en 2007, calificó de ‘amenaza’ a Twitter, censuró durante días la red social y persiguió -una vez terminadas las protesta- a diversos activistas en base a los tuits publicados durante esos días.
Cuando, un año más tarde, el gobierno turco volvió a enfrentarse a protestas ciudadanas tras la publicación de numerosos casos de corrupción, Erdogan ya contaba con una nueva legislación de censura, aún más restrictiva. Hace unos meses, de hecho, se publicaba que Turquía lideraba el ranking de peticiones de censura en Twitter (con un 70 por ciento del total).
EL PRIMER GOLPE DE ESTADO RETRASMITIDO ONLINE
Lo paradójico de la relación de Erdogan con los medios sociales es que, dos años más tarde, han sido un elemento clave para que el presidente turco lograra desactivar el golpe de Estado militar contra su gobierno del cual el mundo fue testigo anoche. Una de las primeras acciones de los golpistas fue bloquear las redes sociales (aunque la mayor parte del tiempo sólo consiguieron ralentizarlas).
Confirmed: Twitter, Facebook & YouTube blocked in #Turkey at 10:50PM after apparent military uprising in #Turkey pic.twitter.com/J9ER5yOGYP
— Turkey Blocks (@TurkeyBlocks) 15 de julio de 2016
Erdogan, que se encontraba de vacaciones, no pudo trasladarse en un primer momento hasta alguna de las grandes ciudades del país (Estambul o Ankara) para hacerse cargo de la situación. Además, los golpistas habían tomado la televisión estatal. Así que tomó la decisión de dirigirse brevemente a los ciudadanos del país a través de una videollamada a una presentadora de CNN Turquía, realizada con la app Facetime de su iPhone. Gracias a eso, pudo llamar al pueblo turco a lanzarse masivamente a la calle para frenar a los golpistas, aspecto que resultó clave a la hora de bloquear la ‘intentona’.
Mientras, muchos internautas turcos se habían lanzado ya a usar servicios de streaming de vídeo como Periscope y Facebook Live, lo que permitió al mundo estar puntualmente informado de cómo se estaba viviendo la situación en las calles del país.