A diferencia de la manera en la que las películas de Hollywood retratan a otras metrópolis del mundo, como Nueva York en medio de la destrucción por una enorme criatura que emerge del mar, o el Golden Gate invadido por mutantes, lo que la ficción dice de Las Vegas sí pasa –claro, dependiendo de tu presupuesto– y aún mejor, ahí se queda.
Ciudad de México, 1 de julio (SinEmbargo).- Si algo ofrece esta ciudad son posibilidades. Es decir, oportunidades casi infinitas de diversión, esparcimiento, y también, ¿por qué no? de destrucción. Es decir, si tú quieres y te alcanza, puedes acceder a una de las vidas nocturnas más importantes del mundo. Puedes también pasar días y noches enteros en las slot machines a la espera de que te den la combinación correcta para multiplicar tu dinero o bien sentarte ahí a esperar a que pase una «coctelera» a ofrecerte una bebida premium gratis, claro, con su respectiva propina.
Las Vegas también es el lugar en el que cientos de personas a punto de casarse pasan sus últimos días de soltería. Donde otros más contraen matrimonio casi sin quererlo, y en donde hay por lo menos una persona cada 10 metros que reparte tarjetas con mujeres semidesnudas y un teléfono para contactarlas.
Es definitivamente, un lugar en el que las reglas se pueden romper. Donde no se ve mal desayunar piñas coladas (al fin tienen una cereza en un palillo), ni «cenar» un desayuno del McDonalds 24 horas.
Donde tienes la Torre Eiffel, el Empire State, los canales de Venecia, la esfinge de Giza y el Coliseo Romano en menos de siete kilómetros. Donde siempre hay luz en las calles pero no siempre están llenas.
En «la ciudad del pecado» conviven también ciudadanos y migrantes, ingleses y mexicanos, puertorriqueños y alemanes. Buffetes costosos al interior de los casinos y Denny’s sobre el Strip; una boutique Gucci y enfrente un Ross, dress for less.
El año pasado la revista TIME señaló a esta ciudad de Nevada como el destino más barato para viajar dentro de Estados Unidos, y comparado con otras ciudades, Nueva York, por ejemplo, en las que un cuarto de dos metros cuadrados cuesta miles de pesos y un hot dog de carrito 20 dólares, disfrutar del entretenimiento lúdico de Las Vegas resulta hasta económico.
Pero no todo es comer-beber-apostar, la gran mayoría de los hoteles cuentan con shows artísticos y de entretenimiento, desde los legendarios Blue Man Group o los del Cirque du Soleil, hasta las residencias de cantantes y djs como Celine Dion, Britney Spears y Major Lazer.
Además, también hay espectáculos callejeros, como imitadores de Michael Jackson, bandas en la calle Fremont de Las Vegas Downtown, o las míticas fuentes danzantes del Bellagio.
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Conclusión: Al igual que todo en la vida, este destino se disfrutará en la medida en que cada quien esté dispuesto a hacerlo. Hay opciones para todos los gustos, pero también sabemos cuál es el perfil que mejor encaja en «la ciudad del pecado».
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– I hate to say this, but this place is getting to me. I think I’m getting the Fear.
– «Nonsense, we came here to find the american dream now were riding the vortex you wanna quit?»
Diálogo de Fear and Loathing in Las Vegas
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