Hanning, miembro del cuerpo de las SS hitlerianas, sirvió entre enero de 1943 y junio de 1944 como guardia en Auschwitz, periodo por el que la fiscalía le acusa de complicidad en las muertes de 170 mil confinados.
Berlín, 13 de junio (EFE).- El Comité Internacional de Víctimas de Auschwitz se mostró hoy horrorizado ante la petición de absolución presentada por la defensa del exmiembro de las SS Reinhold Hanning, acusado de complicidad en la muerte de 170 mil presos de ese campo de exterminio nazi, en el que trabajó como guardia.
El procesado fue «parte activa de la maquinaria de la muerte» del nazismo, indicó el vicepresidente ejecutivo del Comité, Christoph Heubner, en declaraciones que recoge la prensa alemana con el juicio a Hannig, de 94 años, visto ya para sentencia.
Heubner calificó de «macabra e indignante» la solicitud de los abogados en el juicio, que será «muy probablemente el último» que pueda llevarse a cabo contra un miembro de las SS dada la avanzada edad tanto de los responsables de los crímenes del nazismo como de los supervivientes.
Sería «fatal» que éste no concluye con una condena para el procesado, apuntó en referencia a la sentencia que se espera que dicte este viernes la Audiencia de Detmold (centro del país).
En Auschwitz, el mayor y más mortífero campo de exterminio nazi, levantado en la Polonia ocupada, se estima que fueron asesinados 1.1 millones de personas, en su mayoría judíos, así como homosexuales, gitanos y presos políticos.
La defensa de Hanning apuntaló su solicitud de absolución en la consideración de que no hay pruebas de que participara directamente en la muerte o tortura de confinados.
La fiscalía, por su parte, pidió seis años de cárcel para el procesado.
Con estas dos peticiones, de la defensa y de la acusación, quedó visto para sentencia el proceso contra Hanning, quien en la sesión celebrada el pasado sábado desestimó hacer una última declaración personal sobre los crímenes que se le imputan.
Hanning, miembro del cuerpo de las SS hitlerianas, sirvió entre enero de 1943 y junio de 1944 como guardia en Auschwitz, periodo por el que la fiscalía le acusa de complicidad en las muertes de 170 mil confinados.
El procesado tenía por entonces 23 años y asistió, según la acusación, a las muertes de mujeres, niños o ancianos, fuera en las cámaras de gas de Auschwitz, de hambre o de enfermedad.
Su juicio se inscribe en la serie de procesos tardíos impulsados por Alemania a raíz del caso del ucraniano John Demjanjuk, al que se extraditó desde Estados Unidos (EU) en 2009 y que fue juzgado por complicidad en 28 mil asesinados en Sobibor, asimismo en la Polonia ocupada.
Demjanjuk fue condenado en 2011 a cinco años de cárcel, tras un proceso interrumpido en varias ocasiones por el estado de salud del acusado, que asistió a las vistas en camilla o silla de ruedas y que se mantuvo en silencio durante los casi dos años que duró el juicio.
El procesado murió diez meses después de escuchar sentencia en un asilo de ancianos, pero su caso creo jurisprudencia y posibilitó la apertura de otros sumarios parecidos por complicidad en el Holocausto.
Todos los juicios han estado marcados por dificultades parecidas, suspensiones y maniobras dilatorias por parte de las correspondientes defensas, de modo que algunos han acabado sobreseídos, pero otros sí se cerraron con sentencias.
El año pasado, otro antiguo miembro de las SS, el llamado contable de Auschwitz, Oskar Gröning, también de 94 años, fue condenado a cuatro años de cárcel por complicidad en 300 mil casos de asesinato.
Hay asimismo pendiente otro juicio similar contra un enfermero de ese campo de exterminio, cuyo inicio se ha visto repetidamente postergado por razones de salud del acusado.