Desde este martes, Yecenia Armenta Graciano puede retomar su vida, la cual cambió en julio del 2012 cuando policías ministeriales de Sinaloa la detuvieron y durante horas la golpearon, asfixiaron, e incluso, violaron, para obtener una confesión, firmada con los ojos vendados, sobre el asesinato de su esposo. Amnistía Internacional (AI), que siguió su proceso, espera que este caso sea el parteaguas para que el sistema de justicia penal mexicano excluya pruebas obtenidas bajo tortura para determinar la culpabilidad de alguna persona.
Ciudad de México, 7 de junio (SinEmbargo).– Yecenia Armenta Graciano fue liberada después de vivir cuatro años en una prisión de Sinaloa. En la sentencia absolutoria, dictada por el juez Juan Luis Quiñones Beltrán, se reconoce que la «confesión» de haber ordenado el asesinato de su esposo fue obtenida bajo tortura por lo que carece de todo valor. Esto, dice Amnistía Internacional (AI), reafirma la necesidad de que en México se excluya cualquier prueba obtenida bajo tortura o malos tratos para inculpar a alguien.
«En México se sigue usando la tortura excesivamente para la obtención forzada de confesiones”, criticó el relator contra la tortura de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), Juan Méndez, durante su visita al país en abril pasado. Crisis Group hizo lo propio en un artículo de mayo, donde criticó que el sistema de justicia penal del país tiene una excesiva dependencia a las confesiones para determinar la culpabilidad de una persona.
Durante la investigación y la integración de la averiguación previa, se concluyó sobre el encarcelamiento de Yecenia, que hubo irregularidades y no se respetó la presunción de inocencia.
“La increíble crueldad de la tortura que sufrió Yecenia es parte de las actividades diarias de las policías mexicanas, quienes rutinariamente presentan evidencias ilegales en investigaciones penales en todo el país. Su puesta en libertad el día de hoy da una luz de esperanza a aquellas personas encarceladas injustamente en México,» dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
El 9 de mayo pasado, la Procuraduría local formuló al Juez conclusiones acusatorias. Él tenía la última palabra. La única prueba en su contra era aquella confesión que, sin poder leer, Yecenia Armenta firmó con los ojos vendados después de haber sido golpeada, asfixiada y violada.
«Entendemos que el juez el día de hoy basó su absolución en una exclusión de las pruebas ilegales y un análisis de las irregularidades del caso. Aún no hemos visto la sentencia, pero entendemos que en ese sentido va. Es algo que reafirma la necesidad en este país de excluir cualquier prueba obtenida bajo tortura o malos tratos», expuso en entrevista con SinEmbargo Madeleine Penman, investigadora para México de Amnistía Internacional.
La minuta de la Ley General contra la Tortura en México no lo hace, alertó Penman.
Aseguró que la liberación de Yecenia es un paso y una «justicia parcial» hasta que los torturadores no sean castigados.
«El hecho de que ninguno de ellos haya pisado la cárcel ni hayan sido consignados es muy grave y se debería llevar a una investigación cabal para dar con los responsables. La Policía Ministerial de Sinaloa fue responsable de esta tortura. Amnistía Internacional ha tenido contacto con la Procuraduría General de Justicia del Estado y es lamentable que no hay avances en el caso», declaró.
Para Guevara Rosas, la ausencia de castigo «demuestra la falta de independencia de las autoridades en este caso. Los perpetradores de estos actos despreciables deben ser llevados ante la justicia y Yecenia debe recibir reparación por el daño sufrido”.
Hace dos semanas, en entrevista telefónica con este sitio, Yecenia le pidió al Juez que actuara con justicia y no por cuestiones políticas, que considerara que se le hizo firmar una declaración falsa y que pensara en el tiempo que se le ha robado.
“A veces me despierto sin ganas de levantar la cabeza. Es cansado. Parece que nunca va a acabar”, confesó.
Pero sí acabó. Después de estar ahí desde julio del 2012.
Amnistía Internacional habló con ella hace unas horas. «Yecenia está saliendo al mundo para retomar su vida de mamá, ver a sus dos hijos y obviamente con mucha alegría y con sentimientos encontrados por estos cuatro años de injusticia. Está muy agradecida por la solidaridad internacional, quiere decirle a otras mujeres que nunca dejen de luchar en contra de las injusticias. Está contenta. Es un gran día para ella», contó Penman.
Desde 2015 la organización internacional la visitó tres veces en el Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito (CECJUDE) de Culiacán y siguió su proceso. Activistas de más de 20 países, entre ellos España y Australia, la apoyaron con movilizaciones y cartas.
Yo espero justicia –declaró Yecenia en la charla con este medio– que no se olviden de mí y que a nadie lo traten como a mí se me trató.
LOS OTROS CASOS
Madeleine Penman aseguró que el caso de Yecenia es uno emblemático que representa «a muchísimas personas» que han sido víctimas de brutales actos de policías en todo el país y espera que lo que vivió «despierte» a Sinaloa y al resto de los estados.
«Sinaloa realmente ha ignorado el tema de derechos humanos durante muchísimos años. Es un estado que ha hecho caso omiso de este tipo de temas. Pensamos que con el caso de Yecenia pueda despertar y darse cuenta de que se están cometiendo muchísimas injusticias en esa entidad. Que ponga un parteaguas en Sinaloa y los otros estados de México».
A nivel federal, la Procuraduría General de la República (PGR) documentó que el número de denuncias de tortura presentadas aumentó más del doble entre 2013 y 2014 de mil 165 a 2 mil 403 casos, de acuerdo con el informe de Amnistía Internacional “La epidemia de la tortura en México continúa”. De los 2 mil 403 casos, mil 622 se encontraban bajo investigación.
“La falta de seguimiento y control respecto a las denuncias de tortura suscita serias dudas sobre la capacidad de las autoridades para reunir pruebas suficientes con las que lograr una condena”, acusó Amnistía.
La tortura en México por parte de las autoridades para obtener confesiones de crímenes ha sido evidenciada mediante videos filtrados en la red o a medios de comunicación.
El jueves 14 de abril se reveló uno donde se mostraba a una policía militar y a un agente de la Policía Federal interrogar a una mujer con una bolsa en la cabeza. La exhibición orilló al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el General Salvador Cienfuegos Zepeda a ofrecer una disculpa pública.
También en abril, el medio estadounidense Breitbart Texas publicó un video sobre Erick Morales Guevara, miembro de la Marina Armada de México. Durante un operativo para localizar a Silvestre Haro Rodríguez, alias “El Chive”, allanó la casa de un líder del Cártel del Golfo, en Tamaulipas, conocido como “El Mimido”. Allí el equipo reunió a los hombres armados, los vistieron con lencería de mujer y los obligaron a besarse entre ellos, de acuerdo con el diario.
Posteriormente, un video reveló el 23 de abril que policías de la Ciudad de México golpearon en el estómago a tres hombres después del atraco a una tienda Liverpool.
En mayo otro audiovisual mostró a un presunto agente de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) asfixiando a un hombre también con una bolsa de plástico.