Su libro La Metamorfosis está considerado dentro de las grandes obras de literatura universal. Sus obras han sido relacionadas con los movimientos filosóficos del existencialismo y el expresionismo.
Ciudad de México, 3 de junio (SinEmbargo).– Un día como hoy pero de 1924 fallece el escrito checoslovaco Franz Kafka, quien es especialmente recordado por sus obras La Metamorfosis (1915), El Castillo (1922) y Carta al Padre (1919).
Se le considera uno de los creadores literarios más influyentes del siglo XX y su obra ha sido asociada al existencialismo y el expresionismo.
Franz Kafka nació el 3 de julio 1883 en Praga, República Checa; en el seno de una familia de comerciantes judíos. Comenzó su formación en la escuela de gramática alemana en el Palacio Kinský; más tarde ingresó a la Universidad alemana de Charles-Ferdinand, de la que se doctoró en Derecho en 1906.
Durante su etapa universitaria conoció a Max Brod (1884-1968), quien, además de ser su amigo más íntimo, fue su editor y biógrafo, así como el salvador y promotor de sus escritos, apunta la página web “kafka.org”.
En 1907 encontró trabajo en la compañía de seguros Assicurazioni Generali; un año después comenzó a laborar en el Instituto de Seguros de Accidentes de los Trabajadores del Reino de Bohemia, donde permaneció hasta 1922 cuando se retiró aquejado de tuberculosis.
En esa época público historias cortas en la revista Hyperion, que recopiló en su colección Contemplación (1912), y escribió novelas breves y cuentos, así como sus Diarios; destaca su relato “Metamorfosis” (1915).
Además, en estos años cultivó su interés por la mística y el judaísmo oriental, que ejercieron sobre él una notable influencia y favorecieron su adhesión al sionismo socialista.
En 1917 padeció los primeros síntomas de tuberculosis. Sin embargo, a pesar de su enfermedad, sus cinco tentativas matrimoniales frustradas y su empleo de burócrata, se dedicó intensamente a la literatura a lo largo de su vida.
A decir de la crítica especializada sus obras se caracterizan por una marcada vocación metafísica, una síntesis de absurdo y lucidez, por personajes que son agitados por instancias ocultas y por un pesimismo irónico.
En sus escritos aborda situaciones sociales, angustiosas y grotescas, con un estilo que va desde lo fantástico al realismo más estricto, indican sus biógrafos.
Entre sus textos figuran, además, Un brevario para damas (1909) En la colonia penitenciaria (1919), Carta al padre (1919), Un médico rural (1919), El jinete del cubo (1921) y Un artista del hambre (1924).