La violencia contra las mujeres no ocurre sólo en el transporte público o los espacios públicos, no se limita a golpes o insultos y los agresores no siempre son hombres que se encontraban en el mismo lugar por casualidad. La política mexicana ha normalizado la figura de las mujeres como objeto, concepción que también es agresiva con este sector de la población.
Ciudad de México, 3 de junio (SinEmbargo).- Candidatos, alcaldes, diputados e incluso presidentes mexicanos han contribuido a promover una cultura que denigra a las mujeres. Desde comentarios desatinados hasta actos de humillación pública, los políticos mexicanos también son parte de la violencia machista contra la que miles de mujeres se pronunciaron en distintas ciudades del país durante la marcha del pasado 24 de abril.
El martes 31 de mayo, el Partido Nueva Alianza (Panal) celebró su cierre de campaña en la Ciudad de México. Fue con este motivo que contrataron a edecanes cuya única vestimenta consistió en pantalones blancos, ya que la parte superior de su cuerpo fue cubierta con pintura de los colores del partido, por medio de la técnica body paint. Esta campaña fue calificada como sexista en redes sociales.
El caso de Nueva Alianza no es único. En la historia de la política mexicana hay diversos episodios que involucran a integrantes de todos los partidos captados en video o audio al agredir a mujeres. Los ejemplos van desde el ex Presidente Vicente Fox Quesada llamando «lavadoras de dos patas» a las amas de casa hasta Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el ex dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el entonces Distrito Federal, quien fue acusado de dirigir una red de prostitución al interior del instituto político.