Es la celebración del Día de la Madre un buen momento para recordar que México atraviesa por una grave crisis de maternidad, pues a diario mil niñas de entre 10 y 19 años se convierten en mamás en nuestro país.
De acuerdo con el Subsistema de Información sobre Nacimientos (Sinac), sólo en 2014 nacieron casi 400 mil niños de madres de entre 10 y 19 años.
Si consideramos que de estos nacimientos 6 mil se dieron en niñas menores de 14 años, la situación se agrava a niveles alarmantes, sobre todo porque un gran porcentaje de esas niñas fueron impedidas para tener una relación de pareja estable, incluso para poder criar a sus hijos con lo mínimo indispensable, pues alrededor de un 20 por ciento de estas niñas no cuentan siquiera con seguridad social.
Cada día, pues, nacen 30 bebés de madres niñas en nuestro país, lo que ha puesto contra la pared ya a las autoridades de salud y a las políticas públicas que se encargan de contrarrestar este situación que parece irreversible.
El propio Secretario de Salud, José Narro Robles, dijo:
«Pensar que cada día nacen 30 niños de madres-niñas; 30 niños de madres-niñas de 14, 13, 12, 11 y 10 años, es algo que nos tiene que doler a todos. Es una prueba de fallas en la familia, en los servicios de salud, en los servicios educativos, en el conjunto de la sociedad y lo tenemos que prevenir porque cuando una niña de 12 años que debería estar estudiando y jugando está cuidando a su hijo, algo no está funcionando».
Sin bien a nivel mundial la problemática existe (16 millones de adolescentes son madres al año), en nuestro país la problemática empeora año con año, de ahí que ahora México, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), ocupe el primer lugar de embarazos en adolescentes, siendo líderes de las estadísticas los estados de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Guanajuato, BCS, Sonora, Sinaloa, Puebla y Aguascalientes.
Aun cuando desde 1997 esta problemática empezó a registrar un problema de salud pública, las estrategias gubernamentales han resultado fallidas, pues a la fecha se estima que de cada cien nacimientos al menos veinte son de madres-niñas.
Urge, pues, un esfuerzo de todas las instancias de gobierno (y de la familia) para poner un alto a este mal nacional.