El secuestro, el futbolista, el Estado fallido
En El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe que: «debe estar agobiado, desesperado. Debe sentir que el tiempo se le agota y no ha dejado huella […]. Ese contexto, y un pobre, muy pobre juicio sobre lo que se debe y no hacer en política, llevaron al Gobernador de Tamaulipas, el priísta Egidio Torre Cantú, a una de las exhibiciones de debilidad y fracaso más rotundas de las que un servidor tenga registro: El Gobernador que nunca da la cara, […] decidió improvisar una conferencia de prensa para anunciar que el popular futbolista Alan Pulido había sido liberado del secuestro que sufrió un día antes […] una semana de las elecciones, cuando se sabe que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) la tiene muy difícil para mantener Tamaulipas, el Gobernador trata de usar el secuestro de una figura pública para la promoción política. El plagio y liberación del también seleccionado nacional exhibe los peores horrores de Tamaulipas: ahí los narcos operan en coordinación con las autoridades estatales, posiblemente incluso sometiéndolas. Y la presencia de las fuerzas federales, que han ido rotando desde finales del sexenio de Vicente Fox, ha fracasado, exhibiendo la falta de estrategia […]. El secuestro y la sorprendentemente expedita liberación del delantero Alan Pulido han desatado toda suerte de teorías y dudas sobre las versiones oficiales. Se fundan en la descomposición de un estado —que hace tiempo califica como estado fallido— y la sucesión de sospechosos personajes que han despachado como gobernadores. Este domingo hay elecciones para renovar al mandatario estatal. Se ve que están desesperados. El secuestro de Pulido los exhibió así. Pero ellos están en la conservación del poder. No tenerlo les desespera. Hay una ciudadanía que también está desesperada, desde hace mucho más tiempo. Pero eso les importa poco».

En Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que: «vivo en un país que ni cuando las cosas salen bien, a los gobiernos les salen bien. Este es, íntegro, el comunicado del Gobierno del Estado de Tamaulipas la madrugada de ayer: ‘El Grupo de Coordinación Tamaulipas informa que en un operativo conjunto de las fuerzas federales y estatales, poco antes de la medianoche del domingo 29 de mayo se logró rescatar sano y salvo al futbolista profesional Alan Pulido, quien fue privado de su libertad la noche del sábado 28 de mayo en esta ciudad capital. Pulido en estos momentos se encuentra bajo valoración médica. Información completa más tarde. El Gobernador Egidio Torre Cantú, que estuvo atento a este suceso, visitó al jugador para constatar que se encontraba bien y felicitó a las fuerzas federales y estatales por el exitoso operativo’. Exitazo, pensaría uno. Unas horas después del ‘levantón’, víctima liberada. Pues no tan así. En subsecuentes entrevistas nos enteramos, por boca de quienes habían dado a conocer el boletín que la cosa no era así. ‘Él estaba en una casa de seguridad. Estaba en la planta alta y lo dejaron solo, al estar solo maniobra y en una de esas puede zafarse y es como empieza a forcejear con la persona. Fue muy rápido, pero pudo reaccionar, avisa y es como llega la policía, prácticamente, en cuestión de minutos’. Así lo dijo el procurador. Pulido forcejeó, marcó el 066 —que sabemos funciona de maravilla— y mientras escapaba rompiendo un vidrio llegaron los policías y se lo encontraron. Es decir, el de la hazaña fue Pulido. Luego que nadie se pregunte por qué es imposible creerles a las autoridades. ¿Rescate? ¿Exitoso operativo? ¿Exitosa huida? Podría yo llenar de más dudas este texto. ¿Solo un secuestrador aprehendido? […] ¿Los secuestradores ya no amarran a sus víctimas? […] ¿El Gobernador atiende a todas las víctimas de secuestro personalmente? Como suele suceder en estas cosas con nuestras autoridades, el suceso quedará ahí, opaco, entre la bruma de la politiquería. Y en medio de cientos y cientos de secuestrados en Tamaulipas. Autogolazo del Gobernador Torre Cantú».

Les vale el SNA
En El Universal, la periodista Katia D’Artigues, escribe que: «este sábado 28 de mayo se cumplió el plazo constitucional que los mismos legisladores establecieron y nada. No tenemos aún en el país leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA). Violaron la Constitución. Bueno, ayer como canción de Joaquín Sabina, estaba citado a una reunión para dictaminar iniciativas a las 10, que se convirtió en las 11, 12, la 1, las 2 y nada… Que quieren dictámenes más consensados. Aun así hoy se llamaría —pero habrá que ver si sí— en la Comisión Permanente a un periodo extraordinario para que estas iniciativas se discutan entre el 13 y 17 de junio».

Necesidad de «peces gordos»
En El Universal, su Editorial, escribe que: «en diciembre del año 2000, cuando Vicente Fox asumió como Presidente de México, su entonces contralor Francisco Barrio prometió que iría tras los ‘peces gordos’ de la corrupción en el país […]. Gran decepción fue ver que no sólo no se atrapó a altos funcionarios o ex gobernantes en esa administración, sino tampoco en los 15 años siguientes. Desde entonces se ha vuelto común la expresión ‘peces gordos’ para referirse a los altos funcionarios que deberían ser atrapados por sus actos de corrupción. ¿Cuál es la razón por la cual esos grandes ofensores del pueblo siguen sin ser arrestados? Para los ojos de la gente es mera desidia o complicidad; para los encargados de perseguir a los corruptos, el problema siempre ha sido la ley. En 2001, un año después de su promesa no cumplida, Barrio explicó que la ley no le permitía los recursos suficientes para capturar a los altos funcionarios involucrados en ilícitos, pues la firma de los contratos se delegaban a empleados de menor rango […]. Las elecciones del 5 de junio se acercan y no parece que antes de su conclusión vaya a haber grandes avances. Y nada garantiza que el mismo pretexto electoral impida antes de 2018 la aprobación de las iniciativas atoradas. Algo sí es seguro: mientras no caigan los famosos ‘peces gordos’ la sociedad no creerá que existe un verdadero combate a la corrupción. Importa poco cuántas legislaciones se cambien o instituciones se creen. La única prueba irrefutable será el encarcelamiento de uno o varios altos funcionarios. El desencanto por la democracia de los mexicanos ha crecido, imparable, desde que cambió el partido en el gobierno en el año 2000. Hacer caer a ‘peces gordos’ no sólo daría legitimidad a un gobierno, daría también credibilidad a la democracia».

Sí hay focos rojos en el INE
En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: «sí hay focos rojos en el Instituto Nacional Electoral (INE), pero nos aseguran que no tienen que ver con riesgos para la realización de los 14 comicios del domingo próximo. La alerta en el INE, que preside el consejero Lorenzo Córdova, nos dicen, es por la reiterada e insistente negativa de los partidos políticos a reportar sus ingresos y gastos en el Sistema Integral de Fiscalización, conducta que ahora no sólo dificulta las revisiones que debe hacer el instituto, sino que podría impactar en el proceso de calificación de las elecciones que deberán hacer los tribunales electorales, pues no tendrían insumos ni tiempo para resolver las quejas en materia de fiscalización. Se encienden las señales de alarma».

Puro debate de altura
En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: «al candidato panista al gobierno de Hidalgo, Francisco Xavier Berganza, cada día le sale más caro haber revictimizado a la activista transexual Fernanda Lavalle durante el debate con los demás aspirantes, cuando quiso vincular su muerte con otro candidato. No solo se ganó el reclamo de la comunidad lésbico, gay, transexual y transgénero por politizar aquel deceso, pues Lavalle fue asesinada hace ya seis años, sino que ahora hasta le cuestionan al ex cantante sus conductas sexuales. Puro debate de altura».

Sin Ley ni hermanos
En Milenio, el periodista Carlos Marín, escribe que: «cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes son deberes que asumen los gobernantes cuando rinden protesta del cargo y que los compromete durante su gestión. De ganar una o más gubernaturas los candidatos de Morena están obligados a protestar lo mismo, y lo que menos deben atender es la insensata oferta que viene haciendo su dirigente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para ganar votos de quienes mantienen su reaccionaria oposición a la reforma educativa. El llamado a la inconstitucionalidad que viene haciendo (antes en Oaxaca y Chihuahua, ayer en Veracruz) incluye la criminal devolución de la enseñanza pública a la facción impresentable del gremio magisterial: la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Pese a su declarado juarismo, su lema ‘¡Al diablo las instituciones!’ devino ahora en ¡Al diablo la Constitución!, porque es bien conocida su definición en su vida y su propuesta: ¡Al diablo todo aquel y todos aquellos que no se humillen ni se sometan a mi voluntad!, incluidos sus hermanos carnales. Lo bueno es que nadie en México se podrá llamar a engaño».

Pendiente aletargado
En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: «el Senado se alista para discutir la creación de un mando mixto policial con el que se pueda intervenir a corporaciones locales. Con ello se desecharía la propuesta de un Mando Único como punto crucial para combatir al crimen organizado. Éste permitirá que los municipios que hayan conseguido un esquema propio y eficiente en materia de seguridad, lo mantengan. Hay un proyecto de dictamen que circula en las comisiones encargadas de analizar modificaciones en la materia. Policías estatales y municipales incrementarán o disminuirán sus funciones según su certificación. Será el sereno, lo que urge es poner orden. O subirá el número de muertos.»

Sobrerregulación a Guaruras
En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: «las cuentas de los Lord Ferrari y Lord Rolls Royce se las están queriendo cobrar a las empresas serias de seguridad privada. Empresarios del sector lamentan que los escándalos de guaruras agresivos y prepotentes -y sus patrones- llevaron a algunos gobiernos estatales a querer imponerles una sobrerregulación, pese a que ya cumplieron con la normatividad federal. Lo de siempre: tramitadera y más impuestos como solución a todo. Así que en estos días llegará a Miguel Osorio Chong una misiva de empresarios de la seguridad privada, pidiéndole que no los deje, ¡oh, paradoja!, desprotegidos.»

Redacción/SinEmbargo

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