México se ha convertido en el imperio de los delincuentes de cuello blanco al igual que del crimen organizado. Unos y otro forman parte de una misma realidad. Pero: ¿quién le ha hecho mayor daño al país, los delincuentes de cuello blanco o el crimen organizado? Esta pregunta, aparentemente sin sentido, solamente tiene el propósito de evaluar en qué escalón ponemos a unos y al otro. Sin duda, el crimen organizado no hubiera alcanzado los niveles en que se encuentra en nuestro país sin la complicidad de los delincuentes de cuello blanco. Sin embargo, si podemos imaginar los alcances de la corrupción en México de manos de los delincuentes de cuello blanco sin la existencia del crimen organizado.
En materia de crimen organizado relacionado al narcotráfico hemos ya superado a Colombia. En ese país el poder político ha logrado sacudirse, en parte, el crimen organizado, al menos en el gobierno nacional. Las instituciones públicas tienen mayor solidez que las mexicanas. Una de las sacudidas colombianas para poner distancia entre el poder político y el narcotráfico llevó a la cárcel a gran parte de los congresistas de ese país. En México hay un pacto que mantiene el poder de los delincuentes de cuello blanco.
Mientras los delincuentes de cuello blanco sigan sometiendo al país y a las políticas públicas, el crimen organizado persistirá con todas las consecuencias que lo acompañan y las condiciones de vida de los mexicanos seguirán deteriorándose por la ausencia de políticas públicas que velen por el bien común. Diversas políticas y la ausencia de otras, una y otra vez dañan las condiciones sociales, económicas y culturales , deterioran las condiciones de vida de la población.
La delincuencia de cuello blanco se ha fortalecido en los últimos años en el país. No se trata de una percepción que pudiera ser generada por los medios de comunicación, es lo que sabemos directamente por conocidos que trabajan en dependencias públicas y que están alarmados por cómo la corrupción se ha disparado en estas instituciones, es lo que enfrentamos desde la sociedad civil cuando promovemos la protección de derechos humanos.
Los vínculos de los delincuentes de cuello blanco de las instituciones públicas con los delincuentes de cuello blanco de las corporaciones y con los miembros del crimen organizado, no es algo nuevo. Lo que es nuevo es su fortalecimiento y las estrategias que están siguiendo para combatir a quienes defienden los intereses públicos, el bien común. Trátese de comunidades, de organizaciones laborales, organizaciones de jornaleros, defensores de derechos humanos, defensores del medio ambiente (bosques, recursos de agua, contra la minería, etc) defensores de la salud, defensores de los derechos laborales, de los migrantes: los delincuentes de cuello blanco actúan en contubernio con los de la industria, con los del crimen organizado, con quien sea, para atacarlos.
En estas estrategias cuentan con al apoyo de diversos sectores, cada vez más con los medios de comunicación, con el apoyo de otras instituciones del mismo gobierno, y con la estrategia desarrollada por las agencias de relaciones públicas que les sirven para realizar campañas sucias. La criminilización de los activistas, de las comunidades que defienden sus recursos naturales, de los trabajadores y jornaleros que luchan por sus derechos, etc., tiene como eje central los medios de comunicación para generar la percepción de que estos actores son criminales, que responden a otros intereses. El objetivo es dominar la percepción pública. Diversos medios callan noticias, despiden reporteros y columnistas, difunden lo que las corporaciones dictan, directamente o a través de columnistas íntimamente vinculados a estas agencias.
Los delincuentes de cuello blanco tienen en México una escuela muy antigua y con un gran número de sucursales, han sido bien formados al interior de los partidos políticos y también dentro de diversas empresas, su escuela tiene un gran arraigo que se remonta al origen de nuestro sistema político. Esta escuela se ha formado en el desarrollo y la complicidad oportunista con sectores del poder económico. Se han apoderado de gran parte de las funciones públicas, de qué otra manera podemos explicar que tengamos de los peores desempeños en tantos ámbitos del bien común. Cuando la función pública sirve a los intereses personales de los propios funcionarios y/o en contubernio con los intereses económicos, las consecuencias se vuelven evidentes. Vemos como nuestro país se ha posicionado en los primeros lugares de corrupción en el mundo, de violencia, de obesidad y diabetes, de cesáreas, de contaminación de los cuerpos de agua, con las calificaciones más bajas en educación, los índices más bajos en lactancia materna, etc, etc.
En cada uno de estos temas encontramos una forma de corrupción, de beneficiar los intereses privados, de abandono del bienestar público. Los temas tan disimiles tienen un denominador común, la corrupción, el enriquecimiento ilícito, el abandono de la función pública. Desde la situación de la educación en nuestro país, consecuencia de una profunda corrupción del sindicato y su relación con el gobierno y el partido en el poder, hasta la desaparición del Estado en la promoción de la lactancia materna para entregarle el mercado a empresas productoras de sucedáneos de leche materna, la constante es la delincuencia de cuello blanco que busca el enriquecimiento personal o el beneficio que brinda el favorecer a las grandes corporaciones, a los poderes económicos legales o ilegales. Esos favores se pagan con apoyos en las carreras políticas o con el empleo en alguna empresa o asociación de empresas, origen de las “puertas giratorias”.
En este contexto se inscribe también la entrega del territorio a las mineras, de los recursos de agua a las empresas de bebidas, de los combustibles fósiles, de la alimentación, de la cultura: la subasta de los recursos tangibles e intangibles, de todo lo que se pueda vender, transar.
La única alternativa que tenemos es apoyar y fortalecer las iniciativas que den mayor poder a la vigilancia, a la transparencia y a la sanción de los actos de corrupción, no dejar pasar oportunidades para ello. Podemos encontrar aún vaosos aliados en el Congreso y también en algunos funcionarios. Nos encontramos sumergidos en el descontento, profundamente preocupados por el deterioro de la política y la economía, de la descomposición social. Estamos dispuestos a dar el paso, debemos hacerlo juntos.
Con este artículo inicio una sección al final de cada colaboración para hablar de diversos temas, en este caso, de algo relacionado directamente con lo aquí tratado, con una iniciativa ciudadana que estoy seguro garantizara una mayor participación civil para la elaboración de la Constitución de nuestra ciudad.
Miscelanea
En la ciudad de México un paso es a través de la iniciativa #TúConstuituyente, a continuación una carta circulada por Mónica Tapia, que forma parte de ella:
Soy parte del Colectivo #TúConstituyente y queremos que 5 ciudadanos apartidistas, apasionados por nuestra ciudad y hartos de votar por el «menos peor», sean Constituyentes a través de candidaturas independientes. Aquí nuestros perfiles: http://www.tuconstituyente. org/semblanzas/.
En la Ciudad de México tendremos pronto una nueva Constitución.
En ella se definirán nuestros derechos y mecanismos de control para gobernantes.
Como siempre los partidos quieren poner las reglas solos. Con 10 minutos de tu tiempo podemos evitarlo.
La Asamblea Constituyente de 100 personas será la encargada de aprobar la Constitución: 40 lugares ya están apartados por Peña Nieto, Mancera y los partidos políticos (sin que nadie nos preguntara) y el próximo 5 de junio tú y yo podremos elegir los 60 restantes.
Para que votes por mejores opciones y aparezcamos en la boleta, necesitamos juntar las firmas de 74 mil ciudadanos como tú. Esto equivale a ¡7 veces el Auditorio Nacional! Como verás los partidos no tienen muchas ganas de que haya candidatos independientes. Con tu firma podemos demostrar que ni sus reglas absurdas nos detendrán.
Lo que debes saber antes de firmar:
- Necesitas tu Credencial para votar vigente del D.F./CDMX.
- No tenemos financiamiento público para esta etapa de recolección de firmas, todo es un esfuerzo colectivo y ciudadano.
- El puesto de Constituyente es honorario, es decir no se recibirá pago alguno.
- Las firmas no son votos, son solo para lograr la candidatura. Esta firma no compromete tu voto para las elecciones del 5 de junio.
- Existen más candidatos independientes, tú puedes firmar hasta por 5 candidatos y te invitamos a apoyar a los 5 candidatos de #TúConstituyente. A los 5 los conozco desde hace años, los apoyo y respaldo por su trayectoria.
Gracias por tu apoyo y mi compromiso es trabajar por una Constitución hecha para y por los ciudadanos,
Mónica Tapia Alvarez
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