Los dos presuntos autores de la falsa alarma se jactaron después del éxito de su acción, que consiguió movilizar decenas de vehículos de policía, un helicóptero y a los medios de comunicación.
París, 19 septiembre (EFE).- Dos adolescentes de 16 y 17 años que se presentan como piratas informáticos se atribuyen la falsa alerta terrorista que se produjo el pasado sábado en el centro de París, en particular con llamadas que avisaban de una toma de rehenes en una iglesia.
La revista «L’Obs» indicó hoy haber sido contactada por dos supuestos adolescentes, que se hacen llamar «Tylers Swatting» y «Zakhaev Yamaha», admiradores del pirata franco-israelí Grégory Chelli, alias Ulcan, y cuyo objetivo era únicamente llamar la atención.
De acuerdo con su versión, fueron ellos los que llamaron a la policía, haciéndose pasar por unos falsos rehenes de un secuestro de personas en la iglesia de Saint Leu.
En la grabación consultada por «L’Obs«, decían a los agentes estar escondidos en una bodega de la iglesia, donde habían entrado «una decena de magrebíes» vestidos de negro con armas.
La emisora «France Info» indicó que una de las llamadas de alerta recibida por las fuerzas del orden fue detectada como salida del teléfono fijo de la parroquia de Saint Leu, y que los investigadores tratan de determinar quién y cómo se pudo piratear esa línea.
Los dos presuntos autores de la falsa alarma -que si son descubiertos e identificados podrían ser condenados hasta a dos años de cárcel y a una multa de 30 mil euros-, se jactaron después del éxito de su acción, que consiguió movilizar decenas de vehículos de policía, un helicóptero y a los medios de comunicación.
El portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, sobre la base de los testimonios recopilados por «L’Obs» habló de un comportamiento «totalmente irresponsable»: «en el contexto actual de amenaza terrorista, es aberrante desviar fuerzas de seguridad y de socorro, con el riesgo de no tenerlas a disposición para verdaderos casos de urgencia y poner en peligro vidas ajenas».
La Fiscalía de París ha abierto una investigación judicial por «denuncia de crimen imaginario» y «divulgación de falsas informaciones para hacer creer una destrucción peligrosa».
Los dos adolescentes, por su parte, señalaron no temer nada porque aseguraron que no se les puede seguir la pista puesto que utilizan servidores codificados, y eso que dijeron estar «a menos de dos horas de París».