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Greenpeace

08/02/2016 - 12:00 am

Tóxicos en la cima ¿quiénes son los responsables?

El reporte de Greenpeace Alemania “Tu huella en la montaña. Los tóxicos que viajan contigo en el equipo outdoor”, reveló que se han encontrado sustancias químicas peligrosas persistentes, dañinas para la salud humana y para el medio ambiente, denominadas como perfluorocarbonos (PFC) en marcas líderes de productos para deportes de aventura al aire libre como el montañismo.

El reporte de Greenpeace Alemania “Tu huella en la montaña. Los tóxicos que viajan contigo en el equipo outdoor”, reveló que se han encontrado sustancias químicas peligrosas persistentes, dañinas para la salud humana y para el medio ambiente, denominadas como perfluorocarbonos (PFC) en marcas líderes de productos para deportes de aventura al aire libre como el montañismo. Foto: Shutterstock
El reporte de Greenpeace Alemania “Tu huella en la montaña. Los tóxicos que viajan contigo en el equipo outdoor”, reveló que se han encontrado sustancias químicas peligrosas en marcas líderes de productos para deportes de aventura al aire libre como el montañismo. Foto: Shutterstock

Robin Perkins*

Conquistar la cima de una montaña por la curiosidad de saber qué hay miles de metros arriba del nivel del mar y capturar en la memoria la majestuosidad de la naturaleza al ser vista desde lo más alto son sólo algunos de los motivos que inspiran a la gente a explorar las cúspides naturales de la tierra.

El reto no es sencillo, hay que prepararse para ello y contar con el equipo necesario para la aventura: ropa y tiendas de campaña repelentes al agua con la más alta tecnología para resistir el clima extremo, días de arduo entrenamiento y parece que estás listo para disfrutar de la belleza que nos ofrece este planeta. El problema llega cuando te das cuenta de que esa actividad que creías que te permitía tener un contacto directo con la naturaleza resulta que en realidad la está dañando.

El reporte de Greenpeace Alemania “Tu huella en la montaña. Los tóxicos que viajan contigo en el equipo outdoor”, reveló que se han encontrado sustancias químicas peligrosas persistentes, dañinas para la salud humana y para el medio ambiente, denominadas como perfluorocarbonos (PFC) en marcas líderes de productos para deportes de aventura al aire libre como el montañismo.

El informe indica que se analizaron 40 productos comprados en 19 países y en 36 de éstos encontraron los peligrosos PFCs, no sólo en ropa, sino también en zapatos, tiendas de campaña, mochilas, cuerdas e incluso en sacos de dormir.

Las marcas de ropa que promueven el contacto con la naturaleza, que hablan de su pasión y respeto por ella, son las mismas que la están contaminando porque sus productos contienen PFCs, una tecnología que no aparece en las etiquetas porque son un grupo de químicos peligrosos que ya pasaron de moda y no caben en los planes de marketing de marcas como Columbia, The North Face y Mammut.

Estas marcas ofrecen la tecnología alpinista más avanzada y cada vez tienen más presencia en México. La marca estadounidense Columbia abrirá tres nuevas tiendas este año en el país, además de los cinco que ya existen, mientras The North Face ya está cada vez más presente con sus publicidades y puntos de venta. Estas marcas y otras como Mammut venden productos que contienen tecnologías, materiales y palabras que parecen futurísticos, o al menos que lo han sacado de un libro de química – DWR, GoreTex, Core Technology, Hard Shell y PFCs.

México tiene lugares espectaculares. Desde el Pico de Orizaba hasta las Barrancas del Cobre ¿Pero será que aquí, nuestro patrimonio natural, también está contaminado por los PFCs? Deberíamos poder disfrutar las montañas, las vistas y la belleza de la naturaleza sin la mancha de la contaminación. ¿Quién es responsable? Quizá quienes, al usar dichos equipos y ropas, llevan los tóxicos hasta la cima, pero hasta antes de este reporte nadie se los había dicho; así que los verdaderos responsables, son los fabricantes que pusieron los químicos en esos productos.

Los PFC se encuentran en muchos productos de la vida cotidiana: alfombras, sartenes, plásticos y, sobre todo, en textiles. Se usan por su resistencia al agua, al polvo o al calor. Cuando compras una chamarra y no te mojas por las tormentas del verano, es muy probable que sea por la presencia de los PFCs. Sin embargo, lo que les hace útil, también les hace peligrosos para el medio ambiente y nuestra salud: son bioacumuladores y tardan muchos años en descomponerse.

Una vez liberados de los productos (en la producción, evaporando o cuando los tiramos) este grupo químico puede cruzar fronteras por el agua o por el aire, y por eso se han encontrado PFCs desde las montañas más altas del mundo hasta los cuerpos de Osos Polares en el Árctico, desde el Golfo de México hasta la sangre humana.

Lo más preocupante para nosotros como seres humanos, es que algunos PFCs pueden tener efectos sobre nuestra salud: pueden causar cáncer, otros están fuertemente asociados con enfermedades de la tiroides; se han encontrado altas concentraciones de PFCs en niños y adolescentes y han sido asociadas a reducciones en los niveles hormonales y una pubertad retrasada.

Es entre irónico e indignante que las mismas marcas que vinculen mensajes como “nunca pares de explorar” o “nos importa”, no quieran explorar más allá de una tecnología anticuada y peligrosa y que no les preocupe el impacto sobre el medio ambiente de los mismos productos que creados para que uno disfrute el medio ambiente. Cabe preguntarse ¿tiene que ser así? No. Ya existen alternativas que ofrecen los mismos niveles de resistencia y tecnología sin el bonus del peligro químico.

Gracias a la acción del público, algunas marcas textiles como Adidas o Zara se han comprometido públicamente a eliminar los PFCs de toda su cadena de producción con fechas ambiciosas. Entonces, por qué un sector que supuestamente tiene como valor proteger la pureza de la naturaleza y que son los pioneros de la alta tecnología no está liderando e innovando para ofrecer productos de la misma calidad que protegen a las personas y al medio ambiente.

Greenpeace se está uniendo con la comunidad aventurera para pedir a marcas como North Face que tomen el reto Detox, vayan más allá y suban a la cima en nombre de un planeta y un futuro sin tóxicos comprometiéndose a dejar de utilizar PFCs.

Desde el inicio de la campaña Detox en 2011, más de 30 marcas internacionales del sector de la moda y los deportes ya se han comprometido públicamente con el robinreto de desintoxicar a este sector y están en proceso de cambiar a la producción libre de tóxicos. Por el contrario, ninguna de las grandes marcas de equipo outdoor se ha unido al movimiento para una moda libre de tóxicos, a pesar de que su negocio depende de la naturaleza.

Tú puedes ayudarnos a que lo hagan. Súmate en: https://greenpeace.mx/toxicos/detox-outdoor/

Facebook: Greenpeace México
Twitter: @greenpeacemx

*Robin Perkins es el líder del programa de Tóxicos de Greenpeace México. Se tituló en Estudios Latinoamericanos, amante del té y la música, particularmente la cumbia.

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