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Arnoldo Cuellar

03/09/2015 - 12:00 am

En Guanajuato, el PRI se refugia en Márquez

Cuestionados por sus pobres resultados electorales, pero también por malos manejos financieros, los dirigentes formales del PRI de Guanajuato no han encontrado otro asidero político que el respaldo del gobernador panista Miguel Márquez. Este, a su vez, sin haberse reunido una sola vez a cabildearlo, ha adquirido en barata la solidaridad de la segunda fuerza […]

El Presidente Enrique Peña Nieto Y El Gobernador De Guanajuato Miguel Márquez Foto Cuartoscuro
El Presidente Enrique Peña Nieto Y El Gobernador De Guanajuato Miguel Márquez Foto Cuartoscuro

Cuestionados por sus pobres resultados electorales, pero también por malos manejos financieros, los dirigentes formales del PRI de Guanajuato no han encontrado otro asidero político que el respaldo del gobernador panista Miguel Márquez. Este, a su vez, sin haberse reunido una sola vez a cabildearlo, ha adquirido en barata la solidaridad de la segunda fuerza política del estado.

Así se dibuja y se desdibuja la política de Guanajuato en estos días.

Jorge Videgaray Verdad, líder formal del PRI en el Congreso y consistente colaboracionista de los diversos gobiernos panistas, ha aprovechado el momento de debilidad de Santiago García y José Huerta Aboytes para uncirlos al carro del marquismo, justo cuando debería empezar la polarización de la segunda parte del gobierno de cara al relevo de 2018.

A lo largo de los meses pasados, Santiago García se había mostrado beligerante con el PAN. En las elecciones pasadas trató de superar los conflictos internos del priismo con una actitud de combatividad contra el panismo y el gobierno estatal, reflejada en una intensa actividad litigiosa.

La debacle electoral del PRI fue atribuida por esta dirigencia al uso de programas oficiales y recursos públicos, lo que les llevó a declarar una guerra contra Márquez de la mano del senador Gerardo Sánchez García, que incluso los llevó a capacitar por separado a sus alcaldes electos.

Sin embargo, toda esa enjundia terminó el día que se destapó la cloaca de los fraudes con el programa de vivienda de Conavi “Esta es tu casa”, mediante el cual una estructura de operadores ligada a la CNC, brazo armado de la corriente política ligada a Gerardo Sánchez en Guanajuato, esquilmó a alrededor de 2 mil familias guanajuatenses con cuotas que van de los 3 mil a los 8 mil pesos por caso, sin que el programa se efectuara.

La ruptura de las complicidades entre los involucrados ha permitido saber que parte de ese dinero pudo haber ido a financiar la campaña de Santiago García por al presidencia del PRI de Guanajuato, lo que podría significar una cauda de delitos en cascada, no solo patrimoniales, sino también electorales y fiscales.

Y como la investigación de posibles denuncias, que empiezan ya a desgranarse, correspondería a la Procuraduría de Justicia del estado, allí cambió de manera abrupta el tono rijoso de los dirigentes priistas contra el gobierno de Miguel Márquez.

Todavía sin nombrar a su coordinador parlamentario local, trámite que les fue detenido en la ciudad de México por el propio Manlio Fabio Beltrones, el tándem José Huerta – Santiago García, en orden de relevancia política que no jerárquica, optó por echar mano del veterano recadero que es Jorge Videgaray, a quien le quedan 23 días como diputado, para acudir a rendir pleitesía al Gobernador del que abominaban hace no mucho.

¿Hacía falta que justo en este momento, aún sin terminar de conformarse la Legislatura y la asignación de diputados plurinominales, sin designar coordinador, con procesos aún en tribunales y en medio de polémicas internas, los priistas se reunieron a ofrecer su colaboración a Marquez?

A juzgar por la foto publicada, el momento no solo era oportuno, sino justo, si no para el PRI, si para sus actuales dirigentes que no parecen encontrar la puerta de salida a su crisis.

Así, de acuerdo a la retórica pseudoreligiosa que José Huerta ha puesto de moda en estos días, los líderes priistas pasaron de condenar a los apóstatas a convertirse en nuevos conversos del panismo-marquismo. La vocación evangelizadora del mandatario estatal debe haber estado más que satisfecha, al igual que el espíritu jesuítico de Videgaray.

Así, en este sincretismo político-religioso, provocado más por la necesidad que por vocación, veremos como Miguel Márquez continúa consolidándose como uno de los gobernadores con más control político en su entidad.

Hoy ya no solo domina al PAN, donde impuso un candidato de unidad, sino que también lleva de compañero de viaje a la fracción del PRI que ostenta formalmente el poder. No es poca cosa para arrancar el segundo tramo del gobierno y una posible carrera presidencial.

Arnoldo Cuellar
Periodista, analista político. Reportero y columnista en medios escritos y electrónicos en Guanajuato y León desde 1981. Autor del blog Guanajuato Escenarios Políticos (arnoldocuellar.com).
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