Francisco Ortiz Pinchetti
14/08/2015 - 12:00 am
El agarrón de Donceles
Se va a poner bueno. Por primera vez desde que fue creada en 1997, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) será escenario de un auténtico agarrón entre las fuerzas políticas capitalinas. A lo largo de seis legislaturas trianuales, un solo partido, el de la Revolución Democrática (PRD), dominó ampliamente con una mayoría contundente y […]
Se va a poner bueno. Por primera vez desde que fue creada en 1997, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) será escenario de un auténtico agarrón entre las fuerzas políticas capitalinas. A lo largo de seis legislaturas trianuales, un solo partido, el de la Revolución Democrática (PRD), dominó ampliamente con una mayoría contundente y a menudo abusiva. Eso acabó. A partir del próximo 17 de septiembre, cuando se inicia la VII Legislatura, será el Movimiento de Regeneración Nacional, la recién nacida Morena de Andrés Manuel López Obrador, la fuerza mayoritaria -aunque no absoluta- que partirá el queso. Y eso es cosa complicada, cuando menos.
Y es que el gobierno perredista que encabeza el no perredista Miguel Ángel Mancera Espinosa tendrá en el antiguo palacio legislativo de Donceles una oposición real, intransigente, que curiosamente no provendrá de la derecha panista ni del nacionalismo priista, integrantes ambos de la “mafia del poder”, sino de la izquierda radical que representa Morena.
Andrés Manuel ha dicho que con el PRD “ni a las canicas”. ¿Será esa la actitud de la mayoría de Morena en la ALDF respecto a la bancada del maltrecho partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas en 1989? Se lo pregunté hace unos días a César Cravioto Romero, quien será por designación el coordinador de la fracción de Morena en la Asamblea. “No”, atajó. “Nuestra relación con la diputación perredista no será de ‘ni a las canicas’, pero tampoco de manita sudada. Será una relación de respeto y de comunicación, como con todas las fracciones. Eso sí, lo digo de entrada: no vamos a buscar la negociación típica de intercambiar intereses por intereses. Apoyaremos propuestas positivas para la ciudad, pero no aceptaremos el toma y daca”.
Cravioto Romero, de 47 años de edad, es considerado por los analistas como un político “de bajo perfil”, poco conocido. Se sabe, eso sí, que es cercanísimo del actual presidente de Morena, Martí Batres Guadarrama, que evidentemente le ganó la partida por el control de la ALDF a su correligionario el exgobernador zacatecano Ricardo Monreal Ávila, actual delegado electo de la Cuauhtémoc. El inminente coordinador pejista estudió Ciencias de la Comunicación con Especialidad en Políticas Sociales en la Universidad Iberoamericana y trabajó como director de Concertación Política en el gobierno del Distrito Federal del 2002 al 2005, en la administración de López Obrador. Se desempeñó luego entre 2007 y 2011, ya en la administración de Marcelo Ebrard Casaubón, como director del Instituto de Asistencia Social en la Secretaría de Desarrollo Social, cuyo titular era precisamente Batres Guadarrama. En las elecciones del pasado 7 de junio ganó de manera contundente la diputación local por el distrito 4 del DF, correspondiente a Gustavo A. Madero.
En lo que fuera su casa de campaña, en la colonia Nueva Atzacoalco, amable y desenfadado, me dice de manera directa que el primer agarrón será en torno al formato del informe de Gobierno de Mancera Espinosa, que tendrá lugar el próximo 17 de septiembre. “Nuestra propuesta es que el jefe de Gobierno esté presente durante el posicionamiento de los partidos y acepte preguntas y cuestionamientos”, me explica. “Queremos que haya diálogo, un debate abierto y franco”.
Para forzar la adopción de ese esquema, Morena no sólo tendrá una mayoría de 22 diputados por 19 del PRD (si no hay cambios al desahogarse en el IEDF las 29 impugnaciones pendientes presentadas por siete partidos sobre la asignación de los plurinominales), sino que asumirá por derecho la presidencia de la Comisión de Gobierno de la ALDF. “Lo que queremos es simple: que el gobernante del DF rinda cuentas”, precisa. Para lograr su objetivo, dice no descartar la posible alianza con las fuerza menores. Encuentro Social tendrá dos legisladores; Movimiento Ciudadano, Partido Humanista, Nueva Alianza y Partido del Trabajo, tendrán uno cada uno. El resto de los 66 integrantes de la VII Legislatura lo aportan el PAN, con diez, el PRI con siete y su aliado el Verde, con dos.
Pero además del complicado tema del cuarto informe de Mancera Espinosa, están las primeras medidas que Cravioto Romero impulsa ya, la primera y más trascendente de todas es el de la austeridad. Dice que es posible reducir ¡a la mitad! el presupuesto anual de la Asamblea, que actualmente es de unos dos mil millones de pesos. “Tenemos ya comprobado que puede funcionar perfectamente con unos mil millones, la mitad”, asegura. Obviamente, la propuesta ha encontrado un muro en contra por parte de la mayoría de las demás fracciones, la del PRD la primera. Esto implica meterle tijera en serio a las tajadas de los partidos, renunciar a privilegios, y eso no es fácil, dice sonriente. “Estamos decididos a lograr que la ALDF, cuyo presupuesto creció quinientos por ciento en quince años, sea ahora ejemplo de austeridad para otras entidades públicas, como el Instituto Electoral del Distrito Federal, la Comisión de Derechos Humanos del DF, el propio gobierno del DF”. Indica con tono firme que la intención es redireccionar los recursos para que verdaderamente beneficien a los capitalinos.
Durante la plática informal menciona otros temas de su agenda que serán prioritarios. La educación, desde luego, especialmente lo que concierne a las preparatorias y la Universidad de la ciudad de México. El programa de Adultos Mayores, donde se tiene un retraso de entre uno y tres años para la entrega de las tarjetas de apoyo económico a los viejitos, “lo que es inaudito e intolerable”. La generación de empleos a través del apoyo a las cooperativas, el autoempleo como una fórmula de contrarrestar la crisis económica nacional. El tema de la movilidad en la capital, cada vez más urgente. El desarrollo urbano, que no puede ya estar sujeto a políticas absurdas que expulsen a los habitantes en lugar de proporcionarles vivienda digna y accesible. En temas como el cuestionado deprimido vial de Río Mixcoac e Insurgentes Sur, dice que Morena está a favor de una ciudad moderna, “pero no a costa de sus habitantes”.
Y un tema toral: la transparencia en el manejo de los recursos de la propia Asamblea Legislativa y de las diferentes bancadas, lo que obviamente encuentra resistencia de los partidos que han hecho de la opacidad su manera de repartir prebendas y canonjías, a costa de los dineros de la población en una ciudad con enormes necesidades. “Van a pegar de brincos; pero en esto sí seremos intransigentes”, dice. En esto sí. Válgame.
DE LA LIBRE-TA
Patinada panista. Salvo la contundente e inmediata reacción del senador Ernesto Ruffo Appel –a quien conozco desde que era candidato a la gubernatura de su estado, en 1989, como un hombre probo e intachable- para negar su participación en una conversación telefónica con el gobernador panista de Sonora, Guillermo Padrés Elías, difundida por el diario Reforma, la verdad es que el espinoso asunto hizo patinar feo a los dirigentes panistas. En la conversación, el que se ostentó como el ex gobernador bajacaliforniano habría solicitado al mandatario sonorense canalizar recursos económicos para la campaña de Ricardo Anaya Cortés por la presidencia nacional del PAN, a cambio de protección ante inminentes acusaciones y acciones penales en su contra. Y mientras Ruffo Appel, primer gobernador panista de la historia, negaba rotundo que fuera suya la voz de la grabación y presentaba ante la Procuraduría de Justicia del DF una denuncia al respecto, tanto Anaya Cortés (que por cierto se ha hecho que la virgen le habla acerca de las acusaciones de su contrincante Javier Corral Jurado de haber cometido peculado al usar recursos públicos de la Cámara de Diputados para reforzar su candidatura) como Padrés Elías (reiteradamente acusado de actos de corrupción y acusado en Estados Unidos por lavado de dinero) y el mismo dirigente nacional actual Gustavo Madero Muñoz (señalado como interesado solapador de legisladores autores de los “moches” y de falsificadores del padrón interno) reaccionaron de manera tardía, contradictoria y ambigua. Sumado a ello, los antecedentes de los esos tres personajes hacen que todas las dudas sobre el hecho queden vigentes.
Twitter: @fopinchetti
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