Francisco Ortiz Pinchetti
26/06/2015 - 12:00 am
Noticias desde la cárcel
Sorprende que en México haya buenas noticias. Aunque usted no lo crea, hay cosas que se hacen bien. Lo que más asombra es que haya cosas bien hechas, útiles, necesarias, valiosas, pero que no se cacareen ni se tomen como oportunidad propagandística ni se les dé un uso político. Sin boato ni discursos, sin inauguraciones […]
Sorprende que en México haya buenas noticias. Aunque usted no lo crea, hay cosas que se hacen bien. Lo que más asombra es que haya cosas bien hechas, útiles, necesarias, valiosas, pero que no se cacareen ni se tomen como oportunidad propagandística ni se les dé un uso político. Sin boato ni discursos, sin inauguraciones ni listones cortados, apenas nos enteramos que el lunes pasado empezó a funcionar la primera cárcel vertical con celdas automatizadas que se construye en nuestro país. Está detrás del actual reclusorio Norte del Distrito Federal y en ella viven ya sus primeros 44 huéspedes, reos de mediana peligrosidad.
Durante siglos, las cárceles mexicanas han sido sinónimo de hacinamiento, pocilga, injusticia, tormento, miseria, abuso, segregación. Reformas penitenciarias, nuevos penales, capacitación de custodios, incorporación de mecanismos de protección de los derechos humanos han llegado y pasado sin que nuestro sistema penitenciario realmente se transforme. Prevalecen sobre cualquier otra cosa el negocio, el tráfico de indignidades, el enriquecimiento infame a costa de los más pobres de entre los pobres, que son los que verdaderamente sufren los rigores de la reclusión, inalcanzable su regeneración.
Por eso resulta importante que ocurran esas buenas noticias, aunque sea de vez en cuando. Sobre el tema carcelario en la capital del país conversé con la diputada Olivia Garza de los Santos, presidenta de la comisión especial de Reclusorios de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF). Panista ella, me sorprendió con noticias muy escasamente difundidas que nos hacen esperanzarnos en que las cosas empiecen a cambiar.
Una buena, de entrada, fue el dato de que después de décadas el número de reclusos en las diferentes prisiones del DF (donde hay ocho reclusorios varoniles, dos femeniles y el centro de Sanciones Administrativas de “El Torito) ha revertido su tendencia de constante incremento. Ahora bajó de 44 mil reclusos que había hace un año a 38 mil. “Estamos lejos todavía de salir de la sobrepoblación de nuestros reclusorios, pero la tendencia es ahora positiva”, me dijo. La disminución es atribuible en buena parte a diversas medidas establecidas a partir de la promulgación hace apenas un poco más de un año de la Ley de Centros de Reclusión del Distrito Federal. “Antes no teníamos una ley, ni buena ni mala. El sistema penitenciario se regía por medio de un simple, insuficiente, arcaico reglamento”, acotó la legisladora. Reconoció el apoyo de las bancadas de todos los partidos a la iniciativa que ella promovió, y el respaldo absoluto de la Jefatura de Gobierno del DF.
Fruto de la nueva legislación son los avances en materia de Derechos Humanos y el establecimiento de figuras como la Fianza Social, que por el pago de una prima de 500 pesos permite a reclusos acusados de robo por un monto menor a los cinco mil pesos recobrar su libertad. “Cada año salen de prisión en la ciudad de México alrededor de 20 mil personas”, informa la diputada Garza de los Santos, licenciada en Derecho en la Universidad La Salle y con cinco especialidades cursadas la Universidad Panamericana y tres en la Universidad de Salamanca, España, entre ellas la del tema de los reclusorios. “De ellas, cuando menos 15 mil son gente extremadamente pobre, que puede beneficiarse con esta nueva figura”. Informó que el programa de Fianza Social ha sido posible mediante un acuerdo del GDF y la Afianzadora Insurgentes.
Mediante un convenio de colaboración de nuestra ciudad con la embajada de Estados Unidos en México se ha implementado un programa de capacitación para la atención de los nuevas Comunidades en Conflicto, como ahora se nombra a las antiguas correccionales para menores de 14 a 18 años de edad. Otra buena: Se obtuvo la primera certificación mundial para este tipo de reclusorios, llevado a cabo por la Asociación de Correccionales de América (ACA), con sede en Denver, Colorado. “Otra buena noticia es que en los reclusorios juveniles de la capital no hay un solo sicario”, apuntó. Dijo que en la Comunidad Especializada para Adolescentes «Alfonso Quiroz Cuarón», en Narvarte, están recluidos 12 muchachos de alta peligrosidad, acusados de homicidios, de narcomenudeo. “Pero afortunadamente no tenemos sicarios”, subraya.
Parte de esta lenta pero ahora pareciera firme transformación de nuestro sistema penitenciario es la construcción de las cárceles verticales, como la que ya funciona junto al reclusorio Norte, en la delegación Gustavo A. Madero. La legisladora local me explicó que los nuevos Cevasep (Centro Varonil de Seguridad Penitenciaria) fueron concebidos desde el año 2009, durante la administración de Marcelo Ebrard Casaubón al frente de la jefatura de Gobierno del DF, pero que ha sido Miguel Ángel Mancera quien les ha dado “el empujón definitivo”. Se trata de penales de seguridad media integrados arquitectónicamente en torno a un patio central octagonal, a base de una especie de “panales” de celdas, cada una de ellas para tres reos, con condiciones higiénicas adecuadas, baño y espacio suficiente. El proyecto comprende la edificación de torres de celdas suficientes para albergar a un total de 23 mil 500 reclusos en la ciudad. Otra innovación es que estos centros, en los que la seguridad estará a cargo de personal penitenciario capacitado, serán administrados por la iniciativa privada, a través de empresas especializadas.
El buen desempeño de la diputada Garza de los Santos al frente de la comisión especializada de la ALDF en estos temas, que hizo posible avances tan importantes como la nueva Ley penitenciaria, ni su trayectoria en la administración pública y en el propio PAN, del que es consejera nacional, fue tomado en cuenta por la pandilla que está apoderada del comité regional capitalino de su partido y que reparte a su antojo candidaturas y puestos directivos entre sus incondicionales. Al terminar su encomienda legislativa en septiembre próximo ella regresará a su despacho particular, desperdiciada su experiencia legislativa. Válgame.
Twitter: @fopinchetti
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