Rehabilitación del yo

Fotografía tomada de la red

Fotografía tomada de la red

A ver, pedazos míos, hagan asamblea y decidan, dice Juan Gelman en una línea de su poemario Hoy.

Y los pedazos de Gelman son sus muertos, sus fieras interiores, sus besos, los otoños que se fueron.

A ver, pedazos míos, hagan asamblea y decidan quién soy; pensé parafraseando el poema original para hacerme la pregunta en serio.

¿Pero quién soy yo?

¿Yo teléfono inteligente?, ¿yo tableta electrónica?, ¿yo información en la nube?

Probablemente dirán que estoy haciéndole al tonto y no me defenderé porque de tonta e insulsa tengo todo pero el lenguaje no, las palabras son tan poderosas que lenguaje e identidad son indivisibles.

Así que bajo el imperio del idioma del iPhone, iPad, iCloud y todos los i pasados o por venir, vale la pena preguntarnos hasta qué punto podríamos estar resignificando el Yo con nuestras prácticas tecnológicas y digitales.

El Yo tiene que ver con la identidad consciente, con saberse a sí mismo; se supone.

El Yo es nominativo, es decir que nos nombra, que nos representa a tal punto que al pronunciar la frase “soy yo” estamos resumiendo nuestra existencia e identidad de forma completa y contundente… se supone.

¿Pero qué pasa cuando mis trozos de identidad están repartidos en diferentes dispositivos electrónicos (si están sincronizados da igual) en una serie de archivos digitales con mis fotografías, mi música, mis contraseñas, mis cuentas de correo electrónico, mis plataformas para comunicarme con familiares, amigos y desconocidos; mi dinero, mi estatus fiscal, mi situación legal.

A ver, pedazos míos, hagan asamblea y decidan, ¿qué tan vulnerable soy?

A ver, pedazos míos, hagan asamblea y decidan qué sería peor ¿perder las llaves del auto, las llaves de la casa o perder el Smartphone?

Parece obvio pero el asunto no es sólo un tema que vulnera la seguridad sino también el proceso consciente, el acto cognitivo de saber quiénes somos y creo que eso es aún más grave. ¿Qué pasa cuando Yo me hago llamar “Justiciera digital” y al amparo de mi nickname con una imagen -que lo mismo podría ser de Afrodita que de la textura de la mierda de mi perro- agredo y opino, critico, descalifico o intento seducir a otro Yo digital?

Esta mañana leí un texto de un profesor, que al referirse a la escritura de sus alumnos adolescentes, titula así: “Mis estudiantes nunca escriben en primera persona. Me gustaría que lo hicieran”; se trata de William Cheng, profesor en Dartmouth College.

Y en un par de líneas que dedica a sus alumnos me hizo pensar en si no estaremos intoxicando al Yo poniéndolo al servicio un personaje digital que se relaciona con otros personajes digitales.

Qué despropósito, por ejemplo, entrar en discusiones con enemigos o jueces virtuales que ni siquiera dan el nombre real y mucho menos la imagen de su rostro: y sin embargo lo hacemos; o yo lo hago, torpemente, impulsivamente, estúpidamente y sin decoro me engancho en peleas con seres nebulosos que activan lo peor de mí y lo peor de ellos: la necesidad de pelear sin causa.

Habrá que desintoxicarnos para aceptar que Yo soy yo y que hacerse cargo de comprender semejante paquete debería ser, ontológicamente, atávicamente, un propósito a favor de elevar nuestra humanidad, nuestra conciencia, nuestra espiritualidad.

No exagero cuando digo que el Yo digital es adictivo y pone hyper, nos induce a un estadazo donde se altera la conciencia poco a poco y de un modo tan sutil, que no nos damos cuenta hasta que no podemos despegarnos del maldito teléfono y arruinamos nuestras relaciones reales, las cotidianas, las de carne y hueso, revisando el teléfono hasta 150 veces al día. (Datos del estudio realizado por la empresa de telecomunicaciones Alcatel-Lucent).

Yo no soy mi cuenta de Twitter.

Yo no soy mi cuenta de Facebook.

Yo no soy mi correo electrónico.

Yo no soy mi Smartphone.

Yo soy yo y apenas logro hacerme cargo de ello… a ratos.

Ponte de pie por ti mismo y asume la responsabilidad de lo que dices. Dice Cheng a sus alumnos y así remata:

Escribir es una transacción íntima entre dos personas y solo puede funcionar bien en la medida en que conserva su humanidad. 

@AlmaDeliaMC

55 Responses to “Rehabilitación del yo”

  1. Vale dice:

    Dice Octavio Paz que somos seres hechos de lenguaje .
    No ha cambiado nada , las palabras dominan también la era digital.
    Nunca había leído tanto ni opinado tanto. Los millones de megas perdurarán menos que las palabras.
    Así que ni me ataco,
    Nadie va a tirar su iPhone a la basura.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Es verdad, Vale, y yo no digo que tiremos el iPhone a la basura, digo que pensemos, nada más, que nos detengamos a pensar y a hacernos preguntas, creo, más que pertinentes.
      Abrazo.

      • Shepard07 dice:

        A ver pedazos míos, hagan asamblea y decidan ¿Obesidad mental, egocentrismo, narcicismo, culto a la imagen, manía por reconocimiento social barato? ¿Inception or Procrastination High Level?
        ¿Qué le está pasando a las sociedades al interactuar con ingentes volúmenes de datos e información?
        Alma, El tema que tú has tocado es relativamente nuevo y tiene que ver directamente con la psicología de masas, los estados mentales del ser humano y el gancho consumo. Me explico, la procrastinación vil que muchas personas en la actualidad padecen, y sin exagerar, puede llegar incluso a ser el mismo infierno.
        La procrastinación es una escala de grises, afecta a las personas en distintos grados y no siempre son los mismos casos. No acabaría en explicarlo en un mensaje de foro, se necesita dar conferencias de ello. Desde luego tiene que ver con aspectos químicos en nuestro cerebro, sustancias que segregamos estimulando regiones donde se conectan los hábitos repetitivos y que éstos a su vez se vuelven adictivos.
        El multitasking o el comportamiento multitarea, es algo habitual en los niños de ahora. Por ello no encajan en los modelos educativos que no hayan optado por innovar sus métodos de enseñanza, es decir, retener la información en ellos no funciona en lápiz y papel. Funciona en las tabletas, en el abuso de su sentido visual.
        Al final, pienso que somos un ejército de idiotas y nos ganamos ese título porque hemos aceptado sin chistar todos esos volúmenes de información en nuestras vidas incapaces de ser procesados por un individuo.
        La cantidad de información, mensajes, bombardeo mediático, datos, etc. Hace que nuestros días sean cortos pero a la vez agotadores. Hace que nos volvamos tolerantes a lo absurdo, e intolerantes a las cosas importantes cómo la socializar desde fuera. Entramos a una fase de inconsciencia y hemos perdido la claridad, la creatividad, la productividad.
        No sé si recuerdan pero a finales de los años 90as, había una fuerte campaña sobre el Internet 2.0 en donde se predecía sería el segundo renacimiento del ser humano. Un mundo con la información científica a la mano, open source, lleno de papers, comunidades, estado del arte, etc. Del y para el conocimiento libre de distracciones.
        Desde luego quienes escribieron ese artículo nunca imaginaron que el internet sería un monstruo donde habitarían todos los trastornos del mercado interactuando al mismo tiempo.
        Al final pienso que la mente humana siempre fluctúa entre estados de conciencia e inconsciencia todo el tiempo. Pero el éxito de las redes sociales está basado en los estados de inconsciencia de las personas, es decir, esa faceta de no hacer nada, de engordarnos de información innecesaria, de adoptar estándares de individualismo, culto a la imagen y el derecho de ser reconocidos sin menos esfuerzo.

      • Alma Delia Murillo dice:

        Hola, Shepard07 (Qué buen nickname)
        Gracias por la lucidez de tu comentario, te voy a recomendar dos textos: uno que se llama Intelicidio, de un autor guatemalteco Mario Roberto Morales y es un discurso que pronunció al ingresar a la Academia Guatemalteca de la lengua.
        Y, (agh, sonaré insoportable auto recomendándome) otro mío que llamé también así y es una especie de relato futurista; “Intelicidio”, lo encuentras en este mismo portal SinEmbargo.
        Me encantó leerte, notar tu mirada incisiva sobre el tema, me devuelve la esperanza cuando sé que somos varios los que reconocemos nuestra estupidez viral, jajaja, vaya cosas.
        Un abrazo y gracias de nuevo.

      • Shepard07 dice:

        Alma, qué genial que eres y sublime escritora. Siempre es un deleite leer tus artículos, te confieso que eres responsable de una sensación fantástica que me ocurre. Activas en mí neuronas efervescentes como si fueran luciérnagas que me dan claridad y mando todo a la mierda porque lo único que quiero hacer es escribir en ese momento.
        Te agradezco los artículos que me has recomendado. Me sentí similar como la niña abeja en ese video de Blind Melon donde llega a una colina y encuentra a su pandilla, el único lugar donde encajaba. Al leer Intelicidio de Mario Roberto Morales, y también tu relato futurista, llego a mí esa sensación envolvente de sentirme identificado.
        Mi Yo ya está rehabilitado, viví en el claro oscuro multitarea, esa especie de procrastinación que te impide hacer tareas largas, concentrarte más allá de 5 minutos, y además (cómo está descrito en Intelicidio) incapacitación cerebral para realizar análisis, síntesis, conclusiones y soluciones a los problemas concretos.
        Ya nadie puede pensar bien cómo bien dices, y mi propuesta es ayudar a otros quienes quieran rehabilitarse dando conferencias.
        Me encantaría leer una versión tuya 2.0 de Rehabilitación del Yo he Intelicidio.
        Gracias por aportarme tanto

  2. Livia Alicia dice:

    Alma:
    Este lugar común en el que se han convertido las redes sociales y el anonimato es algo que crece como bola de nieve y que nadie cuestiona. La vida digital exige que tengas un alias, un avatar o un “nombre” que expresa lo que sientes o piensas en signos, palabras cortadas o emoticons que sustituyen al contacto visual, a los sonidos, a la convivencia y a las pequeñas cosas que siempre tuvimos quienes no crecimos en esta tecnología y que la tuvimos que aprender porque nos quedábamos sin empleo. Hoy es impensable no tener mail o no cargar un ligero y eficiente Smartphone para realizar el trabajo diario, y de la computadora, mejor ni hablamos. No manejar una significa casi, casi vivir en la prehistoria. No es fácil escapar de este sistema que todo lo absorbe y lo utiliza para moldear tu mente y no dejarte pensar de manera clara y libre.

    Esto también tiene su lado bueno. A mí me hubiera gustado compartir puntos de vista con Carlos Fuentes como lo hago contigo por este medio. En Inglaterra (Si no me falla la memoria) hay un parque que las personas usan para hablar con los transeúntes (Como un lugar para exponer sus opiniones) Se suben a un estrado y comienzan a hablar con las personas que pasan, expresando sus opiniones. Creo que sería muy sano hacerlo así, dejar por un momento tanta tecnología para hacer algo que ya casi no se hace, hablar de frente con los demás. Muchas gracias de nuevo por esta opinión que siempre nos pone a pensar. Buen fin de semana y de nuevo gracias por la reflexión.

    • Antonio dice:

      Su opinión es tan acertada como el reportaje de la srita Alma, felicidades estimada Livia Alicia.
      Esta era digital, es tan absorbente que tiene a todo mundo idiotizado con sus celulares hasta para ir al sanitario, la verdad no sé que tan buena o mala sea tanta tecnología, que ni necesario es ya discernir, ni memorizar, ni socializar, puesto que todo lo hacen esos endemoniados aparatos.
      La mera verdad, no sé si el ser humano pueda recuperar la habilidad de comunicarse mirando a los ojos a su interlocutor, por estar acostumbrado a resolver el día mirando una pantalla y tecleando frenéticamente.
      Reciban uds mis respetos.

      • Livia Alicia dice:

        Gracias, solo hay que predicar con el ejemplo. Ensaya comer sin mirar el Smartphone o cenar con los tuyos sin distractor alguno y veras que bien te va.

      • Martínez dice:

        Pobre , se comenta y se contesta sola .
        Vaya que le hacen daño las redes sociales.
        Cómprese una hamburguesa , su litro de cocacola , y vaya a cinépolis a ver la nueva película de James Bond.

      • Jv dice:

        Seguí tu consejo Livia e intente comer con los mios sin ver mi samart phone y tuve que volver a él,puesto que los”mios” les intereso mas sus propios samartphones

      • Livia Alicia dice:

        Pues no desistas. Lo bueno cuesta trabajo. Repítelo y habla con ellos hasta que entiendan que la convivencia familiar es más valiosa que el último vídeo o el último trending topic o la última foto de Instagram.

    • Enrique dice:

      Usted por ejemplo es una linchadora profesional. Difama sí o sí. Supongo que este espacio lo utiliza para desahogar sus resentimientos de la sociedad capitalista.
      Hasta sugiere que nadie fume. Qué horror !!
      Pero nadie con su perfilnsugiere por ejemplo irse a vivir a China o Cuba..

      • Livia Alicia dice:

        Que flojera con quienes insisten en hacerse tarugos como tú. No hay peor ciego que el que no quiere ver y el que insiste en que tragar basura es lo único que hay y se conforma con hacerlo. Qué pena que no tengas la menor intención de usar tus neuronas para pensar y que estés feliz de que delincuentes como los políticos que nos gobiernan sigan robando, matando, mintiendo y abusando de nuestro país. ¿Te parece que decirle ratero al ratero es un delito? Pobre de ti. PIENSA LAS NEURONAS SON GRATIS.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Hola Livia,
      Eso sería una palestra pública de verdad… pero qué miedo le tenemos al contacto.
      ¿Has notado cómo en la calle la gente se irrita, se asusta o se desconcierta y se aleja si les sonríes…?
      Te mando un abrazo grande, gracias por tus reflexiones.

      • Livia Alicia dice:

        Saludos. Acabo de comenzar tu novela y es simplemente deliciosa. No hay desperdicio en ella,. Gracias de nuevo por tanto talento y nos vemos el sábado. Cuídate, un abrazo y buen fin de semana.

  3. Roberto. dice:

    Significa que nunca volverá a escribir en feís o tuit ?
    Lo quiero ver, o será nada más otra pose pasajera?

  4. Escribano dice:

    Querida Alma.
    Yo soy yo y mis circunstancias. Que interesante tu articulo de esta semana. Para meditarse y releerse. Te leo porque escribes con mensajes directos al cerebro de quien quiera leerte. Hoy es uno de los mensajes mas directos que te conozco. Gracias querida Negrita. Beso y abrazo para ti y todos tus yos.

    • frausto dice:

      A veces pienso que la ensayista tiene melancolía por las canciones de protesta totalitarias latinoamericanas..
      Me imagino que seria feliz si alguna institución de izquierda fiscalizará las cuentas de las redes sociales como sucede en China.
      No esto, no aquello , no el otro. En fin, ahora todo no.
      No se da cuenta que lo que pone en duda es la herramienta más democrática del siglo XXI

    • Alma Delia Murillo dice:

      Mira Escribano,
      Ya estate sosiego y deja de decirme negrita porque me ilusionas toda, jajaja, me encanta que me digan así, así me decían mis hermanos mayores cuando era pequeña y también mi mamá. *Suenan los violines de la cursilería, sí*
      Abrazo.

  5. Cecilia Castillo dice:

    Gracias por el dato del profesor Cheng. Ayer por la noche platicaba sobre esa adicción “digital” y coincido plenamente de hacer un alto para reflexionar o para simplemente ver a tu alrededor y ver donde estás parado.Yo solo tengo un cel del año de la canica y una compu de escritorio. Sin embargo, me emociona “los dispositivos inteligentes” pero me sorprende la capacidad de absorción en la construcción de criterios en los adolescentes (eso me preocupa) y ya ni se diga de adultos (eso me trastorna y confunde) Abrazos agradecidos por tus letras.

    • Alma Delia Murillo dice:

      El texto del profesor Cheng está completo en la red, en inglés, pero hace perfecto sentido en español también.
      Te mando un abrazo grande y apretado que un día nos daremos en vivo sin dispositivos inteligentes de por medio.

  6. Enrique Lechuga Ballesteros dice:

    Estimada Alma:
    |
    Me parece contradictorio, por decir lo menos, que la posibilidad de comunicarse masivamente promueva el uso de seudónimos, avatares mal les llaman; es también discordante que a la posibilidad de utilizar la palabra escrita para comunicarse se le agreguen imágenes llamadas emoticones como si la palabra no fuera suficiente para expresar nuestras emociones. Tan lamentable como la degradación de la ortografía de la que hacen gala los usuarios de instrumentos de comunicación instantánea.
    |
    El uso de diferentes instrumentos de comunicación instantánea puede ser muy útil para diversos fines y a la vez ser un obstáculo para la comunicación con nuestros interlocutores. Pero, creo yo, no es culpa de la omnipresencia de ellos sino más bien se debe a la falta de respeto a nuestros congéneres.
    |
    Abundando en el tema, tal vez se deba más a un exceso del yo que a la fragmentación del mismo. Parece que al estar constantemente verificando nuestros dispositivos le decimos al mundo “Yo soy importante”, “Yo estoy comunicado”, “Yo tengo un moderno y caro teléfono”, “Yo le importo a otros por eso me escriben” y un largo etcétera. Nos sentimos tan pequeños que queremos sobresalir de la masa sin darnos cuenta que sólo nos asemejamos más a lo que tratamos de diferenciarnos.
    Según sé, la primera máquina con el sufijo “i” fue la iMac y la “i” significaba “internet”. En aquel entonces el conectarse a internet por primera vez requería cierto conocimiento técnico y la iMac simplificaba la conexión. Posteriormente, Apple decidió seguir utilizando el prefijo para el resto de sus productos debido al éxito de la iMac y a que los usuarios de Apple, siempre ávidos de sentirse diferentes a los demás, dieron variados significados a la “i” (intelligent, innovative, I, etc.).
    |
    Concuerdo contigo, la forma en que usamos las palabras nos define, nos da identidad, nos hace visibles. Gracias por tu texto que nos da oportunidad de reflexionar en cosas que muchas veces pasamos por alto.
    |
    Recibe un fuerte abrazo

    • lilia rivera mantilla dice:

      De acuerdo contigo. Y agradezco la información sobre el origen del sufijo i, el cual ahora es sinónimo de cierta clase de inteligencia. De aquella que está sustituyendo a la que se supone venía junto con el cerebro de los humanos.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Enrique querido,
      Gracias siempre por tu capacidad de analizar desde más de un ángulo los temas.

      Justamente es lo que digo: la tecnología es maravillosa pero también es maravillosa la capacidad de vincularnos en la realidad y más aún, la capacidad de desarrollar la conciencia, lo que está dentro del Yo.
      No dejaré de insistir en hacer preguntas que, me parece, son muy pertinentes en estos tiempos de opinar sobre todo sin preguntarnos nada.
      Un abrazo grande.

  7. Jorge dice:

    Interesante tu texto de hoy
    Tu palabra es mi placer de los sabados
    Keep up

  8. loChO RaYaDo dice:

    gracias por su nota nos pone a pensar a muchos en lo que hacemos y vivimos a diario sin darnos cuenta a veces que solo es una perdida de tiempo el estar pegado a la internet cuando solo esta uno escribiendo sonseas cuando no es laboral o con tu esposa o novio real o algun familia.

    donde quedaron las llamadas telefonicas del tipo ” abuelita como estas ” ” mama mañana voy a verte ” ” padres regreso de viaje ” ya se acabo todo es y es parte de lo que va cambiando al mundo

    exelente fin de semana y no nos deje sin seguir leyendo sus comentario y notas.

    gracias

    • Alma Delia Murillo dice:

      Gracias a ti, por leer, yo creo que lo importante es que la comunicación evolucione no sólo en los medios, sino en la profundidad… a la mejor pido demasiado.
      Un beso.

  9. Carlo dice:

    Yo, aspiro a ser un nosotros, un tú, una relación que no se pierda entre tanta tecnología e inmediatez. Aspiro a conocerme más a través del otro, de esa otredad que me confirma a cada instante y que me anula si no soy visto.
    Pensé que una pareja podría ser una forma de ser con otra, pero compruebo que eso, al menos para mí, parece estar lejos….seguiré buscando.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Y todos somos uno.
      Es cierto, sólo que hay que andar un camino largo de transformación y chingadazos para sentirlo sin miedo.
      Porque es mucho más bonito y es un gran placebo pensar que cada quién es único, especial e irrepetible… jaja.
      Abrazo, Carlo. Y ánimo, nada que el tiempo no erosione.

  10. 1 De tantos dice:

    Parafraseando a Freud: “Comenzamos cediendo en las palabras y acabamos dándolo todo”

    El lenguaje nos define, nos hace ser, y mediente él expresamos ese ser. Considero que sí tiene un efecto el definirnos mediente nuestros IPhones, IPads, etc; ya que muchos vivimos en el desconocimiento personal y puede que nos refugiemos en la identidad que nos dan nuestras posesiones, lo cual es muy peligroso ya que si las perdemos ¿Que seremos en realidad?

    Deberíamos definirnos mediente nuestras capacidades, aptitudes y potencialidades, esas no las podemos perder.

    Como cada semana un gusto leerte Alma.

    Saludos.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Hola,
      Así es, empezamos por nombrar lo que luego nos conquista, nos define… es tremendo el poder del lenguaje. Y lo ignoramos a un grado escalofriante.
      Un abrazo, gracias por leer.

  11. Wilbert Arjona dice:

    Gracias a las redes sociales vía internet , podemos denunciar los saltinbanquis cínicos de Morena y PRD.
    A la señora Brugada , que protagonizó la payasada de Juanito con Marcelo Ebrard y López Obrador . A Monreal , Batres , la esposa de Imaz , etcétera.
    Lo único malo es que seguirán cobrando de mis impuestos. Lo bueno es que seguiré denunciándolos anónimamente a través mi red preferida : instagram.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Bueno, Wilbert, este texto no se trataba de denostar el valor político (también absolutamente cuestionable) de la red. Sino de revisar cómo el uso del lenguaje puede estar redefiniendo lo que entendemos como identidad y no sólo en el plano virtual.
      Abrazo

  12. Mirega dice:

    Hice mi tarea y practique una pequeña asamblea con amigos respecto a la identidad y lo que pasa con ella en las redes sociales y diversos aparatos y concluimos que más que adicción se vuelve una obsesión (uno de mis amigos tiene Trastorno Obsesivo Compulsivo y dice que cambió la limpieza por la red social) y la identidad la dividieron en la real (quienes verdaderamente somos) y la fantástica (según esto, la que quisiéramos tener pero no nos atrevemos) dando por resultado que no contamos con una estadística confiable que nos diga cuántos se presentan con su identidad real y cuantos con la de fantasía (tal vez los expertos en salud mental les tengan puesto un nombre), pero en nuestra asamblea concluimos que debemos buscar un equilibrio para mostrar quienes somos (obvio que sin ponernos en riesgo) dejando un poco de fantasía que sea susceptible de ir por ella y volverla realidad. Gracias por la idea de este ejercicio de identidad, real y virtual.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Gracias a ti, Mirega,
      Qué gozo llevar estos temas a la mesa y sobremesa, a las discusiones de cuerpo presente.
      Eso y sólo eso es lo que permitirá que la red no nos defina y seamos nosotros los que podamos tomar las riendas de esto.
      Abrazo.

  13. BG dice:

    Así es; y creo que es indispensable al menos darse cuenta de la forma en que esta digitalización ha impactado nuestra vida cotidiana. Por ejemplo: hace poco discutía con familiares sobre el ritual de mirar fotografías, hace ¿20, 30 años?. No era simplemente mirar por mirar, sino que todos debían tomar su lugar alrededor de la sala, y hacer circular las fotos una a una, lo cual detonaba una serie de comentarios, anécdotas, recuerdos, risas, y a veces una que otra lágrima. Insisto: no era mirar por mirar, sino evocar, compartir, recordar, acercarnos unos a otros y sacar a flote sentimientos que esas imágenes nos provocaban. Ahora, esta actividad ya no existe; ahora se trata de tomarle la foto a lo que sea (al café, a la muestra de materia fecal, al perro disfrazado de humano o a mí mismo en una aberrante pose). Tanta foto digital tan mal encuadrada, sin propósito humano y de tan mala calidad, termina perdiéndose por irrelevante, frívola, desechable y olvidable.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Frivolidad hasta el vómito, dices bien BG, en eso estamos metidos, de eso, justamente se trata la posmodernidad.
      Echa un ojo al texto de Lipovetsky, La Era del Vacío.
      Un abrazo.

  14. MAFEROSO dice:

    El problema no es que tan digitalizados estamos sino la manera en que usamos la tecnologia, la prueba esta que nos encontramos en este momento intercambiando puntos de vista respetuosamente, lo que nos ayuda a ampliar nuestro criterio!

    Saludos cordiales

    • Alma Delia Murillo dice:

      No, Maferoso, no es sólo una cuestión de uso sino de los valores identitarios que la tecnología está promoviendo; el asunto es que es muy difícil detectarlos porque se necesitan tiempos históricos para reconocer lo que ocurrió en una época y todavía estamos muy metidos en el ajo; pero ya verás lo que se cuenta de nuestros días en un par de décadas.
      Abrazo.

  15. antonio Murillo Rivas dice:

    Hola Alma Delia siempre me deleito con lo escribes y muy oportuno por lo de yo no soy mi cuenta de Twiter, pues resulta que el “piojo” Herrera negó que el haya escrito lo que escribio en favor del aprtido verde, que dicho sea de paso de verde no tiene nada, lo que quiere decir que el tipo es un cobarde, saludos.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Bueno, lo del Partido Verde es una vergüenza nacional de la que todos somos responsables. Seamos honestos, hemos permitido que hagan lo que quieran.
      Un beso

  16. Antonio dice:

    Hola Alma,

    Caray, siempre dando en el clavo en tus columnas, disfruto leerte, la asamblea podría ser para ver si somos el de TW, FB, Instagram o whatsap jaja. Recordé 2 fotos, una en donde todos los integrantes de una familia estaban sentados en la cama y cada quien mirando su dispositivo electrónico y la otra donde un grupo de amigos comiendo estaban igual atendiendo sus telefónos. Escenas como esas son muy comunes hoy en día, los amigos en vez de reunirse crean un grupo en whatsap y se pierde eso que en la época de nuestros padres y abuelos todavía existía. Lo peor es que cuando alguien no cumple con los requisitos de la era digital lo consideran anticuado e indigno de ser tomado en cuenta. La era digital nos aplastó, queda de nosotros esforzarnos por no perder eso que nos hace humanos.

    Un abrazo y mil felicidades por tu nueva novela !!.

  17. mascotita dice:

    yo solo dar piruetas para entretener a los demas.

  18. mascotita dice:

    soy un animal salvaje en proceso de domesticacion

  19. GCC dice:

    Interesante artículo. La tecnología es maravillosa. No se trata de “satanizar”. Es mas bien el uso y el fin que le demos cada quién a la tecnología. Hace como 20 años tuve mi primer celuar. Era como decian un “tabique” grande y pesado. No lo compre yo, en ese entonces me lo regaló mi novio, que ahora entiendo era para tenerme “vigilada”. Iba en una ocasión en el pesero y sonó el celular, me dió tanta pena que no lo saque para contestar. Al día de hoy, tengo un celular que también me regalaron, pero en esta ocasión me lo regaló mi hermana, que para que estuviera en comunicación (ella vive en el D.F. y yo en Qro), muy espléndida me llevó a que escogiera uno y escogí el más barato de $200 pesos (la señora que hace la limpieza tiene un cel más caro y sofisticado que el mio). Había renunciado al uso del cel desde que me dí cuenta quien era el dueño de la marca “Todo México es territorio …) Desde entonces soy anti-Slim. No tengo tengo televisión, y el internet lo acabo de contratar hace un mes.
    Y después de tanta tecnología: como dice Dios en la Biblia:
    Apocalipsis 13:16-17 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;
    y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Saludos!

    • Alma Delia Murillo dice:

      Hola, GCC:
      Y yo no satanizo a la tecnología en mi texto ni en la vida, no lo hago en absoluto.
      Simplemente llamo a detenernos a mirar lo que estamos haciendo y a preguntarnos cómo nuestros hábitos van definiendo una identidad histórica porque creo, como le dije a Maferoso unos comentarios arriba, que no no es sólo una cuestión de uso sino de los valores identitarios que la tecnología está promoviendo; y que el asunto es muy difícil detectarlos porque se necesitan tiempos históricos para reconocer lo que ocurrió en una época y todavía estamos muy metidos en el ajo; pero ya verás lo que se cuenta de nuestros días en un par de décadas.
      Pues eso.
      Abrazo

  20. mascotita dice:

    Estoy de acuerdo con el shuuu.

  21. Leonardootc dice:

    Alma;
    Tu texto me causa la siguiente reflexión, qué potencializarían más esos efectos al Yo del que hablas:
    Hoy día existen nuevas formas de monopolio de información y actores que participan en ellas; Google, Facebook, Yahoo, Twitter, Youtube son, por mencionar algunos, portales con un tráfico mundial inmenso hacia sus sitios y ahí es donde la mayor parte de los usuarios alojan correos electrónicos, documentos, fotos, vídeo, etc. La mayor parte de las empresas que menciono son estadounidenses y se encuentran entre los primeros lugares del Rank de Alexa; solo pensar que algunos de estos servicios dejara de estar activos por cualquier causa crearía una pérdida total no solo de datos y documentos sino de tiempo invertidos en ellos para ser realizado.
    Acá el monopolio se presenta “disfrazado” haciendo uso de la tecnología, o de las propias leyes para evitar que otros jugadores jueguen. Creo faltaría más tiempo y espacio para discutir cómo nuestros datos y la información que se genera día a día se aloja o pasa por distintos servidores pertenecientes a empresas que operan en Estados Unidos.

    Saludos, Alma

  22. Javier Oviedo Puig dice:

    No recuerdo, pero de haberlo hecho lo recordaría, haber leído un texto tuyo, pero con este me has ganado como lector, coincido en la despersonalización y transmutación (valgan las expresiones) del yo real al yo virtual en el que sólo existes si tienes face o twitter o instagram o etc., considero que las redes sociales y el internet tienen una utilidad tremenda en muchos aspectos, incluso educacionales, sin embargo, el uso que le damos dista mucho de ser el correcto, gente que se escuda en el anonimato para denostar, ofender, agredir, criticar sin construir, es común en estos medios, que en efecto son adictivas, pero que pueden ser tomadas sólo como una herramienta para aprender, relacionarse compartir puntos de interés, etc, pero que definitivamente no pueden sustituir las relaciones personales, Enhorabuena

  23. Leonel dice:

    Algo así como: googleo, publico, tuiteo, whatsappeo, etc… Luego existo!!

Leave a Reply