Quien no recuerda la frase lapidaria de los “barbaros del norte” cuando desde el centro se referían al movimiento cívico del llamado neopanismo de los pasadosochenta. Si aquellos empresarios que dejaban la comodidad de sus oficinas y las cámaras patronales para subir a la palestra pública a través de un PAN todavía con fuertes dosis doctrinarias. No sólo eso, fueron por candidaturas para gobernadores y la nominación presidencial en 1988 con Manuel Clouthier del Rincón.

Aquel hombre barbado de habla y argumento fuertemente cívico que en la plaza pública decía enfático: México va a cambiar, contigo, sin ti o a pesar de ti”. No ganó esa elección marcada por el fraude pero dejó su impronta en su partido hasta alcanzar la Presidencia de la República con Vicente Fox.

Hoy, su hijo, del mismo nombre, hace lo propio. Alcanzó en 2009 una diputación plurinominal por el PAN a la que luego renunciaría y con esa ruptura muy criticada,  también cerraría la posibilidad de alcanzar una senaduría en aras de un proyecto político jurídicamente inviable en 2012: Ser candidato ciudadano a la Presidencia de la República.

Atrás quedaban sus broncas estridentes con Felipe Calderón, Vicente Fox y la dirección del PAN, como su rechazo a ofertas políticas oportunistas. Sin embargo, ante el fallo jurisdiccional definitivo, en la fase final de esas campañas reaparece apoyando a López Obrador en su segundo intento por alcanzar la silla presidencial. Antes de brindar apoyo  AMLO, este le prometió que de alcanzar el triunfo lo convertiría en el zar anticorrupción del país “donde no estaría de adorno”.

Quizá al tomar estas decisiones el mayor de los Clouthier y no la más cómoda, sembraba futuro y de esa manera repitió la tarea que había realizado Jorge Castañeda en su infructuosa búsqueda por la nominación ciudadana en 2006. Ambos fueron a Costa Rica con sus alegatos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y eso contribuyó sustantivamente a las reformas constitucionales y reglamentarias que hicieron posible que hoy haya 22 candidatos independientes además de un buen número de ellos en las  elecciones estatales.

Manuel Clouthier, congruente con su visión ciudadana de la política, se registró como candidato independiente en el V Distrito Electoral de Sinaloa, un distrito urbano de la capital del estado siempre disputado entre el PRI y el PAN.  A él, como a todos los independientes, se le exigió el 2% de la lista nominal del distrito que significaba recabar 6 mil firmas y copias de credenciales de elector y las obtuvo en más del doble, lo que le permitió alcanzar el registro con holgura y tener un buen punto de partida para convencer a más sinaloenses de su distrito.

Su campaña desde entonces ha sido incesante en las calles y en los escenarios más diversos donde explica didácticamente sus propósitos legislativos. Incluida la visita a un aula de la Universidad Autónoma de Sinaloa donde daba una charla y fue echado por un director que exigía que se le pidiera permiso. No sabía ese director que en ese momento contribuía, no él sino la UAS, a una campaña que hasta ese momento era convencional. Sin grandes ecos mediáticos. Y es que a partir de ese desaguisado universitario su campaña toma un nuevo brío y se gana a segmentos universitarios inconformes con el control autoritario que se ejerce en la casa rosalina además la simpatía de una franja de los medios de comunicación nacionales que revivieron la figura entrona del legendario Maquío.

A Manuel le sigue la sombra de su padre con el que tiene un gran parecido físico, pero también coincide con el discurso de confrontación, provocador e irreverente. Es políticamente incorrecto y no tiene remedio. Su padre considerado uno de los precursores de la democracia mexicana es su fuente de inspiración, su culto político, su ideario y el insumo indiscutible de una marca electoral.

Alguna vez Manuel Clouthier me confió convencido, que a su padre lo habían asesinado y lo del accidente automovilístico del 1 de octubre de 1989, no se sostenía en una investigación a fondo. Y quizá, ese dolor e insatisfacción profunda, es hoy un estímulo poderoso para desarrollar su vocación política por la libre, sin el apoyo del PAN, al que su padre le dio una gran proyección tanto en los comicios estatales sinaloenses de 1986, como también en la elección presidencial de 1988 y con mucho sentó las bases para la llegada de Vicente Fox a la Presidencia de la República –Clouthier padre, lo incorporó a la política, cuándo aquel estaba en León dedicado a la fabricación de botas.

Manuel Clouthier tiene un gran desafío en esta elección y lo ha dicho claramente, “puedo ganar la campaña pero perder la elección” por el dinero de sus oponentes de dentro y fuera de la competencia y la incapacidad del INE para controlarlo, lo que Ricardo Hernández, el candidato de la coalición PRI-Verde, ha interpretado como la justificación de una derrota anunciada. Quizá sí, quizá no. La elección según encuestas se prefigura muy reñida en ese distrito entre Clouthier y Hernández y será decisivo el llamado voto útil para hacer la diferencia. Será, seguramente, en el PAN donde tendrá su mayor apoyo con este tipo de voto sobre todo al ver que su candidato no crece.

Más aun, el llamado que hagan ambos candidatos a los votantes podría favorecer más a Clouthier que a Hernández, por el aura renovadora de la política estatal. Hernández representa lo existente, la continuidad de intereses. Y eso, podría activar a quienes oscilan entre el abstencionismo y el voto nulo.

El candidato del PRI-Verde es hijo de Enrique Hernández, líder del Congreso del Estado, y al que se dice  varios quieren ayudar. El gobernador y el Presidente Municipal de Culiacán por su amistad y para evitarse problemas a la hora de aprobar las cuentas públicas a principios de 2016. El PRI y sobre todo el Verde con todo y sus mochilas están apoyando a su candidato con todo. Y sin duda, al joven político lo apoyan algunos de los poderes fácticos, que quieren que siga el PRI teniendo control político en los distritos federales de la capital del estado.

Y aunque no fuera así, todos ellos lo apoyarían porque de ganar Manuel Clouthier tendrían un outsider buscando la gubernatura en 2016, cosa que alarma a la clase política sinaloense, pues se complicaría el escenario de dos grandes coaliciones teniendo en la papeleta una marca electoral de oposición que le reste votos a todos los partidos.

Los bárbaros del norte vuelven entonces por sus fueros con Manuel y Jaime Rodríguez, El Bronco, sin el tutelaje partidario y con la consigna de suministrar sustancia a las candidaturas independientes que van con todo por un distrito electoral y una gubernatura del norte del país. Cómo le vaya a uno y al otro, será definitivo para estas candidaturas y el movimiento cívico que ellos encarnan no sólo para Sinaloa y Nuevo León, sino representan una esperanza en todo el país. Por eso la resistencia, los ataques y el dinero que irán en ascenso en las semanas que vienen.

Al tiempo.

Ernesto Hernández Norzagaray

https://dev.sinembargo.mx/author/ernestohernandez/

Doctor en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel I. Ex Presidente del Consejo Directivo de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales A. C., ex miembro del Consejo Directivo de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política y del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Ciencia Política A.C. Colaborador del diario Noroeste, Riodoce, 15Diario, Datamex. Ha recibido premios de periodismo y autor de múltiples artículos y varios libros sobre temas político electorales.

#Análisis ¬ ¿Es posible que Claudia suba más? Sí: en 2018, AMLO apretó en los últimos 30 días