Martín Moreno-Durán
31/12/2014 - 12:00 am
Gutiérrez Ortiz Mena, candidato de Peña en la SCJN
+Los Pinos pretenden controlar a la Corte +Elegirlo sería un retroceso democrático En Los Pinos tienen candidato para la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y se llama Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Sí: el gobierno de Peña Nieto, hoy hundido en el desprestigio, vagando entre sombras de corrupción, […]
+Los Pinos pretenden controlar a la Corte
+Elegirlo sería un retroceso democrático
En Los Pinos tienen candidato para la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y se llama Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
Sí: el gobierno de Peña Nieto, hoy hundido en el desprestigio, vagando entre sombras de corrupción, visto con desconfianza en el extranjero, nulificado por las protestas sociales, incapaz de generar crecimiento económico y arrinconado por Ayotzinapa, pretende extender sus oficios para controlar al máximo organismo de impartición de justicia del país. Y eso es muy grave.
¿Por qué?
Primero, porque después del cargo de presidente de la República, el de presidente de la SCJN es el más importante en México.
Segundo, porque un gobierno desesperado como lo es el peñista – eclipsadas y a segundo plano han pasado las reformas de inicio de gobierno-, se aferre a no perder el control absoluto y recurra a una estrategia autoritaria: tener en la bolsa la decisión final en los asuntos estratégicos que en la Corte se ventilan, tratando de no ser vulnerado, aún más, en su figura institucional.
Y tercero: que la Suprema Corte de Justicia estaría al servicio de Los Pinos con Gutiérrez Ortiz Mena al frente.
¿En qué casos querría influir el gobierno, vía la SCJN, para torcer a su conveniencia no sólo los derechos ciudadanos y los reclamos políticos de los partidos, teniendo una justicia final “a modo” para evitar mayores conflictos en la cuestionada y alicaída administración peñista?
Pues en asuntos clave como las controversias constitucionales; en las solicitudes de consulta popular o referéndums, como es el turno de la reforma energética; en los casos más espinosos y graves de la vida institucional del país; en enmendarle la plana a jueces, que no es poca cosa; en los episodios más relevantes. Casi nada.
A falta de honradez burocrática y de ética política, el gobierno de Peña acude a una tabla de salvación tan autoritaria como riesgosa para la democracia mexicana: tener bajo sus órdenes a la Suprema Corte de Justicia. Es de máximo riesgo para el país.
Y para ello, en Los Pinos quieren imponer al novato Gutiérrez Ortiz Mena, apenas hace unos meses al frente del Sistema de Administración Tributaria (SAT), de donde proviene. Bisoño en la Corte, sin ninguna experiencia jurisdiccional, candidato de Peña Nieto, identificado con el PRI, y nada menos que el voto decisivo para liberar a la secuestradora francesa Florence Cassez. Bonitas cartas de presentación.
La elección del nuevo presidente de la SCJN será el viernes 2 de enero. Ese día saldrá humo blanco.
Elegir al peñista Gutiérrez Ortiz Mena representaría un retroceso para el desarrollo democrático del país: de presidente de la Corte a subalterno del presidente de la República. De ese tamaño es la amenaza.
Ungir a Gutiérrez Ortiz Mena al frente equivaldría a entregarle, nada menos, que la Corte a Los Pinos.
¿Y los otros candidatos?
El ministro Luis María Aguilar Morales tiene a un personaje de mala fama como su operador político y de relación con los medios: Miguel Lerma Candelaria, quien, según la propia Wikipedia, “en 1982 fue acusado de fraude por 5 mil millones de pesos en perjuicio de BANRURAL y tuvo que huir del país, permaneciendo en Estados Unidos más de diez años. A su retorno se alejó de la política y se dedicó a actividades privadas”. ¡Bonitas las relaciones de Aguilar Morales!
Otro candidato es la magistrada Margarita Luna Ramos, con 40 años de trayectoria dentro del Poder Judicial. Sería la primera mujer presidenta de la SCJN. Una opción novedosa.
Mucha atención se debe tener con la elección del nuevo presidente de la Corte.
Ojalá no haya madruguete de año nuevo, y la SCJN no se convierta en filial de Los Pinos.
ABRAZO. A los lectores de esta Red Pública, les deseamos un 2015 venturoso.
Twitter: @_martinmoreno
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