Ya vendí el negocio, a ver cómo le hacemos

02/09/2014 - 12:00 am

Hoy me siento como en 1957.

Recién muerto Pedro Infante, mi padre nos dio el informe de que teníamos que dejar Chávez, nuestro polvoriento pueblo de la Comarca Lagunera, pues había vendido todo.

-Ya vendí el taller, no habrá entrada de dinero. A ver cómo le hacemos, estamos quebrados-

Siento que el informe del presidente tiene el mismo significado: Ya vendí el petróleo, ya no habrá ingresos, a ver cómo le hacemos.

La gran diferencia reside en que don Arnulfo recién salía del hospital de un grave accidente que lo incapacitó durante varios meses y la sequía había terminado con el negocio local, lo que obligó a toda la familia a trasladarse a Ciudad Juárez.

La nación mexicana no puede salir toda del territorio nacional, ni se acabó el negocio porque todavía hay mucho petróleo y fuentes de energía alternativas.

Sin entrar en grandes reflexiones, no encuentro la lógica de supervivencia después de convertir a Pemex en empresa privada para que compita con las lagartonas que dominan el mercado mundial.

No hallo la fórmula que pueda aplicar el Gobierno para pagar los gastos de la nación, sin los ingresos petroleros.

¿De dónde va a sacar el 40 por ciento del gasto público que aportaba la paraestatal?

Si cómo empresa sigue pagando contribuciones del 95 por ciento de sus ingresos a la nación, irá directo a la quiebra.

Considero que el país está en una encrucijada: o el gasto público se reduce considerablemente, afectando a hospitales, escuelas y carreteras; o mandamos a la quiebra a Pemex, y de todos modos en unos cuantos años veremos caer el gasto público drásticamente.

De verdad no entiendo el informe de otra manera, no sé qué va a pasar, y no creo que alguien lo sepa a ciencia cierta.

Pero mientras tanto ¡qué viva México!

Gustavo De la Rosa
Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.
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