La disputa por la elección del candidato a la gubernatura al interior del PRI-Colima ha iniciado ya. Ésta la conforman dos grupos: por un lado, el “Nuevo PRI”, cuyo líder natural es el actual gobernador del Estado, Mario Anguiano Moreno, y, por otro, el conocido como el “Otro PRI”, comandado por el ex gobernador Fernando Moreno Peña, quien tiene como vocero al Diario de Colima. El “Nuevo PRI”, que se impuso (para bien) al “Otro PRI” en las elecciones de 2009, representa la vertiente más sana del priismo local, mientras que su adversario (el “Otro PRI”) goza de un desprestigio inobjetable entre la sociedad colimense, por toda la corrupción, nepotismo y autoritarismo que Moreno Peña, quien fuera delegado especial del CEN del PRI en Michoacán donde ganara las elecciones el narcogobierno de Fausto Vallejo, implementó durante su gestión. Estas dos vertienes del priismo colimense están perfilando a sus propios candidatos para la elección de 2015: del lado del “Nuevo PRI” se perfilan varios (Rafael Gutiérrez, Nabor Ochoa, Carlos Cruz o Itzel Ríos), pero sin duda el de mayor aceptación social al día de hoy es el maestro Federico Rangel Lozano. Del lado del “Otro PRI” el que está siendo impulsado con desesperada reciedumbre es el actual subsecretario de comunicaciones del gobierno federal, Ignacio Peralta Sánchez, quien es además sobrino del director de Diario de Colima, el periódico más corrupto en la historia local. Para mal de Peralta Sánchez, el “Otro PRI” lo ha prácticamente secuestrado para ungirlo (con ayuda del dedazo presidencial, vía Luis Videgaray, de quien Peralta Sánchez es cercano) el candidato del PRI para la gubernatura del próximo año, todo ello pasando por encima de las bases priistas colimenses y del capital político que tiene Rangel Lozano, el candidato mejor posicionado y con perfil más deseable. El riesgo de que Colima padezca la misma tragedia que padece actualmente Michoacán es inminente de no actuar el CEN del PRI adecuadamente, pues hay que recordar que uno de los sobrinos de Moreno Peña, Samuel Rodríguez Moreno, era operador de La Familia Michoacana en Colima y, a su vez, fue señalado como coautor intelectual en el asesinato del ex gobernador Silverio Cavazos, como lo detalla nota publicada en Proceso. En Colima nadie quiere que se repita la misma historia de Michoacán: ni el “Nuevo PRI”, ni los partidos opositores, ni las instituciones, ni mucho menos la sociedad, que apenas empieza a entrar en una tregua que no se había gozado desde que Calderón iniciara su guerra contra el narcotráfico. El dedo presidencial debe, por lo tanto, abrir muy bien los oídos para no dejarse engañar, porque no hay que olvidar que el peor enemigo, en estos casos, siempre lo tenemos en casa.
@rogelioguedea