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Pablo Ruíz Galindo Covarrubias

11/08/2014 - 12:01 am

¡Aumenten el Salario Mínimo!

Muy fácil, ¡aumenten el salario mínimo! Lo curioso es que no se le hubiera ocurrido a alguien antes. Lo curioso es que el incremento del salario mínimo de 2013 a 2014 haya sido del 3.9% en lugar del 29% que propone el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, para 2015, con el […]

Muy fácil, ¡aumenten el salario mínimo! Lo curioso es que no se le hubiera ocurrido a alguien antes. Lo curioso es que el incremento del salario mínimo de 2013 a 2014 haya sido del 3.9% en lugar del 29% que propone el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, para 2015, con el objetivo de que en 10 años sea de 171 pesos. La realidad es que no es una medida suficiente para solucionar el problema que existe en México: nivel de vida, desempleo, economía.

En materia de salarios mínimos, México se divide en Zona A y Zona B. El salario mínimo general diario vigente en la Zona A es de 67.29 pesos y en la Zona B es de 63.77 pesos. Al mes son 2,018.7 pesos y 1,931.1 pesos, respectivamente. No es siquiera suficiente para cubrir las necesidades básicas alimentarias y no alimentarias por persona al mes. El valor mensual por persona de la línea de bienestar (valor de la canasta básica alimentaria y no alimentaria) que utiliza el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) es de 2,518.65 pesos para la canasta urbana y 1,596.39 pesos para la canasta rural. Si hacemos las combinaciones, a una persona que percibe el salario mínimo en el Distrito Federal, no le alcanza para comprar la canasta básica urbana alimentaria y no alimentaria. Con este análisis, pareciera que aumentar el salario mínimo podría empezar por ser una medida necesaria, sin embargo hace falta tomar en cuenta factores adicionales.

Con el aumento en el salario mínimo, la consecuencia inmediata en una economía libre basada en la oferta y la demanda, sería el incremento en los precios de los productos y servicios. Para que un empleador pueda incrementar el salario de sus trabajadores, debe aumentar los ingresos de la empresa. Suponiendo que el aumento en el ingreso se consiga con el incremento en el precio de sus productos y servicios, el resultado generalizado traería una inflación. Así, la consecuencia inmediata de un aumento en el salario mínimo sería inflación. Los problemas de la inflación se explican por sí solos.

Un segundo efecto, un poco más causal, es el desempleo. Con el aumento en el salario mínimo existe un alto riesgo de que, sujeto a la implementación de otras medidas e incentivos probables, aumente el desempleo por no ser costeable mantener la planta laboral.

No es raro pensar que para subir el nivel de vida, la idea de aumentar el salario mínimo no sea tan mala. Una reforma bien planteada y estudiada quizás pueda traer resultados positivos. El tema está también, como prácticamente todo, en la educación y la cultura. Para que un aumento en el salario mínimo consiga los resultados que me imagino el Jefe de Gobierno del Distrito Federal y otros gobernadores quieren, debe haber un aumento en la productividad. Así se podría empezar por combatir los problemas anteriores. Además el incremento no se puede dar únicamente en el Distrito Federal, ya que los inversionistas encontrarían la manera de llevar sus inversiones a otras zonas no muy lejanas en las que le medida no les impacte, y lograrían darle la vuelta a su problema.

Como una medida paralela que el gobierno debiera considerar al estudiar el tema del salario mínimo, está la urgencia de que éste no sea más un referente para otros conceptos como multas, sanciones y derechos. Nuevamente, aumentar el salario mínimo traería graves consecuencias en estos conceptos si no se ligan a medidas distintas como pudieran ser las Unidades de Inversión.

Por otro lado, existen países como Suecia en los que no existe como tal un salario mínimo, sino una negociación entre sindicatos y empleadores para acordar el monto de los salarios, y en el que sobra decir que el desempleo es más bajo que en México y el nivel de vida más alto. Sería inútil querer compararnos, sin embargo sería interesante analizar distintas medidas que han funcionado en otros países e implementarlas en el nuestro.

Otra vez el gobierno tiene una tarea gigantesca frente a él. Por si no fuera suficiente, Miguel Ángel Mancera acaba de tocar otro tema sobre el cual el gobierno federal deberá dar su opinión. ¿Tendremos que confiar en que Mancera contó con los consejos y el análisis económico suficiente como para que la propuesta sea completa y cubra todos los aspectos económicos que se podrían ver afectados? Y en otros temas, mucho salario mínimo, pero ¿y los salarios máximos de los políticos?

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Pablo Ruíz Galindo Covarrubias
Licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana. Abogado practicante y Escritor.
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Pablo Ruíz Galindo Covarrubias
Licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana. Abogado practicante y Escritor.
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