Pablo Ruíz Galindo Covarrubias
02/06/2014 - 12:00 am
¿La Espada y la Pared?
En las leyes de nuestro país, lo que no está prohibido está permitido, es una manera de quitarle un poco de poder al Estado. Es la manera de no limitarnos a lo expresamente permitido, que sería una locura y un control inmenso. Con eso, y con los derechos establecidos en las leyes, encontramos el gran […]
En las leyes de nuestro país, lo que no está prohibido está permitido, es una manera de quitarle un poco de poder al Estado. Es la manera de no limitarnos a lo expresamente permitido, que sería una locura y un control inmenso. Con eso, y con los derechos establecidos en las leyes, encontramos el gran universo de la libertad que tenemos los ciudadanos. Todo lo que podemos hacer sin consecuencias legales.
Las leyes sin duda tienen deficiencias o situaciones que no fueron contempladas de las cuales es fácil aprovecharse. Las famosas “lagunas legales”. Si bien todos se pueden aprovechar de las lagunas legales, que lo hagan los funcionarios públicos, que no necesariamente tienen que ser legisladores para incidir en la legislación, es verle la cara al sistema. No hay más.
Hace unos días salió a la luz que el secretario de energía, Pedro Joaquín Coldwell, quien también funge como presidente del consejo de administración de Petróleos Mexicanos, tiene gasolineras en el sureste del país. Después de hacer pública su declaración patrimonial, se dio a conocer su participación en 4 empresas que tienen estaciones de servicio, una que tiene una planta de depósito de combustible, y una sexta empresa sin actividades por el momento. Todas estas empresas las tiene desde ante de ocupar su puesto actual, lo que no hace que el problema sea menor. Por la naturaleza del sector energético en nuestro país, estas empresas requieren de un contrato con Pemex para poder operar.
Acusado de tener un conflicto de interés, el secretario de energía argumenta estar actuando conforme a la ley y a la moral. Habrá que preguntarle a qué moral se refiere. Por su trayectoria y su perfil de abogado, pienso que antes de asumir el cargo se aseguró que no estuviera incurriendo en una falta que pudiera derivar en una acción legal. Asumo que ha tenido presente en todo momento el artículo 47, fracción XIII de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos que establece “Todo servidor público tendrá las siguientes obligaciones, para salvaguardar la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que deben ser observadas en el desempeño de su empleo, cargo o comisión, y cuyo incumplimiento dará lugar al procedimiento y a las sanciones que correspondan, sin perjuicio de sus derechos laborales, así como de las normas específicas que al respecto rijan en el servicio de las fuerzas armadas: … XIII. Excusarse de intervenir en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquéllos de los que pueda resultar algún beneficio para él, su cónyuge o parientes consanguíneos hasta el cuarto grado, por afinidad o civiles, o para terceros con los que tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios, o para socios o sociedades de las que el servidor público o las personas antes referidas formen o hayan formado parte.”
En el tema legal, quizás haya estudiado todas las leyes y se haya sabido aprovechar de las lagunas legales que existan para ocupar el cargo sin miedo de enfrentar alguna denuncia. El tema ya dejó de ser legal para convertirse en un tema ético. El titular de la secretaría de energía no debiera tener al mismo tiempo participación en una empresa de gasolineras que se pudiera ver beneficiada por las negociaciones con Pemex. Es así de sencillo. Bajo el principio de que lo que no está expresamente prohibido está permitido, el secretario de energía se aprovecha de las lagunas legales para beneficios personales. Es un claro conflicto de interés, véase por donde se vea. En el momento de una negociación entre Pemex y algunas de las empresas del secretario, existe un claro supuesto de intereses encontrados, en el que muy probablemente los intereses personales estén por encima de los del país.
Desgraciadamente no es el único caso. El conflicto de interés no es un tema que preocupe entre la clase política. Existe en todos niveles. Recibir beneficios es lo suficientemente importante como para ocuparse de otros temas.
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