Martín Moreno-Durán
07/05/2014 - 12:00 am
Peña: el ¿Tonto? de Rolling Stone
*Una portada polémica y suspicaz *EPN, en caída libre en encuestas La actual portada de la revista estadounidense Rolling Stone, lleva al presidente de México bajo una pregunta sugerente: “¿Tonto?…ni tanto”, se lee. Aún más: RS presenta a Enrique Peña Nieto como “El Reformador”… pero entrecomilla el título. En estrictos términos ortográficos, pone así en […]
*Una portada polémica y suspicaz
*EPN, en caída libre en encuestas
La actual portada de la revista estadounidense Rolling Stone, lleva al presidente de México bajo una pregunta sugerente: “¿Tonto?…ni tanto”, se lee. Aún más: RS presenta a Enrique Peña Nieto como “El Reformador”… pero entrecomilla el título. En estrictos términos ortográficos, pone así en duda la veracidad de este calificativo.
¿Cómo interpretar la portada de la influyente y leída revista Rolling Stone?
Primero: cataloga, de manera textual, aún con la “vacuna” de los signos de interrogación, de “tonto” a Peña Nieto. Vamos, ni siquiera el “…ni tanto” es atenuante para suavizar el calificativo ofensivo. Sabido es que el presidente mexicano es un hombre inculto, de escasas luces, con frecuentes torpezas verbales como decir que Okinawa está en Chihuahua. Su astucia política se deriva al haber sido formado bajo el hierro de la política priista mexiquense, tan pragmática como dañina. Así, el “¿Tonto?” que le endilga RS nadie se lo quitará ya a Peña.
Segundo: poner entre comillas el término “El Reformador” con el que Rolling Stone presenta a Peña Nieto, le resta credibilidad al personaje y siembra una duda: ¿Es realmente el presidente de México un reformador? Ante las interrogantes, las suspicacias. O una de dos: o RS duda que Peña sea un reformador, o de plano no se quiso meter en problemas y lo deja a la interpretación del lector. Lo cierto es que, hoy por hoy, las deslavadas reformas peñistas están inmersas en la desconfianza y en la inoperatividad. (Ver Red Pública. SinEmbargoMX. Las reformas fallidas. 16/04/2014).
Tercero: si el gobierno de Peña Nieto hubiera comprado la portada de la revista Rolling Stone – como ya lo hizo con “Time” al pagar 576 mil pesos (Fuente: PortalEnLaPolítica.com)-, sin dictarles la cabeza, pues le salió el tiro por la culata: insinuar que es “tonto” y poner en entredicho su capacidad como “reformador”, es algo que no le beneficia y sí le perjudica.
Y si a un inculto certificado lo dibujan como “¿Tonto?”, pues flaco favor le hacen.
*****
La portada de Rolling Stone en poco o nada favorecerá al presidente Peña Nieto, cuyo gobierno está siendo vapuleado por una economía estancada, sin empleos, la violencia disparada y fuera de control, las reformas fallidas y la percepción generalizada de un gobierno ineficaz.
Allí están algunas mediciones para darnos una idea de cómo ven los mexicanos a Peña Nieto:
Sólo un 37% de los ciudadanos aprueba la labor realizada por Peña Nieto como presidente. (Fuente: GEA-ISA). Es la cifra más baja desde Salinas, Zedillo, Fox y Calderón durante su segundo año de gobierno. El desplome de Peña ha sido brutal: 18 puntos en tan sólo un año. Hay desconfianza cuasi absoluta hacia el gobierno priista cuando apenas cuatro de cada diez mexicanos avalan su mandato.
En la caída de Peña Nieto mucho tienen que ver las reformas fallidas hasta hoy. Botón de muestra reportado por GEA-ISA:
“La reforma fiscal no fue bien recibida por la población en general, ni por los líderes empresariales mexicanos. Una encuesta realizada por KPMG entre altos directivos de empresas, reportó que la reforma fiscal no cumplió las expectativas del 97% de los entrevistados”
Uno más:
Encuesta del diario Reforma apunta a que cuatro de cada diez mexicanos aseguran que, en comparación a hace un año, su situación económica ha empeorado. “La población otorga a Peña Nieto una calificación reprobatoria de 5.5, mientras que los líderes lo califican con 5.3, en promedio”.
Y vaya paradoja que enfrentan Peña Nieto y su gobierno: las reformas, que supuestamente serían el mayor logro y orgullo peñista, hoy están hundiendo al país. Ni la hacendaria, ni la educativa, mucho menos la política y la apedreada energética, han sido lo que se esperaba. Petardos. Y nada más.
¿Por qué la popularidad de Peña Nieto va en picada? Leamos lo que nos aporta The Washington Post:
“Porque la clase media ha visto cómo los impuestos se elevan con Enrique Peña Nieto; la gasolina es más cara y también lo son las bebidas gaseosas; casi la mitad del país se mantiene en la pobreza y la confianza del consumidor está cayendo con otros indicadores que muestran que a los más pobres les va peor con Peña Nieto que bajo su predecesor, Felipe Calderón”.
Nada qué agregar.
*****
A 17 meses de gobierno, Peña Nieto se encuentra en caída libre.
¿Por qué si ya cayó El Chapo, si ahora sí mataron a Nazario Moreno y se logran, más mal que bien, algunas reformas, el priista no se consolida y es incapaz de ganarse la confianza de las mayorías?
Por una razón tan innegable como de fondo: los orígenes políticos de Peña Nieto.
A Peña le pesarán siempre –no sólo en su gobierno, sino de por vida-, haber encubierto al multimillonario Arturo Montiel, solapar la desaparición de la niña Paulette Gebara Farah cuando sus padres – Mauricio y Lisette-, confesaron que ellos sabían dónde estaba la menor, soslayar los más de mil feminicidios durante su gestión como gobernador en Edomex y, prácticamente, haber comprado la elección presidencial.
Todo eso no se olvida. Fue grave. Y reciente.
Si Peña Nieto le apostó a la desmemoria, se equivocó.
Mientras tanto, de parte de Los Pinos, nada que agradecer a la revista Rolling Stone.
Twitter: @_martinmoreno
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