Entre “Chapos” y “Chapitas” se va la vida

04/03/2014 - 12:00 am

Todavía tiembla Internet de tanto que se había callado y que ahora se revela sobre Joaquín Archibaldo Guzmán, “El Chapo”, cuando se denuncia un enorme fraude supuestamente cometido por Oceanografía S.A. de C.V.

¿Qué hacía esta empresa? Sólo transportar una mercancía legal (el crudo) que, entre su producción y su venta, multiplica por diez su valor. Durante 13 años fue una compañía de alto nivel internacional.

Por otro lado, ¿qué hacía “El Chapo” Guzmán? Transportaba una mercancía ilegal (cocaína) y multiplicaba diez veces su valor desde la producción hasta su venta. Durante 13 años fue el delincuente más buscado del mundo.

Entonces, imagino que Oceanografía es una especie de “Chapita”.

Crecimiento paralelo

Fundada por Amador Yáñez Osuna en 1968, Oceanografía S.A. de C.V. fue dando tumbos, botando para acá y para allá hasta el año 2000, cuando estuvo a punto de ser embargada por el SAT.

Por la misma época se fundó el Cartel de Guadalajara y Joaquín Guzmán, joven entonces, vino dando tumbos hasta caer en la cárcel, en el año 2000.

Con el nuevo milenio llegó Fox al poder acompañado por su mujer, Marta Sahagún (“Chapita” le dirían en Sinaloa por su baja estatura), quien tenía un corazón de oro para sus hijos que, como alquimistas de la edad media, convirtieron ese oro maternal en oro material.

Aprovechando las buenas relaciones de su madre con César Nava, abogado general de Pemex, se convirtieron en Gestores de Oceanografía que pasó de botante a boyante. La empresa resucitada pudo conseguir préstamos millonarios en dólares sin arriesgar su patrimonio, porque las garantías para los financiamientos consistían en cuentas por cobrar a Petróleos Mexicanos.

Por la misma época, debido a un descuido señalado como intencional en su momento, quedó libre “El Chapo”. Ambos se beneficiaron de la novatez del Gobierno panista.

Los tratos

Oceanografía S.A. publica que el 97 por ciento de sus ingresos provienen de Pemex, es decir, se trata de una empresa dependiente, por lo tanto la paraestatal responde o debiera responder por lo que hace su subsidiaria.

La firma, en los últimos tres años y pese a encontrarse inhabilitada desde el fin del Gobierno de Fox, firmó contratos con la petrolera por más de 255 millones de dólares para transportar y recuperar petróleo de las plataformas petroleras y traerlo a tierra en barcos, una actividad que bien podía realizar Pemex sin necesidad de terceros, que además de costos cobrarían grandes cantidades de dinero.

Al igual que otros particulares que celebran tratos con la paraestatal, Oceanografía S.A. de C.V. debía pagar una fianza del 10 por ciento del monto del contrato para garantizar eventuales incumplimientos, claro que en contratos enormes ese diez por ciento a garantizar es cuantioso, unos 25 millones de dólares, que a cualquiera le dan tentación.

Con tratos entre amigos, los dueños de Oceanografía no advirtieron que ellos no eran importantes en la ecuación, que la dueña real de la empresa era Pemex.

De alguna manera, consiguieron que los directivos de la petrolera olvidaran asegurar el depósito de la fianza antes de soltar el primer cheque; parasitaron con éxito de ella y formaron una relación simbiótica.

Aunque al fin y al cabo eran la misma cosa, salvo las ganancias y los altos salarios de los CEOS de Oceanografía S.A. de C.V. que sí eran sólo propiedad privada.

No les bastó con ahorrarse ese dinero; presumiendo su gran relación con el Gobierno mexicano, consiguieron financiamiento en Banamex por el doble del monto de sus contratos, es decir unos 600 millones de dólares.

Ya en la práctica delictiva, simplemente falsificaron documentos para garantizar el financiamiento, asegurando que Pemex les debía mucho más del crédito real. Así terminaron con unos 300 millones de dólares en el bolsillo en estos últimos tres años, más de 4 mil millones de pesos.

En comparación

¿Qué significan 4 mil millones de pesos? Ciudad Juárez tiene un millón 300 mil habitantes y el presupuesto de gastos del municipio para este 2014 es de unos 3 mil millones de pesos; es decir, en Juárez vamos a tener vigilancia, Gobierno, desarrollo social, alumbrado, pavimentación y cultura para un millón tres cientos mil habitantes con las dos terceras partes del dinero que se perdió en Oceanografía S.A. de C.V.

Ese dineral sólo va a enriquecer a un puñado de personas, los dueños de la firma no creo que lleguen siquiera a cien.

Los nombres que menciona la prensa involucran a Martín Díaz Álvarez como propietario público y a Manuel y Jorge Bribiesca Sahagún, junto con su tío Guillermo Sahagún, que gestionaron contratos con Petróleos Mexicanos (Pemex) por 5 mil 929 millones de pesos para favorecer a la empresa Oceanografía SA de CV, entre 2002 y 2006.

Yo me pregunto: ¿Algún mexicano común y corriente podría conseguir contratos con Pemex por un millón de pesos y luego, con papel en mano, lograría un crédito de dos millones?

Y también me pregunto: ¿Algún mexicano común podría comprar un kilo de cocaína en  Colombia con cien mil pesos y venderla en San Diego en un millón de pesos?

Claro que no, esos son los grandes negocios en México y están reservados para unos cuantos, casualmente “Chapitos”, los más distinguidos.

Aunque, para ser justos, “El Chapo” Guzmán sí tuvo que enfrentarse a tiros de “Cuerno de Chivo” con la competencia y matar y ver morir a su gente, mientras que los VIP petroleros el mayor riesgo que corrieron fue una indigestión alcohólica o una caída de avión.

Gustavo De la Rosa
Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.
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