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Alma Delia Murillo

04/01/2014 - 12:03 am

No hay héroes porque YOLO

Este texto requiere de un breve glosario de términos, queridos lectores, a saber: Yolo, se utiliza para abreviar la frase en inglés You only live once = Sólo se vive una vez. Carpe Diem, en latín y significa algo así como “Aprovecha el día” o, incluso, “La cosecha del día”. Hakuna Matata, en suajili y […]

Alberto Alcocer beco Bcocom
Alberto Alcocer/ @beco / b3co.com
Este texto requiere de un breve glosario de términos, queridos lectores, a saber:
Yolo, se utiliza para abreviar la frase en inglés You only live once = Sólo se vive una vez.
Carpe Diem, en latín y significa algo así como “Aprovecha el día” o, incluso, “La cosecha del día”.
Hakuna Matata, en suajili y quiere decir algo cercano a “No te preocupes” o “Sin preocupaciones”
Memento Mori, en latín y significa “Recuerda que morirás” (inevitablemente). O “Recuerda que has de morir” (porque no eres más que un mortal).
Resulta que en las últimas horas, el acrónimo Yolo se ha convertido en una de las primeras tendencias en Twitter; un promedio de 170 tweets por minuto se publican en México con frases que incluyen “Yolo” mientras escribo esto. Seleccioné algunas al azar, aquí van (previa labor de edición porque las faltas de ortografía eran estruendosas e inmorales):
“Tírate un pedo porque Yolo.
Bebo como quinceañera y crudeo como cuarentona porque Yolo.
Estoy en pijama y no fui a trabajar porque Yolo.
Gasté todo mi dinero en series de tele porque Yolo.
No voy a meter todas las materias del semestre porque Yolo.
Subí doce kilos, soy una res pero Yolo.
A la mierda, voy a drogarme porque Yolo.”
No inventé ninguna, todas las recuperé de otros usuarios; lo juro. Desde luego no puedo jurar que quienes las escribieron lo dijeran en serio y sé que es probable que simplemente estuvieran haciéndose los alivianados pero hay algo revelador en ello porque entre broma y broma, la verdad se asoma. Y me parece que la verdad se está asomando para decirnos lo aferrados que vivimos a la ensoñación de sentirnos infantiles, pueriles, irresponsables, rebeldes. Y rebeldes con una causa clara: la de no convertirnos en adultos.
Los Ninis, los ejecutivos treintones viviendo en casa de los papás, la expresión recurrente “está muy chavita” para referirse a alguien de 29 años y el engrosamiento de las filas de la no reproducción; son, entre otras prácticas, síntomas de lo que señalo.
Luego pensé en Nelson Mandela, en Mahatma Gandhi y en Teresa de Calcuta. Y es sorprendente, casi inverosímil que hayan vivido en este mismo siglo o menos de un siglo atrás; tan cerca de los tiempos del Yolo. Lo que no sorprende y me parece más que pertinente mencionar, es que ninguno se haya gestado ni desarrollado en el seno confortable de la ultra desarrollada Europa o en el estilo de vida del Continente Americano.
Es natural que se manifieste la necesidad de asumir nuestra condición de mortales, la aceptación de que nuestra existencia es pasajera y que con ello vengan unas súbitas ganas de desobedecer, de hacer cosas atrevidas, permisivas.
Pero no me imagino al poeta Horacio escribiendo “Tírate un pedo porque Carpe Diem” o a Mandela declarando “A la mierda, voy a drogarme porque Hakuna Matata” o a Teresa de Calcuta bebiendo y crudeando como quinceañera porque Memento mori.
De pronto se me antoja quedarme otros cien o doscientos años por aquí sólo para contemplar este movimiento pendular que históricamente hacemos los seres humanos y que nos va llevando de un extremo al otro hasta que encontramos el punto que obliga a las revoluciones transformadoras. No es que espere que nazcan millones de posmodernos con vocación heroica ni que pretenda que todavía haya lugar para la Filosofía de la Trascendencia pero sí lamento un poco que el campo semántico que hablaba de características inseparables del ser como unidad, verdad, bondad y belleza haya desaparecido junto con la idea de las virtudes como prudencia, fortaleza, valentía, constancia, dominio de sí mismo o templanza.
Ni Tomás de Aquino ni Heidegger ni Kant parecen ya venir al caso pero una suerte de medidor para comprender a la humanidad es echar un vistazo a lo que en diferentes épocas se han considerado Vicios y Virtudes.
¿Cuáles son los vicios y las virtudes de este mundo, de estos tiempos, de este México en el año 2014?
Se habla en Filosofía de la Fortaleza como una virtud; cito del Diccionario de Filosofía de Walter Brugger en Biblioteca Herder: “La fortaleza o valentía consiste en la disposición  para, conforme a razón, es decir, en atención a bienes más altos, sobrellevar males y no retroceder ni ante la muerte; a eso le llamamos heroísmo. La fortaleza se ejercita en el ataque y en la perseverancia hasta el fin. Virtudes auxiliares suyas son la paciencia, la generosidad, la tenacidad, la moderación…”
Me atrevo a decir que con Mandela se fue el último ser humano con características heroicas del siglo. Y no espero que de la civilización que vuelve virales los videos más burdos, se entrega a los trending topics más ordinarios y cuenta sus días a través de selfies o auto-retratos digitales; surja otro. Civilización a la que pertenezco y prácticas todas de las que soy partícipe; lo aclaro porque esto no es un regaño, sino una reflexión. O es lo que intento.
Me gustaría apelar, eso sí, a la Filosofía del Destete para decir que mientras más pronto dejemos de mamar, más oportunidades tendremos de desarrollar la fiereza necesaria para acercarnos a otras sustancias más nutricias de la existencia. Transición que, por supuesto, podría dolernos pero también podría gustarnos.
@AlmaDeliaMC

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