Martín Moreno-Durán
28/08/2013 - 12:00 am
¿Adiós, Procurador Ríos?
Ya le buscan sucesor al titular de la PGJDF Caso Heaven: Mancera, en caída libre Los días de Rodolfo Ríos al frente de la Procuraduría General de Justicia del DF parecen estar contados. La dependencia capitalina ya le fue ofrecida a un ex Subprocurador General de la República –del cual reservamos de momento su nombre […]
- Ya le buscan sucesor al titular de la PGJDF
- Caso Heaven: Mancera, en caída libre
Los días de Rodolfo Ríos al frente de la Procuraduría General de Justicia del DF parecen estar contados. La dependencia capitalina ya le fue ofrecida a un ex Subprocurador General de la República –del cual reservamos de momento su nombre y que laboró en el sexenio pasado–, pero la rechazó. A Ríos ya se le perdió la confianza. El caso Heaven lo acabó.
Miguel Ángel Mancera busca relevo en la PGJDF. El margen de maniobra de Ríos –ex secretario particular de Mancera cuando este era titular de la PGJDF en el gobierno de Marcelo Ebrard, y sin experiencia como Fiscal o MP–, se ha agotado. A su espalda se cocina su despido. Aunque se lo nieguen.
Las familias de los tepiteños secuestrados en el bar Heaven y asesinados en el Edomex, están furiosas con Ríos porque no les avisó primero sobre la confirmación de que los cuerpos hallados en Tlalmanalco sí eran los de sus hijos. Algunos se enteraron por la conferencia del Subprocurador de la PGR, Renato Sales Heredia; otros, viendo TV. Una madre supo que su hija estaba entre los cadáveres cuando iba en un taxi.
Rebasado, arrinconado, el Procurador capitalino jamás entendió lo que implicaba un secuestro masivo un domingo, a las 11:30 de la mañana, en la Zona Rosa, corazón de la ciudad. Nunca le quedó claro cómo enfrentarlo. Su novatez e inexperiencia lo llevaron a errar, una tras otra, junto con su jefe Mancera.
Insinuaron al inicio que los jóvenes no estaban en el Heaven… y sí estaban.
Dijeron que estaban “ausentes”, más no secuestrados (una de las frases más desafortunadas e insensibles dichas por funcionario alguno, en este caso Mancera)… y el abogado Ricardo Martínez Chávez les demostró, con la ley en la mano, que sí había plagio.
Aseguraron que no había armas… y en las declaraciones ministeriales, diversos testigos declararon ver “arma larga, rifles y metralletas”. Sí hubo armas.
Insisten Mancera y Ríos que en el DF no hay cárteles o delincuencia organizada… mientras los hechos, evidencias y análisis alejados del interés político pero, sobre todo, por las pruebas presentadas por Martínez Chávez (abogado de las familias afectadas), demuestran que sí hay DO, y elementos suficientes para que la PGR atraiga el caso.
Ríos, acosado por las familias del Heaven. Hundido por su propia incompetencia. Sin credibilidad ante la opinión pública. Se le acaba la cuerda.
Por eso, a su espalda, ya le buscan relevo.
*****
Entrada la noche del miércoles 21 de agosto, recibí una primera llamada: era posible que restos humanos localizados en Chalco, Estado de México, fueran de los chicos del bar Heaven. No estaba confirmado. Decidí esperar y seguir leyendo, paradójicamente, Los Atormentados, de John Connolly.
Frizaban las ocho y media de la mañana del día siguiente, jueves 22 de agosto, cuando otra llamada ya me confirmaba: los cuerpos descubiertos por la PGR en Tlalmanalco, Chalco, eran de los secuestrados el 26 de mayo en la Zona Rosa.
Consulté una vez más. La respuesta fue la misma.
La confianza de un periodista a sus fuentes debe ser ilimitada, aunque ello se obtiene al paso de los años, de los hechos y de los resultados. Y eso lo apliqué el jueves anterior.
Eché un vistazo rápido a los diarios, a los portales informativos, a los noticieros de televisión y radio, al Twitter. Nadie traía la información. Una reconfirmación más. Y entonces decidí hacerlo público.
Envíe un tuit desde mi cuenta personal. Dos más en cuestión de segundos. Era el primer aviso. Son los del Heaven y son 13 los cuerpos encontrados.
De manera paralela, entré al aire en el noticiero matutino de Martín Espinoza en Reporte 98.5 FM, confirmando en vivo que los cuerpos encontrados en Chalco sí eran los de los secuestrados del Heaven, mientras contactaba –como colaborador de SinEmbargo– al Director de Contenidos, Alejandro Páez Varela, y juntos, vía telefónica, redactábamos sobre la marcha la información. Al vuelo.
Algunos minutos después, el portal SinEmbargo ofrecía, antes que nadie por escrito, la información de este columnista: los cadáveres de los desaparecidos del bar Heaven, habían sido hallados en el Estado de México.
Eran las nueve de la mañana con dos minutos.
Recibí un sinfín de llamadas y mensajes vía Twitter por los tuits que había lanzado y por la información revelada por radio en Reporte 98.5 FM, y vía el portal SinEmbargo. Entre las llamadas me volvieron a confirmar mis fuentes: “Son los del Heaven”. Salí rumbo a Tlalmanalco.
En el transcurso del día hablé, ya en Chalco, con algunos elementos de la Policía Federal. “Sí son”, me decían.
A esa hora, el Procurador de Justicia del DF, Rodolfo Ríos, daba palos de ciego. Jugaba a las adivinanzas. La PF tenía el control absoluto de las operaciones en el rancho “La Negra”, en Tlalmanalco. “Son cinco cuerpos…”, dijo primero Ríos. “Son siete…”, corrigió después. “Ríos no tiene ni idea de lo que está pasando”, me comentó una periodista reconocida.
Por la tarde, y durante el resto del día, Ríos quedaría exhibido por la PGR.
Mientras la PGR emitía un comunicado informando sobre el hallazgo de “restos humanos” en Tlalmanalco –no precisaba el número de cuerpos–, Ríos volvía a resbalar y ya le ponía número: son siete, se aferró sin mayores elementos que su ignorancia y desesperación.
Aún más: el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, desmentía a Ríos quien sostenía que los cuerpos se pudieron encontrar por el trabajo “en coordinación con autoridades federales…”. Mintió el Procurador capitalino. Murillo Karam aclaró, ante la sorpresa de muchos, que los restos humanos fueron hallados por casualidad: iban por armas y se encontraron cadáveres.
Durante ese jueves mantuve mi versión inicial: sí son los del Heaven y son 13 los cuerpos: el de los 12 conocidos públicamente, más el “Alancito”, que vivía en Tlatelolco y que era amigo de los Piedra Moreno, también levantados.
El “Alancito” era el cuerpo número 13.
La misma versión la sostuve en vivo esa noche, en entrevista con Carmen Aristegui en CNNE, y al día siguiente en Univisión, durante el Noticiero de Jorge Ramos.
Ningún otro medio lo pudo confirmar el jueves 22.
Al día siguiente, viernes 23 de agosto, publicamos la columna “Archivos del poder” en el diario Excélsior, bajo el título: “Caso Heaven: encontrados muertos”. En ese espacio reconfirmamos nuestra versión inicial y aportamos mayores datos.
Por la tarde, el Subprocurador federal, Sales Heredia, confirmaba: sí son los jóvenes del Heaven.
A su lado, desencajado, Rodolfo Ríos aparecía como mera figura decorativa. Ni siquiera habló. El sí “ausente”.
*****
El caso Heaven es el más grave registrado en el DF en cuanto a secuestros masivos. Ya había un antecedente: la noche del 20 de abril, en el bar Virtual, enclavado en la delegación Gustavo A. Madero, fueron secuestrados cinco personas: Jonathan Aztivia Velázquez, Luis Orlando Flores García, Jonathan Barrios Rivera, Jorge Daniel Casasola y Rodrigo González Villegas.
A pesar de las denuncias públicas y los testimonios periodísticos (Antonio Nieto, Reforma, 14 de junio de 2013), ni Mancera ni Ríos informaron algo sobre el caso. Hasta hoy siguen desaparecidos.
La ineptitud investigadora de la PGJDF ha sido parte del caso Heaven. Pero también la insensibilidad.
“Nos dijo el Procurador (Ríos): ustedes serán las primeras que van a saber (de sus hijos)… ustedes… ¡pura madre, porque no nos dijeron nada!”, se quejó a gritos Julieta González, madre de Jeniffer, ya confirmado su deceso.
“Representa una falta de respeto a nuestro dolor y resulta una forma de revictimización a lo que hemos vivido durante este tiempo. Exigimos una disculpa pública”, pidieron los familiares de los tepiteños, mostrando su inconformidad por que primero se avisó a medios que a ellos.
La AFP, mediante entrevistas a especialistas en asuntos de seguridad, confirma las operaciones del crimen organizado en la capital del país.
Rodolfo Ríos insiste: no hay cárteles o delincuencia organizada en el DF.
El periódico Reforma da a conocer una encuesta que señala que el 66% de los capitalinos entrevistados considera que el GDF manejó “mal o muy mal” el caso Heaven. Y prácticamente la mitad de los habitantes, ve a la Ciudad de México más insegura en comparación ya a otras ciudades.
Las preguntas, ahora, son:
¿De quién eran las camionetas en las que se llevaron a los tepiteños? ¿A quién pertenecían las armas? ¿Bajo órdenes de qué grupo criminal estaba el comando?
En el Expediente 157/2013, ni Ernesto Espinoza Lobo ni Mario Rodríguez Ledezma –dueños del antro– ni ninguno de sus cercanos, se acreditan la propiedad de vehículos, de armas o de sicarios.
“… solicitaron apoyo, es decir, le llamaron a más gente escuchando a Polo que hacía una llamada telefónica diciendo que se acercaran…”, consta en declaraciones ministeriales. ¿A quién le llamaba entonces Ismael García Polo, “El Polo”, gerente del Heaven, aún prófugo? Esa es otra respuesta que nos debe dar las autoridades, y no sólo decir que los únicos culpables fueron “El Lobo” y sus secuaces. El caso Heaven no está cerrado ni mucho menos.
Por lo pronto, el Procurador Rodolfo Ríos debería buscar alguna chamba adicional… porque ya le están buscando relevo en la PGJDF.
Twitter: @_martinmoreno
más leídas
más leídas
entrevistas
entrevistas
destacadas
destacadas
sofá
sofá