Viajar es algunas veces dejarse poseer por una imagen sin importancia aparente, sin intención ni historia explícitas. El callejón azul de la vieja Delhi es para mí, desde varios años, una de esas obsesiones por las cuales vale la pena entregarse al azar de los pasos perdidos. Aquí trato de evocar y compartir algunos trazos del entorno de ese encuentro posesivo.
Por Alberto Ruy-Sánchez