Peña Nieto y su primer círculo contemplan, desde ahora, un movimiento clave: integrar al Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, al gabinete. Pero no se crea que es un premio. Al contrario.

Resulta que el Presidente y el grupo mexiquense que lo rodea, tienen enfado con Eruviel debido a que ha desplazado, tanto en puestos operativos como en tareas de gobierno, a integrantes del grupo peñista. A los del misterioso y legendario Grupo Atlacomulco. Los ha relegado, y eso ha causado irritación en Los Pinos.

El movimiento sería después del Segundo Informe de Gobierno de Ávila, a inicios de septiembre próximo, y no antes, evitando así la obligación constitucional de convocar a elecciones.

Ya en el gabinete, Eruviel Ávila tendría otras tareas políticas, acordaría en directo con el Presidente, perdería influencia en el Edomex y, sobre todo, estaría supeditado a las decisiones de Los Pinos.

¿Qué seguiría? Que desde el centro se nombre para el Edomex a un sustituto más identificado con Peña Nieto y su grupo que acote al “avilismo” y reordene al gobierno, alineándolo sin ningún obstáculo ya a las voluntades presidenciales.

Vale recordar que Eruviel Ávila no era el candidato de Peña Nieto para sucederlo. Peña quería a uno más cercano: Alfredo del Mazo Maza, pero era Eruviel quien garantizaba el triunfo, como finalmente ocurrió.

Esa decisión fue acertada para el PRI. Eruviel arrasó en la elección. Peña Nieto antepuso la razón sobre el corazón, y ganó.

Sin embargo, Eruviel Ávila ha preferido mandar el mensaje de que gobierna con más independencia de la que les gustaría en la casa del poder, que cuenta con equipo propio y que poco o nada necesita a los heredados de Peña Nieto.

Y por eso, hoy, no les ha gustado en Los Pinos que Eruviel haya desplazado a los “peñistas” y gobierne con su credo y con sus hombres.

Eruviel es ducho y huele la frialdad presidencial. No se cansa de elogiar a Peña Nieto a la menor provocación, a la usanza de los viejos ritos priistas. Así los formaron. En discursos y en tuits: “Reconozco a @EPN por acercar hoy a la mayoría de su gabinete con los alcaldes de México. Es un presidente municipalista”.

Traerlo al gabinete sería una salida decorosa para Eruviel… y un dolor de cabeza menos para el gobierno de Peña Nieto.

CASTILLO. Cuando Enrique Peña Nieto ganó las elecciones presidenciales, el entonces Procurador General de Justicia del Edomex, Alfredo Castillo, le dijo a sus colaboradores: “Están hablando con el próximo Procurador General de la República”. El sueño se le cumplió: ya es Procurador… aunque sea Federal del Consumidor. Lo cierto es que Castillo –un personaje oscuro y que ha padecido ataques de ansiedad–, lleva tatuado en la frente el nombre de la niña Paulette, ya que fue el fiscal que encubrió el caso de la muerte de la menor. Y eso jamás se le borrará a Castillo.

DEBUT. De esta manera inicio mis colaboraciones en SinEmbargo. Gracias por la confianza y la responsabilidad que ello conlleva.

Twitter: @_martinmoreno

Martín Moreno-Durán

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Periodista. Escritor. Conductor radiofónico. Autor de los libros: Por la mano del padre. Paulette, lo que no se dijo. Abuso del poder en México. Los demonios del sindicalismo mexicano. El Derrumbe Retrato de un México fallido. El Caso Wallace. 1/Julio/2018: Cambio Radical o Dictadura Perfecta, y de la novela Días de ira.

#Análisis ¬ ¿Es posible que Claudia suba más? Sí: en 2018, AMLO apretó en los últimos 30 días