Pussy Riot es el nombre de su banda; bien podría traducirse como Vaginas Amotinadas (porque pussy en argot inglés significa gatito pero también vagina). Pues son tres chicas que pertenecen a una banda de Punk rock feminista en Rusia, quienes en febrero pasado entraron a la Catedral de Cristo Salvador en Moscú y con sus reconocidas letras musicales transgresoras pidieron a la Virgen que se deshiciera de Putin y su gobierno corrupto. La banda es famosa por sus apariciones públicas con consignas por la libertad, la igualdad y la democracia. En esta ocasión las chicas entraron a la iglesia con los tradicionales pasamontañas y ropa colorida que siempre visten; una vez frente al altar comenzaron a cantar a ritmo de puro Punk Rock “Oh madre de Dios, Virgen santísima, deshazte de Putin”. Fueron arrestadas y encarceladas bajo los cargos de “hooliganismo” o gamberrismo y ataques violentos de odio religioso. Los cargos lo hizo el propio estado encabezado por el presidente Vladimir Putin, y sólidamente apoyado por el Patriarca Kirill, líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa que apoya incondicionalmente la reelección del controvertido político, bajo cuyo mandato fue asesinada la periodista Anna Politkovskaya.
Putin vuelve a gobernar un país que ya no está dispuesto a soportar los arranques dictatoriales y su histórica corrupción política, vinculada a las mafias de ese país.
Detrás de las rejas de la prisión la valiente Nadezhda Tolokonnikova, de 22 años asegura que “este es un juicio que representa a todo el Estado Ruso, al sistema gubernamental tan presto a mostrar su dureza contra las y los individuos, un sistema que muestra su indiferencia al honor y la dignidad ciudadana”. Con un rostro hermoso enmarcado con la cabellera cortada al estilo príncipe valiente, la chica de mirada intensa porta una camiseta azul con la consigna en español “No pasarán” que rodea un puño amarillo; y sigue hablando “Si este sistema político se lanza con todo su peso sobre tres chicas que hacen música, lo que muestra es que el Sistema le tiene miedo a la verdad”.
Las tres jóvenes se mantienen fuertes, persistentes en su derecho a criticar al presidente que es considerado como uno de los líderes más corruptos y misóginos que han gobernado a Rusia en las últimas décadas. A pesar del apoyo masivo que la banda Pussy Riot ha adquirido alrededor del mundo, el Fiscal ha exigido que las chicas paguen con un máximo de siete años de prisión por haber cantado en contra de su líder en la Catedral de Moscu. El fiscal argumenta que las consignas que contienen las letras de la banda, insultaron a toda la Iglesia Ortodoxa y es por ello que deben ser castigadas. La defensa preguntó cómo pedirle a la virgen que erradique a un político puede verse como ofensa a la iglesia y los creyentes.
Tolokonnikova y sus compañeras de banda, María Alyokhina y Yekaterina Samutsevich, llevan ahora nueve días en una celda de alta seguridad mientras se lleva a cabo el juicio sin derecho a fianza. Sin importar las historias que se cuentan sobre la dureza de las cárceles de su país, no pedirán perdón. Al lado de sus compañeras, dentro de una celda de cristal durante el juicio, Nadezhda aseguró en voz alta frente al Fiscal “Aunque nosotras estemos tras las rejas, somos más libres que mucha gente. Nosotras podemos decir lo que queremos, mientras ustedes sólo se atreven a decir lo que la censura política les permite”.
No cabe duda que estas tres jóvenes rockeras feministas mantienen firmes sus convicciones, y por más que lo han intentado, ha resultado imposible mantenerlas alejadas de la prensa durante el juicio; las chicas conocen sus derechos constitucionales y defienden a toda voz su derecho a la libre expresión. Tolokonnikova aseguró “tal vez ellos (el Estado) pensaron que no tendría nada de malo enjuiciarnos por decir la verdad, por hablar en contra de Putin y su Sistema, pero no pueden decir que está prohibido decir la verdad en este país”.
Las tres chicas han inspirado a miles de jóvenes en el mundo, en Rusia se han llevado a cabo diversas manifestaciones para exigir su liberación inmediata, pero todo parece indicar que en alianza de la Iglesia Ortodoxa y Vladimir Putin quieren dar una lección a la sociedad. Mark Feigin, el abogado de Tolokonnikova ha dicho que esto es claramente un juicio de Estado en contra de la libertad de expresión porque no han manera en que jurídicamente el Fiscal pueda sustentar haber alargado la llegada del juicio y manter a las chicas en prisión con cargos de incitar al odio religiosos por cantarle a la virgen en una iglesia durante unos minutos. “Es un castigo extrajudicial” dijo el defensor de la banda. El juez dictará sentencia el 17 de agosto.
Este es el primer escándalo del putinismo que recién retomó la Federación rusa en Mayo. El presidente recuerda a la sociedad que sólo él manda al poder judicial y que la Iglesia Ortodoxa le apoya en esa tarea. Se augura, otra vez, una fuerte batalla contra el presidencialismo autoritario anti-derechohumanista de lo que algunos llaman el terrorismo de Estado al estilo Putin. Tres jóvenes mujeres hicieron lo que ningún medio logró: poner la mirada del mundo en otra tiranía que vuelve con más fuerza que nunca.
@lydiacachosi