Mañana estaré ya en México, estaré en México a unos muy pocos días de la elección presidencial, y no sé qué me espere. Se anticipa un conflicto postelectoral. Se anticipa una ruptura de la vida cotidiana como la que tuvimos hace seis años por parte de un candidato que no parece conforme con la idea de que a veces gana uno y a veces pierde uno, y de que cuando uno pierde no es que el mundo se equivoque sino es que así le tocó a uno en la vida.
Por Nicolás Alvarado