Adela Navarro Bello
20/03/2012 - 8:58 am
De Baja California a Tabasco pasando por el Estado de México
Los tres principales candidatos a la Presidencia de la República ya han seleccionado los sitios desde donde el 30 de marzo iniciarán su campaña política. Cada uno de ellos se ubicó en norte, centro y sur. Josefina Vázquez Mota lo hará en el puerto de Ensenada en la Baja California. Enrique Peña Nieto no saldrá […]
Los tres principales candidatos a la Presidencia de la República ya han seleccionado los sitios desde donde el 30 de marzo iniciarán su campaña política. Cada uno de ellos se ubicó en norte, centro y sur.
Josefina Vázquez Mota lo hará en el puerto de Ensenada en la Baja California. Enrique Peña Nieto no saldrá de su terruño, el Estado de México, y Andrés Manuel López Obrador se quedará en casa ese primer día, en Macuspana, Tabasco.
Los tres aspirantes a suceder a Felipe Calderón Hinojosa, nos dicen con esta selección para el arranque, que prefieren no salir de su zona de confort. Que prefieren lo ya conocido, probado y comprado –en términos políticos–, sobre la revelación política al evitar elegir una ciudad ajena a su rango de influencia.
En las elecciones presidenciales de 2006, el mapa electoral mexicano literalmente se dividió en dos. La mitad sureña para el Partido de la Revolución Democrática a través de López Obrador. El norte –y la parte central– para el Partido Acción Nacional que llevó a Felipe Calderón Hinojosa a la Presidencia de la República. El primero con poco más de 14 millones y medio de votos, el segundo con 15. El Partido Revolucionario Institucional se fue a la tercera posición sin regiones que en estricto sentido se pintaran de rojo.
Quedó claro entonces cual es el tipo de mexicanos que votan por uno y otro partido, y sobre todo cuáles son los problemas que enfrentan esos electores en su día a día. En el sur la marginación social, en el norte la inseguridad y la economía.
En los últimos seis años, el mapa electoral no ha variado sustancialmente. Los tres principales partidos hubieron de signar alianzas políticas unos con otros para poder ganar o mantener gubernaturas y municipios a lo largo y ancho del País. Otra estrategia fue robarse candidatos de un instituto político a otro, situaciones ambas que devinieron en una crisis ideológica en la política mexicana, enraizada en la idea de ganar por ganar.
De igual manera, en los últimos cinco años, los problemas de los mexicanos no registraron soluciones suficientes. La realidad es que el sur sigue siendo pobre, y en el norte los problemas de inseguridad y finanzas se acrecentaron. La inseguridad ha alcanzado niveles impresionantes nunca antes vistos. Felipe Calderón celebró su quinto año de gobierno con la cruda cifra de más de 60 mil ejecutados, producto de su guerra contra el narcotráfico. Mientras la crisis económica mundial de la segunda mitad de la primera década de este siglo, afectó severamente a nuestro país, particularmente en centro y norte.
En este contexto no extraña que los candidatos, los tres principales, hayan decidido dar el banderazo de salida a sus campañas políticas en las regiones más conocidas por ellos mismos. En la llamada zona de confort política.
Josefina Vázquez Mota lo hará en un estado gobernado desde 1989 por el Partido Acción Nacional. En la tierra de donde salió el primer gobernador panista en la historia de México. En 1986, Ernesto Ruffo Appel ganó para el PAN la alcaldía de Ensenada, y en 1989 el triunfo por el Gobierno de Baja California le fue reconocido y entregado.
Ruffo fungió un papel importante en la precampaña de la ex diputada, y hoy día es candidato al Senado de la República por este estado. Aparte de ser la ciudad de arranque de campaña de Josefina, tierra de panistas, el estado de Baja California colinda con dos entidades también en manos de mandatarios del PAN. En Sonora gobierna Guillermo Padrés, y en Baja California Sur lo hace Marcos Covarrubias.
Tres son los principales problemas de los estados del norte: importaciones, cruces fronterizos, inseguridad. En los tres temas, el presidente Felipe Calderón actuó con una mente centralista. Para prender el fuego en el debate de las ideas y las propuestas, Vázquez Mota deberá asumir compromiso contrarios a las acciones emprendidas por Calderón en esta su zona de confort político.
En el extremo geográfico al inicio de campaña de Vázquez Mota, es evidente que Andrés Manuel López Obrador no se rompió la cabeza para determinar dónde viviría el primer día de su campaña. En Macuspana nació, desde ahí emprendió una lucha contra el sistema priísta y desde ahí también se enfrentó al Partido Acción Nacional.
Las afectaciones del sur y el sureste mexicano se han clasificado de manera sistemática, en la falta de oportunidades para el crecimiento social, el desarrollo urbano, un tardío arribo de la educación, la tecnología y la inversión para el crecimiento y la estabilidad en los bolsillos ciudadanos, en tierras riquísimas en recursos naturales explotados principalmente por el gobierno y las trasnacionales.
La propuesta de López Obrados en estas circunstancias no variará frente a la ejercida hace seis años: más para los que menos tienen, y una mayor regulación y tasa impositiva para los que mucho poseen. El ambiente confortable del candidato de las izquierdas está completo para ese primer día de proselitismo.
En el centro del país, en su reino mediático y electoral, Enrique Peña Nieto iniciará su campaña en el intento por sacar al Partido Revolucionario Institucional del tercer lugar en el que lo sumió Roberto Madrazo en 2006.
Fuera de la reciente gira de Peña por el país en lo que fue una precampaña amañada, dado que era precandidato único de su partido, pocas veces había el candidato del PRI salido a hacer política fuera del Estado de México. No conoce más triunfo que el propio, ni más contexto social que el del estado que gobernó. Aún cuando es lo más cómodo, quedarse en el terreno que conoce incluso a ciegas, de los tres candidatos en mención, Peña es quien más tiene por demostrar. Y la elección para su arranque no es buen augurio.
El Partido Revolucionario Institucional carga con una historia plagada de percepciones –y realidades– de malos manejos, de gobiernos corruptos, de políticos abusivos. Comprender y proyectar soluciones a los problemas de norte y sur, será el principal reto del ex gobernador mexiquense.
Pero si por su primer día de campaña los conoceréis, los tres principales candidatos no auguran innovación en la conducción de la política, y no abonan a la eliminación del presagio de un mal gobierno. Desde la trinchera de cada uno, está claro donde están sus intereses y donde sus zonas de comodidad política, y están tan distantes como el norte, el centro y el sur, que en este país no ha habido ni partido político ni gobierno que los pueda unir por el bien y el crecimiento de la nación.
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