Es de noche y la vista desde mi balcón es de la calle desierta, iluminada solo por el reflejo de mi estudio donde las luces aparecen encendidas. En efecto, a mi me espera este sillón y me espera la computadora, aún si son ya las 00:23. ¿Por qué? Porque tengo que hacer la video columna para Sin Embargo MX, tengo que abrir el navegador y tengo que enviar el video que estoy terminando de grabar. Tengo buena compañía: un whisky, una jarra de agua con su respectivo vaso, una cigarrera llena y un encendedor. ¿Por qué trabajo a estas horas? Bueno, porque tengo mucho trabajo, entre otras cosas.
Por Nicolás Alvarado