El delirio familiar que llevó a la hija de James Joyce a los hospitales tuvo su más reciente avatar en las batallas desmesuradas del último nieto del escritor por controlar todo lo que se decía y no se decía de su abuelo y de su tía. Al terminar 2011 se acabaron los setenta años que daban al nieto protección legal. Los derechos de Joyce son ahora de dominio público. Para celebrarlo presentamos un poema que escribió James Joyce en la playa, caminando al lado de su hijo, frente a un muelle, una tarde de viento. Era una época de su vida en la que todo parecía serle desfavorable. Y estaba a punto de comenzar la guerra mundial. Y en medio de todo, el estremecimiento profundo del amor.
Por Alberto Ruy-Sánchez
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