A pesar de que llevan un retraso de casi un año, los diputados no se ponen de acuerdo para nombrar a los tres nuevos consejeros del IFE. Un retraso costosísimo porque arranca ya el período electoral. Las razones que argumentan son muchas, pero hay un fenómeno que no se puede perder de vista: Arely Gómez, ex cabeza de la FEPADE, quien resulta ser la candidata a consejera más votada por todos los partidos, pero a la que ni PRI ni PAN ni PRD quieren que se tome a cuenta como una parte de sus cuotas.
Por Ricardo Raphael