6 estrategias peligrosas del PAN para 2012

18/07/2011 - 12:01 am

Julio de 2011. Han pasado dos semanas del triunfo contundente del PRI y México está ya transitando por el proceso electoral del 2012. En el PRD, un grupo fuerte de “tribus” ha lanzado su “cargada” por Marcelo Ebrard, mientras que Andrés Manuel López Obrador parece estar decidido a ser candidato, aunque se vaya sólo con el PT y Convergencia; aunque implique dividir a la izquierda y deba romper su promesa de atenerse a una serie de encuestas y mediciones internas.

El PAN celebró una reunión estratégica con lo mejor de sus cuadros, incluyendo al presidente Felipe Calderón y a parte de su gabinete, en la tercera semana de este mes. Buscan una estrategia para fortalecerse después de varias elecciones desastrosas y un PRI que parece imbatible.

La reunión fue a puerta cerrada. Sólo podemos especular los acuerdos a los que llegaron.

Con algunas consultas por aquí y por allá, y con algo de sentido común, es posible advertir cuáles pueden ser las variables de Acción Nacional para fortalecerse de cara al 2012. Algunas no son legales; unas más son incluso inmorales.

Pero el PAN está decidido a ganar el próximo verano y la perspectiva electoral es mala. La prisa y la ansiedad pueden obrar a favor de decisiones cuestionables; a repetir incluso fórmulas que llevaron a Felipe Calderón en 2006.

Este texto es más que una deducción de caminos viables. Es una advertencia.

El juego sucio, muy vinculado al poder por el poder (el famoso “haiga sido como haiga sido”) ha golpeado a la democracia mexicana en el pasado. Y si las instancias competentes y los ciudadanos no lo impiden, el partido en el gobierno, que tiene todavía una mayor responsabilidad en la transición, puede recurrir a faltas que debilitarán todavía más la confianza de los mexicanos en sus instituciones.

 

1. Todo el dinero de los empresarios. En 2000 y 2006, los hombres del dinero jugaron a derrocar al PRI y al PRD respectivamente y le dieron al PAN todo el poder económico para hacerlo. Ahora, Acción Nacional intentará captar el apoyo directo del empresariado mexicano para frenar al PRI, que es el que va más encarrilado. El problema de esta estrategia es el mismo presidente: su gobierno rinde malas cuentas a la iniciativa privada. No hubo una reforma fiscal, el país creció con muchas dificultades, y lo peor: la inseguridad alcanzó niveles de emergencia nacional. Vea Monterrey, en donde están los grandes capitales; vea, de hecho, todo el norte de México, o Guadalajara, etcétera. ¿Darle dinero otra vez al PAN? ¿En serio? Los empresarios se la pensarán dos veces. Quizás por primera vez en muchos años no irán en bloque por un candidato presidencial. Algunos se irán con Enrique Peña Nieto, otros podrían irse con el PAN por afinidad política, pero unos más podrían entrarle con Marcelo Ebrard si va por “una de las dos izquierdas” o solo (algo que se ve difícil). Pero ir con el PAN, esta vez, estará de pensarse para ellos. Cada peso arrancado por el PAN a sus mecenas le costará sangre y compromisos, lo que redundará en su imposibilidad para, por ejemplo, romper monopolios económicos. El gobierno de Calderón tuvo favorecidos y enemigos; Televisa y TV Azteca en la primera lista; Carlos Slim Helú encabeza la segunda. Así que sacar dinero del empresariado forzosamente implicará mayores compromisos que los hicieron en su momento Fox y Calderón. Malas noticias para el país.

2. Aliarse hasta con el diablo. También lo ha hecho, y funcionó en el pasado. Elba Esther Gordillo operó para Calderón en 2006, y el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) en 2009; su secretario general, Valdemar Gutiérrez Fragoso, es hoy diputado federal panista. ¿Podrá el presidente sumar a la dirigente magisterial y a otros líderes que le garanticen votos corporativistas? Aunque sean señalados por corruptos, eso no fue impedimento en el pasado para jalarlos a sus filas; ¿podrá ahora, a pesar de que varios de ellos ya se declararon aliados de Enrique Peña Nieto?

3. Un candidato externo poderoso. Es una posibilidad. Tendría que ser uno fuerte, con arrastre; y de esos hay pocos. Está uno: Marcelo Ebrard. Pero por ningún lado se ve que él quiera. Esta posibilidad tiene qué pasar por muchas otras variables. Que se dé la ruptura con Andrés Manuel López Obrador sería la primera. Personalmente creo que Juan Ramón de la Fuente no es un buen candidato. ¿Por qué lo sería? No tiene experiencia electoral, nunca ha salido a ganarse el voto, en corto es un tipo osco, sin carisma y sus glorias en la UNAM están cada vez más lejos: muchos electores jóvenes ni siquiera las recordarán. Entonces queda Ebrard como opción. Ahora, ¿querrán los panistas como candidato a un hombre peleado con los conservadores? Alguien que impulsó la legalización del aborto, los matrimonios entre las personas del mismo sexo, las adopciones para matrimonios gay. Se ve difícil que Ebrard acepte, y más difícil aún que el PAN quiera o que los mismos perredistas que hoy se han declarado de su lado, lo acepten. ¿Querrá jugársela Cuauhtémoc Cárdenas con el PAN? Él sí, y las tribus comandadas por Jesús Ortega también pero ojo: Ni Cárdenas ni Ortega, lo hemos visto durante años, ganan elecciones. Entonces la ecuación se complica. Pero es una posibilidad.

4. Utilizar los “logros” de los gobiernos  del PAN. No funcionará. La guerra al narco es un desastre y el país apenas crece. Además, estamos entrando a una nueva crisis económica mundial de la que no podemos garantizar buenos resultados. Ernesto Cordero, por decir, no podrá usar cifras del desempeño del país para fortalecerse electoralmente porque cada día se complica más la posibilidad de mantener la economía en marcha por la inseguridad, por factores externos, por el nerviosismo que genera el proceso 2012. ¿Cuáles otros logros? Al “presidente del empleo” le responden a balazos los jóvenes sin empleo que han sido reclutados, por miles, por el narco. ¿Cuál logro es utilizable electoralmente? Yum. Nop, no se ve.

5. Uso de recursos públicos. En la elección de 2011, el delegado de la Sedesol en Nayarit y ex presidente del PAN en esa entidad, David Rivera Bernal, fue grabado mientras hablaba de movilizar recursos públicos a favor de la candidata de su partido al gobierno de Nayarit, Martha Elena García de Echevarría. El PRI obtuvo esa grabación, y ha presentado una denuncia penal. Hasta la fecha no se sabe qué pasó.
El audio no viene de intervenciones telefónicas sino en un acto público: una reunión del delegado con panistas realizada el pasado 25 de junio por iniciativa del dirigente estatal de AN en Nayarit, José Ramón Cambero. Da pistas de una acción deliberada para usar los recursos del Estado a favor de los candidatos del PAN. El delegado habla de “instrucciones precisas” del secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix.

Desde hace ya tiempo, PRD, PT, Convergencia y PRI denuncian que la designación de delegados federales sirve como una estructura paralela del PAN. Los delegados casi siempre son ex dirigentes o líderes panistas en sus estados, cercanos al CEN panista. Este ejemplo parece demostrarlo. El PAN no lo reconocerá, pero puede ser una de las estrategias para impulsar a su candidato en el 2012. Además, hay que considerar que Acción Nacional no sólo maneja la “caja mediana”, es decir, la federal; también tiene “caja chica”, que es más grande a veces que la operada por Sedesol: la de los gobiernos estatales y locales.

6. Guerra con todo. No extrañaría que empezaran a filtrarse expedientes de los opositores del PAN, por un lado; y por el otro, que los precandidatos y luego candidatos panistas se lanzaran en contra de sus adversarios con una campaña abierta. Son dos niveles de “guerra de lodo” que a Felipe Calderón ya le funcionó. Recordemos que en 2006, mientras Vicente Fox utilizaba el poder presidencial contra Andrés Manuel López Obrador (desde filtrar videos escandalosos hasta intentar el desafuero), el candidato panista recurría a desacreditar a su opositor con campañas como la de “es un peligro para México”.

¿Funcionará esta estrategia? Es difícil saberlo. El equipo de Calderón claramente intentó hacerlo varias veces en este sexenio sin éxito. Los ejemplos sobran. El ex presidente del PAN, Germán Martínez, vinculó al PRI con el narcotráfico en 2009; el resultado fue una derrota brutal. En 2011 arrestaron a Jorge Hank Rohn, hijo de Atlacomulco como Enrique Peña Nieto, mientras que en Coahuila, Federico Döring, especializado en escándalos políticos, movilizó información sobre la supuesta corrupción de los Moreira. No que Peña, Humberto y Rubén Moreira sean gente limpia. Da la impresión de todo lo contrario, pero esa es otra historia. En ambos estados, el PAN de Calderón fue derrotado de manera aplastante. Pero eso no es garantía de que no intentarán, nuevamente, la “guerra de lodo” y con todo.

***

Con este panorama llega el PAN al verano de 2011. El panismo no acumula triunfos, y está empezando a ver hacia todos lados, como aquél Vicente Fox de 2006. Busca piedras y lanzas; busca dinero y prestigio perdido.

El reto de un partido desesperado y aún en el poder, es vencer las tentaciones. A esta lista le falta sumar, por ejemplo, la tentación del dinero del narco; puede llegar a ciertos candidatos, en ciertas regiones. Pero ni siquiera la he puesto como posibilidad para no invocarlo.

Entre lo peor que el PAN en tiempos de Calderón puede hacer es denostar al segundo en las encuestas pensando que así va a crecer, como lo hizo Luis Felipe Bravo Mena con Alejandro Encinas. Dejará al PRI entrar a Los Pinos sin problema. Si no tiene candidato fuerte –y no lo tiene–, el panismo calderonista tiene dos opciones: soltar la elección interna y dejar que lleguen o Josefina Vázquez Mota o Santiago Creel, o de plano buscar una alianza sana, saludable, con alguien que le ayude a detener al PRI y a ganar limpiamente.

Pero la frase “manos limpias” no es el fuerte del blanquiazul en estos días. Así que esperémonos un PAN más ansioso cada vez y, por lo tanto, más atrevido. Pueden imaginarse cualquier cosa, todo. Y todo, desgraciadamente, en un país como el nuestro, es todo. Gulp.

Alejandro Páez Varela
Periodista, escritor. Es autor de las novelas Corazón de Kaláshnikov (Alfaguara 2014, Planeta 2008), Música para Perros (Alfaguara 2013), El Reino de las Moscas (Alfaguara 2012) y Oriundo Laredo (Alfaguara 2017). También de los libros de relatos No Incluye Baterías (Cal y Arena 2009) y Paracaídas que no abre (2007). Escribió Presidente en Espera (Planeta 2011) y es coautor de otros libros de periodismo como La Guerra por Juárez (Planeta, 2008), Los Suspirantes 2006 (Planeta 2005) Los Suspirantes 2012 (Planeta 2011), Los Amos de México (2007), Los Intocables (2008) y Los Suspirantes 2018 (Planeta 2017). Fue subdirector editorial de El Universal, subdirector de la revista Día Siete y editor en Reforma y El Economista. Actualmente es director general de SinEmbargo.mx
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