Luego de que la Fiscalía General del Estado de Morelos cometiera irregularidades, primero enterrando más de 100 cuerpos no identificados en Tetelcingo en 2014, después exhumándolos incumpliendo los acuerdos con familiares y peritos, visitadores de la ONU llegaron al panteón de «Las Cruces» para documentar los hechos y establecer si han habido o no violaciones a los Derechos Humanos, por parte de las autoridades, a los finados y sus familiares.
Ciudad de México, 30 de mayo (SinEmbargo).- Cuatro observadores del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) arribaron al panteón «Las Cruces» en Tetelcingo, Morelos, donde se realiza la exhumación de 116 cuerpos por parte de los peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Los visitadores llegaron con la finalidad de documentar las violaciones a derechos humanos que pudieran resultar de la inhumación irregular de los cuerpos de las víctimas, llevada al cabo por la Fiscalía morelense. De acuerdo con la versión de las autoridades, las 116 cadáveres en la fosa corresponden a cuerpos que estaban en el Servicio Médico Forense entre el 2010 y el 2012, que por la falta de reclamo de sus familiares, fueron enterrados en Tetelcingo en 2014.
Alrededor de las 9:30 horas, los observadores de la ONU acudieron al predio, donde se entrevistaron con los familiares de los finados encontrados en dos fosas clandestinas en Tetelcingo.
Asimismo, se entrevistaron con peritos del grupo de Científicos de Identificación Humana de la Universidad Autónoma de Morelos (UAEM) y con Rafael Ávila López, titular de la Fiscalía Regional Oriente del Estado.
La visita fue realizada en cumplimiento del acuerdo firmado en julio de 2002 entre la entidad y el Alto Comisionado. En dicho documento queda establecida la intención de implementar programas para proteger los Derechos Humanos fundamentales y realizar esfuerzos que contribuyan al respeto y observancia de las normas de Derecho Internacional de Derechos Humanos en México.
En los próximos días, los observadores emitirán un comunicado para difundir los resultados de su visita.
Hasta el momento han sido exhumados 56 cuerpos de las dos fosas de Tetelcingo, lugar donde el pasado 28 de marzo de 2014, más de 100 cuerpos fueron enterrados de manera ilícita por elementos de la Fiscalía.
Por su parte, la Fiscalía de Morelos adelantó el pasado 20 de mayo un protocolo para la exhumación de los restos. Sin embargo, éste se incumplió parcialmente porque las autoridades tuvieron dificultades para hallar la fosa.
Por ello, el pasado 23 de mayo, el Rector de la UAEM, Alejandro Vera Jiménez, amagó con cancelar las diligencias porque el protocolo no había sido respetado.
Asimismo, el 24 de mayo, alrededor de las 12:00 horas, los peritos lograron la exhumación de los dos primeros cuerpos embalsamados hallados en la zona de fosas, que fueron sacados en una camilla de color naranja fijada al extremo de una pala mecánica para después ser trasladados a una mesa de trabajo de acero, donde se realizarán los exámenes de identificación genética.
Previamente, los familiares de las víctimas y la UAEM denunciaron, en conferencia de prensa, que la Fiscalía del Estado no ha cumplido con los acuerdos para las diligencias en Tetelcingo. Dijeron que, en primera instancia, la maquinaria que pretendió usar el día de ayer para extraer los cadáveres no es la adecuada.
Las familias también se quejaron de que las autoridades no han dado un “trato de ser humanos” a los cuerpos, pues dijeron “los trataron como costales”.
Fue hasta las 12:00 horas de ese mismo día cuando, tras llegar a un acuerdo con el Fiscal de Morelos, Javier Pérez Durón, se reanudaron las diligencias.
Familiares de personas no localizadas y académicos han venido señalando que el caso de las fosas de Tetelcingo muestra la poca profesionalización que aún tienen las autoridades mexicanas para manejar el tema de los desaparecidos, pues sólo la presión social y una larga batalla judicial logró que comenzaran los trabajos de exhumación de los más de 100 cuerpos, que se calcula, permanecen sin identificar en el lugar.
