El adeudo de más de 2 mil millones de pesos que el Gobierno de Javier Duarte tiene con la Universidad Veracruzana afecta también a unos 350 estudiantes indígenas agrupados en la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) que cuenta con cuatro sedes, dos a medio construir. De acuerdo con los testimonios de directivos de las distintas zonas, en Totonacapan, los alumnos estudian en edificios sin ventanas, ni electricidad. Mientras que, para las cuatro regiones, los apoyos que se gestionan para los estudiantes, como becas y desayunos, están en riesgo por la falta de recursos. El pasado viernes, durante la megamarcha en defensa de la UV, un grupo de personas también habló por los estudiantes indígenas que la casa de estudios arropa.
Por Miguel Ángel León Carmona
Xalapa, Veracruz, y Ciudad de México, 30 de mayo (SinEmbargo/Blog Expediente).- David Islas Bravo es una de los diez mil personas que se sumaron a la marcha “Todos Somos UV”. Un hombre que, además de dar cátedra es activista y se ha sumado a la lucha de los 350 estudiantes indígenas de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), uno de los tantos proyectos que se ponen en riesgo ante la deuda millonaria del Gobierno del Estado con la Universidad Veracruzana.
La causa que defiende el profesor es un modelo de enseñanza, nominado al premio Interamericano de Innovación Educativa en Educación Superior 2016, mismo que para el mandatario veracruzano, Javier Duarte de Ochoa, resulta indiferente pues nunca ha visitado alguna de las cuatro sedes de la UVI; dos de ellas a medio construir por falta de presupuesto desde que el ex Gobernador Fidel Herrera Beltrán, acompañado por las panistas Josefina Vázquez Mota y Xóchitl Gálvez, pusieron la primera piedra en la región Huasteca, en agosto de 2008.
Al hombre se le mira efusivo, participando en la protesta desde dos escenarios diferentes: el primero, en la plaza Lerdo, Xalapa; donde aplaude el discurso de Shantal Meseguer, directora de la UVI. El segundo lo hace desde la realidad virtual, monitoreando la participación de sus alumnos en la Sierra de Zongolica, la Huasteca, el Totonacapan y las Selvas del Sur.
Universitarios que desde las zonas más vulnerables del estado exigen el pago inmediato de los 2 mil 300 millones de pesos que el Gobierno Estatal debe a la Universidad Veracruzana. ¡Tenoxtin te UV! (¡Todos Somos UV!) corean, al unísono en Náhuatl, los estudiantes provenientes de la sierra de Zongolica.
David Islas, que porta una camiseta blanca y escudo de la Flor de Lis, hace una pausa en el monitoreo de páginas en Facebook y comparte el extracto de una plática con una egresada de las Grandes Montañas, “me dijo que a pesar de ser mujer, indígena, y pobre, en la UVI consiguió la oportunidad de ser feliz”.
«TENOSTIN TE UV», DESDE LA REGIÓN DE LAS MONTAÑAS
Fueron las primeras voces que se levantaron en todo el estado: las de la Sierra de Zongolica. Los estudiantes se anticiparon a las protestas y desde el 26 de mayo publicaron un video en Facebook donde sus pronunciamientos se tradujeron del náhuatl al español y viceversa.
“¿Qué pasará con los proyectos para nuestras comunidades? ¿Seguiremos teniendo baños sin agua? ¿Salones sin luz eléctrica? ¿Nos quedaremos sin experiencias educativas por falta de recursos? ¿Sin maestros por falta de salarios?, cuestionaron los estudiantes en la grabación. Las mimas preguntas que durante la marcha del pasado viernes gritaron con plumones de aceite sobre pancartas fluorescentes.
Ya para el 27 de mayo, los estudiantes náhuas de la sierra, se instalaron en Orizaba, Veracruz, protestaron en el territorio gobernado por Juan Manuel Díez Francos, Alcalde que ha sido criticado por impedir a los indígenas laborar sobre la vía pública, además de violentarlos, usando la fuerza municipal.
Ahí, pues, unos cincuenta jovencitos, compartieron su cultura con visitantes que se acercaron a la plazuela. Si bien, en Xalapa, la marcha fue amenizada por el mariachi universitario, en Orizaba el grupo Son de las Verdes Montañas hizo lo suyo e interpretó melodías con panderos de cuero y jaranas.
Fue así la participación de los estudiantes provenientes de la zona más pobre del estado, la sierra de Zongolica, durante la movilización en defensa de la UV. En esa zona, según los números del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se ubican los dos municipios más miserables de Veracruz; Mixtla de Altamirano y Tehuipango.
Sin embargo, con el adeudo a la UV, las oportunidades para los estudiantes del lugar se reducen aún más. Pues considerar una ampliación de matrícula raya en lo imposible. Es decir, el proyecto, al momento, beneficia a las comunidades más cercanas a la UVI y deja sin oportunidades de completar la educación profesional a la mayoría de los jóvenes que habitan en los 13 municipios que integran la Sierra de Zongolica.
A lo anterior, como lo denuncia el profesor David Islas, el adeudo con la casa de estudios, pone en riesgo también los apoyos que la UVI gestiona para otorgarlos a toda su comunidad, como son becas y desayunos.
“La UVI, hace un esfuerzo por becar al 100 por ciento de los jóvenes que ingresan a la universidad, gestionamos desayunos para ellos con la Comisión Nacional de desarrollo en los pueblos indígenas, (CDI). Sin embargo, ante la situación desalentadora, nos podríamos quedar sin recursos para entregar apoyos económicos, lo que elevaría a la deserción a un gran número de estudiantes”, alerta Islas.
El docente recordó también que hace poco el Gobernador Javier Duarte tuvo que cancelar su asistencia a la inauguración de una obra en el municipio de Zongolica debido a las protestas en su contra de los estudiantes de la UVI, cuyo plantel se encuentra en la zona.
“Los estudiantes se manifestaron al interior de las instalaciones, lo esperaron con carteles, con las mimas peticiones; que se entregara el pago a la Universidad. Pues bueno, llegaron patrullas a resguardar el lugar y luego de la presencia policial, el Gobernador ni siquiera asistió a la inauguración”, dijo el también activista.
“No hay pretexto para omitir nuestra existencia, Javier Duarte ha sido invitado a los informes de la Rectora, pero tampoco asiste. Y si lo hace, es por medio de algún asistente. Entonces digo, si no va al informe de nuestra representante, que se realiza en la misma ciudad donde gobierna, menos irá a las zonas más pobres”, agregó.
«TAN TUMPTYTYYAM TA UV», EXIGEN EN LA REGIÓN DE LAS SELVAS DEL SUR
En el caso de los estudiantes de la UVI, en el sur del estado, salieron a marchar por las avenidas principales de Coatzacoalcos; acompañados de catedráticos y directivos. “Veracruz ha sido condenado a la miseria y a las desapariciones forzadas, mientras que la educación pública está en riesgo ahora y en el futuro”, ese fue el eje central de los pronunciamientos.
Postura similar a la que emitió Shantal Meseguer, encargada de dar el discurso de la UV y la crisis social que ahoga a Veracruz. La directora de la Universidad Veracruzana Intercultural, lo hizo frente al palacio de gobierno, en la capital del estado.
“Que no se abandone a los familiares de los desaparecidos; que se apoye a los periodistas que luchan por la libertad de expresión; que se apoye a los maestros y niños que buscan una educación pública digna”.
Se trató de una manifestación pacífica, sobre la avenida Universidad, en Coatzacoalcos, en la cual participaron unos mil universitarios, encabezados por el vicerrector Jorge Andaverde Arredondo. “No robes más y devuelve lo que le quitaste a la UV,” fue la frase que Luisa, una indígena de la región, tradujo al huasteco para ser replicada en la página de internet, Uvi Sede Las Selvas.
«GATHO DI UV HU», EN LA REGIÓN DE LA HUASTECA
“La situación es crítica en la Universidad Veracruzana, las clases se realizan, aparentemente, con normalidad, pero lo que ustedes no saben es que para ir a las comunidades que nos quedan a dos horas de distancia el vehículo necesita combustible, ese gasto lo estamos cubriendo los profesores con nuestros escasos ingresos. No tenemos ni para los artículos de limpieza”.
Esas fueron las palabras de la coordinadora Jacinta Toribio, dirigidas a un grupo de 20 huastecos, en el municipio de Ixhuatlán de Madero, en el norte de Veracruz. Por allá, según se leyó en su posicionamiento, los recursos destinados para la investigación y movilidad de profesores, estudiantes y personal académico, son raquíticos. Al grado de realizar los consejos universitarios mediante video conferencias.
Aunado a lo anterior, David Islas comparte otro de los problemas que surgen a raíz de la escapes de recursos financieros: “Por acuerdo de la comunidad de la UVI y ante una intensa dinámica de trabajo, que no se puede detener, se ha establecido el denominado hospedaje solidario, es decir, ante la limitación de recursos cuando nos toca ir a consejos o cursos ofertamos nuestras casas para ahorrarnos los gastos de alojamiento. Cuando, por norma, la institución te debe de dar viáticos”.
Por su parte, los alumnos de la región huasteca, agregaron, “nadie de los que estamos aquí podríamos terminar nuestros estudios en escuelas privadas. Además, aquí nos enseñan a pensar y crear, no solamente a armar cosas, estamos en una escuela crítica, por ellos le pedimos al gobierno que devuelva el dinero”.
«AKININ WAKG UV», REGIÓN DEL TOTONACAPAN
“En la sede totonacapan hay edificios sin ventanas, ni electricidad. Nos prometieron el apoyo para la implementación de laboratorios multimedia, se compraron los equipos y ahorita se están echando a perder, pues requieren salones climatizados”.
Los anterior es parte del discurso que comisiones de alumnos y académicos salieron a compartir con las comunidades de la zona del Totonacapan, por las comunidades de Coyutla, (El Chote, Papantla), Espinal y Entabladero. Mensajes que se replicaron en carteles hechos a mano, volantes, perifoneo, redes sociales, radios comunitarias y rueda de prensa.
Por los alumnos totonacos, alzó la voz Shantal Meseguer, directora de la UVI en la zona del Totonacapan,quien aprovechó diez minutos frente a una comunidad de 10 mil universitarios; investigadores, directivos y sobre todo, los funcionarios estatales que escucharon la protesta a escasos metros de distancia, a ellos se refirió con lo siguiente:
«Nos deben a todos, porque el agravio es mayor que la deuda, han impedido que estudiantes totonacos tengan una infraestructura digna. Se trata de una deuda social, una deuda a la justicia. El gobierno de Javier Duarte está en deuda con los pueblos indígenas. Una clara intención de desmembrar la educación pública y gratuita”.
Finalmente, el también investigador, David Islas comentó, mientras recogía sus consignas en hojas de cartulina: “Javier Duarte le está enseñando a marchar, a la gente que no sabía marchar”.
Así concluía la tarde del 27 de mayo de 2016, para el maestro David Islas Bravo. En una caminata que no superó la asistencia ni el bullicio de la anterior Marcha Monumental. Sin embargo, el movimiento, logró que la frase de la Rectora, Sara Ladrón de Guevara, se cumpliera: “Debemos ser las voces de quienes no pueden ser escuchados” y así fue.
El pasado viernes un puño de personas también habló por los 350 estudiantes con orígenes indígenas, que la Universidad Veracruzana arropa, pero que el gobierno duartista, se aferra empeña a destruir sus metas profesionales.
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